martes, julio 16, 2024
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La isla de las viudas en Nicaragua

­por Orsetta Bellani

Image of the long protest that the Association of Relatives of those Affected by Chronic Kidney Failure (ANAIRC): hold in Managua since March 9, 2009. (PHOTO BY BY ORSETTA BELLANI)Imagen del plantón que la Asociación de Familiares de los Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC) sostiene en Managua desde el 9 de marzo de 2009. (PHOTO BY BY ORSETTA BELLANI)

La insuficiencia renal crónica (IRC) se ha llevado tres hermanos y el padre de Carmen Ríos. Todos trabajaban como jornaleros en el Ingenio San Antonio, una empresa azucarera de 40 mil hectáreas ubicada en el Municipio de Chichigalpa, en el norte oeste de Nicaragua. El ingenio es de propiedad de la Nicaragua Sugar Estate Ltd, que forma parte del gigante económico nicaragüense Grupo Pellas. De la caña la empresa saca azúcar, etanol y el prestigioso Ron Flor de Caña, exportado en todo el mundo.

Toda la costa pacifica de Centroamérica ha sido afectada por la epidemia de IRC: en el Salvador, la insuficiencia renal crónica es la principal causa de muerte entre los varones, mientras que en la populación masculina nicaragüense ha causado más victimas que el Sida y la diabetes juntos. Sin embargo, las causas de la enfermedad no han sido del todo esclarecidas.

En el Municipio de Chichigalpa, que tiene 45 mil habitantes, alrededor de 7 mil personas se enfermaron de IRC. Los familiares crearon la asociación ANAIRC(Asociación Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia Renal Crónica), que imputa al Grupo Pellas la responsabilidad de la muerte de sus seres queridos, ex trabajadores del Ingenio San Antonio. “El grupo Pellas afirma de no tener nada que ver con los fallecimientos y dice que los pesticidas, prohibidos en los Estados Unidos, Canadá y en la Unión Europea, no causan ninguna enfermedad” – explica Carmen Ríos, presidenta de ANAIRC. “ANAIRC nació en 2004 y el año siguiente marchamos a lo largo de los 135 km que separan Chichigalpa de Managua. Desde el 9 de marzo de 2009 estamos en plantón en esta zona del centro de la capital. Pedimos que el Grupo Pellas deje con utilizar los pesticidas que dañan la salud de los trabajadores y contaminan el agua que todo el mundo toma, queremos que reforesten la zona y que se sienten a una mesa de dialogo, para fijar una indemnización por los fallecimientos y los daños que causan a nuestra salud. Y queremos que la gente sepa lo que hay detrás del azur que consuman, detrás del ron que toman y del etanol que echan en sus motores, tienen que saber que aquí en Nicaragua mucha gente se está muriendo”.

La comunidad La Isla – cínicamente rebautizada “La Isla de las viudas -, que se encuentra dentro del Ingenio San Antonio y es totalmente rodeada por cultivos de caña de azúcar, representa el caso más grave de IRC. En La Isla el 70 por ciento de los Reporterhombres y el 30 por ciento de las mujeres ha sido afectado por la enfermedad renal. En este lugar donde la única opción laboral es trabajar en el ingenio, los primeros que se enferman de IRC son los jornaleros, pero la enfermedad contagia también sus familias. Esta situación causa también muchos problemas sociales y psicológicos, y crea un círculo vicioso del que es muy difícil de salir, puesto que los hijos de los fallecidos siguen trabajando en la misma empresa.

“En 2006 el Banco Mundial prestó dinero al Grupo Pellas para construir la fabrica de etanol”, relata Viola Cassetti de La Isla Foundation, una controvertida fundación que trabaja en Chichigalpa. “Los trabajadores presentaron un reclamo donde denunciaban que algunos pesticidas y la falta de adecuadas protecciones estaban causando una epidemia. El Banco Mundial comisionó una investigación a la Universidad de Boston, que después de cuatro años aún no tiene una respuesta clara: sólo ha publicado un informe donde afirma de no haber encontrado ninguna conexión directa entre los pesticidas y la IRC, aunque no pueda excluir su existencia. La epidemia puede tener varia causas: se puede tratar de contaminación ambiental y también pueden influir factores genéticos. Otra hipótesis que ha sido considerada es la deshidratación causada por el calor excesivo: los jornaleros pierden dos litros de liquido cada hora, es un tipo de trabajo que se puede paragonar con correr una carrera. Tendrían que tomar diez litros de agua al día y descansar 45 3711minutos cada 15 de trabajo”.

­Según Martha Flores Recinos de la asociación Inti Pacha Mama de Managua esta explicación es demasiado sencilla: “El calor es una característica climática del lugar, no se puede considerar como la causa de la enfermedad de todas estas personas. En Chichigalpa el agua está contaminada con 18 tipos de agrotóxicos”. De hecho, el 98,7 por ciento de los pozos están contaminados. El primero en descubrir la presencia de agrotóxicos en los pozos de Chichigalpa y plantear su relación con la IRC fue el doctor Enrique José Ríos Urbina, con el respaldo de las análisis del laboratorio de la Universidad Autónoma de Nicaragua. El doctor Ríos Urbina, hermano de la presidenta de ANAIRC, trabajaba en el hospital del Ingenio San Antonio, que es de propiedad del mismo Grupo Pellas y representa el único servicio de salud de la zona. Según relata el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), que en octubre 2008 se ocupó del caso, “los testigos denunciaron que ese nosocomio oculta las reales causas de las enfermedades, y en consecuencia suministra tratamientos médicos inadecuados. Según palabras de una testigo particularmente calificada, los empleadores tenían pleno conocimiento de los hechos y orientaban verbalmente al cuerpo médico para no informar sobre las enfermedades que padecían”.

Cuando el doctor Ríos Urbina hizo publico su descubrimiento fu despedido. Falleció más tarde de IRC.

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