por Josh Wolf
Desde hace mucho tiempo la cultura de resistencia de San Francisco continúa viva a pesar del rápido cambio demográfico de la ciudad.
El 30 de enero, día de apertura de Ciudad Super Tazón, un contingente diverso de activistas del Área de la Bahía marchó por Market Street rodeado por grupos de oficiales de policía. A pesar de los esfuerzos policiacos por evitar que los inconformes realizaran su celebración, la multitud maniobró alrededor de las barricadas policiacas dispersándose por las calles adyacentes, para volverse a unir junto a las puertas de Ciudad Super Tazón.
Mario Woods fue abatido a tiros por la Policía de San Francisco a principios de diciembre del año pasado. Tras su muerte, se formó una nueva coalición para organizarse contra la violencia de la policía. Desde entonces la Coalición por la Justicia por Mario Woods ha celebrado numerosos foros comunitarios con funcionarios gubernamentales tanto elegidos como nombrados. El grupo organizó una protesta para interrumpir la inauguración del alcalde Ed Lee a principios de mes y se ha convertido en una presencia regular en el ayuntamiento.
El grupo planea continuar luchando hasta alcanzar sus tres demandas. Ellos están pidiendo que el jefe Greg Suhr renuncie o sea despedido, que el fiscal de distrito George Gascón culpe de asesinato a los oficiales involucrados en la muerte de Woods, y el grupo también está pidiendo una investigación independiente. Mientras ya se están dando los pasos preliminares para que el Departamento de Justicia investigue la muerte de Wood, miembros de la coalición expresaron su preocupación el sábado de que esto nunca llegue a materializarse.
La marcha del sábado marcó el primer día de Ciudad Super Tazón, un extenso festival vallado que ocupa varias cuadras céntricas cerca del Embarcadero Center y el Ferry Building. A pesar de que la entrada a Ciudad Super Tazón es gratuita, se pide a los visitantes que entren por una de las cuatro entradas y busquen sus bolsas mientras éstas pasan por un detector de metal para ganar la entrada.
Al cabo de unos minutos en que los inconformes bajaron por Union Square hacia la calle, la policía declaró que el evento era una marcha no permitida y utilizó altavoces para ordenar a la gente que se plegara hacia la acera. Sin inmutarse, la marcha continuó por Powell Street y Market Street mientras se dirigía a Ciudad Super Bawl.
La policía periódicamente repetía a los inconformes que regresaran a las aceras, pero sus llamados siguieron siendo ignorados mientras continuó la ruta con los oficiales flanqueando ambos lados de los manifestantes.
Pero cuando la marcha se acercó a la intersección de Market y Fremont Street, a una cuadra de la entrada principal a Ciudad Super Bowl, la policía se movilizó para detener a los manifestantes e impedir que siguieran adelante. Justo antes de que el frente de la marcha alcanzara la intersección, se formó una línea de policías a lo largo de Market e impidió que nadie, incluyendo algunos turistas confundidos, cruzara a Fermont Street.
Con los manifestantes ahora rodeados por tres lados por la policía, un oficial pidió por el altavoz que se replegaran por las aceras. Pero esta vez, en lugar de ignorar la orden, alguien de la coalición proclamó que se le permitiría a la gente continuar hacia Ciudad Super Tazón si todos abandonaban la calle. En unos minutos sólo quedaron en la calle los medios y la policía, pero el pasaje hacia adelante continuaba bloqueado por una barrera de policías.
La gente comenzó a susurrar planes para dispersarse en silencio y luego reunirse en la parte posterior de la Ciudad Super Tazón, cerca de la cabina de CNN. Más tarde esos susurros se convertirían en un rugido cuando el plan fue anunciado a través de un altavoz, alertando a la policía, pero de ninguna manera a intervenir.
Poco a poco la gente de la protesta se hizo camino atravesando la seguridad y encontró el punto premeditado. Finalmente cerca de 100 personas del grupo original reconvinieron y decidieron permanecer juntos en protesta silenciosa y enarbolar sus pancartas de apoyo a Mario Woods y su llamado al despido del jefe Suhr.
Algunos fans de Super Bowl se detuvieron a tomar fotografías de la marcha; otros incluso comenzaron a conversar con los inconformes. Al menos uno de ellos tomó una pancarta y se unió al contingente, pero otros los evitaban sin voltear a verlos y daban la espalda a la protesta mientras caminaban.
Después de permanecer en vigía frente al cartel gigante de la CNN, el grupo continuó su manifestación en un par de otros lugares de Ciudad Super Tazón, incluyendo al gigante icónico 50 que fue instalado específicamente para oportunidades de foto.
La manifestación del sábado es la primera de varias protestas que planean llamar la atención internacional creada por San Francisco, que alberga las festividades del Super Tazón en la semana que precede al gran juego, el cual tendrá lugar el domingo 7 de febrero en Santa Clara. Para más detalles sobre las próximas protestas puede consultarse www.sossanfrancisco.com.
El NFL celebrará sus propios eventos y entretenimiento como parte de Ciudad Super Tazón, y una candelarización de estos eventos puede verse en www.sfbaysuperbowl.com.
