por Tiana Pugh y Luis Carlos López
Arquitectos Republicanos y Demócratas están entramando estrategias y gastando millones en su bienestar político respecto de qué partido tomará el control del 112do Congreso el próximo enero.
Sus éxitos en las elecciones del 2 de noviembre estarán basadas en cuán bien sus candidatos al congreso atraen a los latinos, revela un estudio de National Association of Latino Elected and Appointed Official.
El rol del voto hispano será más palpable en California, Colorado, Texas y Florida, dice el director ejecutivo de NALEO Arturo Vargas. En esos cuatro estados competitivos residen dos tercios de los hispanos registrados del país.
En general, el Fondo Educacional de NALEO proyecta que al menos 6.5 millones de latinos votarán en noviembre, un aumento de 17 por ciento respecto de la última elección al congreso de medio período.
Entre los temas de gran preocupación, la inmigración — generalmente considerada parte de una prueba de acidez para los hispanos — se ha elevado rápidamente para convertirse en el No. 1 entre los votantes latinos registrados. La encuesta de NALEO, primero compartida con Hispanic Link News Service y otros medios el 20 de julio, mostró que el 27 por ciento de los 1600 hispanos encuestados — 400 en cada uno de los cuatro estados— situaron a la inmigración por sobre el empleo, costo de vida, salud y educación.
En contraste, un estudio de enero de 2009 del Pew Hispanic Research Center (Centro de Investigación Hispano Pew) mostró que los latinos estaban fuera de contacto con la inmigración como un tema político, a pesar del intento de 2007 del Presidente Bush y el fallecido Senador Edward Kennedy para aprobar un exhaustivo proyecto de reforma.
En ese momento sus esfuerzos fueron paralizados por una alta retórica racial y lo que la actual directora de asuntos intergubernamentales de la Casa Blanca Cecilia Muñoz, entonces vice presidenta del Consejo Nacional de La Raza, se re- fi rió como a una “atmósfera venenosa”.
Muñoz comentó de manera previsora en 2007 que el impacto de un fracasado proyecto en el Senado pondría presión en los gobiernos estatales y locales para redactar su propia legislación relativa a la inmigración.
Cuando el Presidente Obama asumió el cargo, los latinos rankeaban a la inmigración en sexto lugar después de la economía, la educación, la salud, la seguridad nacional y el medio ambiente, mostró la encuesta de Pew Hispanic Research.
La presentación de este mes de NALEO, mediada por Vargas en el Club Nacional de la Prensa enfrentó a las estrategas Demócrata María Cardona y del GOP, Leslie Sánchez.
Cada una describió cómo su partido resultaría afectado por la influencia hispana en noviembre.
Cardona, nativa de Bogotá, Colombia, ahora rectora del Dewey Square Group, dijo “Los latinos deben ser definitivamente considerados como un voto oscilante. Hemos visto algunas tendencias. Los Republicanos debieran estar asustados”.
Respecto de la inmigración, Cardona hizo eco al mensaje entregado por Obama, en su discurso del 1 de julio cuando abordó la inmigración por primera vez desde que asumió. Cardona hizo el punto que los grupos defensores y organizaciones hispanas deberían descargar su frustración con los Republicanos.
Posteriormente, Sánchez dijo a Hispanic Link que el llamado de Obama para castigar al Partido Republicano por su falta de acción era un “giro político para movilizar a la base latina Demócrata para noviembre. Es un tema serio que requiere atención seria, no solamente algunos meses antes de la elección”.
Sánchez sostuvo que el debate sobre la inmigración era “perderse un león” para presionar por un proyecto como lo hizo el fallecido Sen. Ted Kennedy al buscar apoyo a través del pasillo.