miércoles, julio 17, 2024
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La Agenda de los Illuminati – décima parte de la serie

por Marvin J Ramirez

­Marvin  J. Ramírez­Marv­in­ R­­am­í­r­­ez­­­­­­

NOTA DEL EDITOR – (Para mejor entender este siguiente capítulo y los próximos de los Illuminati o Ilumindos, le sugiero leer el artículo anterior or anteriores).­

— Las oficinas centrales de la gran conspiración a fines de los 1700 estaban en Frankfurt, Alemania, donde la Casa de los Rothschild había sido establecida por Mayar (o Mayer) Amschel, quien adoptó el nombre Rothschild y ligó a otros financistas internacionales quienes literalmente vendieron sus almas al diablo. Después de la exposición del gobierno bávaro en 1786; los conspiradores movieron su sede a Suiza luego a Londres. Desde la II Guerra Mundial (después de que Jacob Schiff, el niño de los Rothschild en Estados Unidos murió); las oficinas centrales de la rama norteamericana han estado en el Edificio Harold Pratt en Nueva York y los Rockefellers, originalmente los protectores de Schiff, han asumido la manipulación de las finanzas en Estados Unidos para los Iluminados.

En las fases finales de la conspiración; el gobierno de un mundo consistirá en el dictador rey; el jefe de Naciones Unidas, el CFR, unos pocos multimillonarios, economistas, y científicos quienes han probado su devoción a la gran conspiración. Todos los otros serán integrados en una vasta conglomeración de una humanidad mongrolizada; en realidad esclavos.

Ahora déjenme mostrarles cómo nuestro gobierno federal y el pueblo norteamericano han sido succionados en la trama de un mundo de la gran conspiración de los Iluminados y siempre tengan en mente que Naciones Unidas fue creada para albergar ese un mundo, llamado conspiración liberal. Las verdaderas fundaciones de la trama de esta toma de Estados Unidos fueron establecidas durante el período de la Guerra Civil. No es que Weishaupt y las anteriores mentes maestras habían pasado por alto el nuevo mundo, como indiqué previamente; Weishaupt tenía a sus agentes plantados aquí hasta la Guerra Revolucionaria, pero George Washington más que calzaba para ellos.

Fue durante la Guerra Civil que los conspiradores lanzaron sus primeros esfuerzos concretos. Sabemos que Judah Benjamin, asesor jefe de Jefferson Davis, era un agente de los Rothschild. También sabemos que había agentes de los Rothschild instalados en el gabinete de Abraham Lincoln, quienes trataron de venderle un acuerdo fi nanciero con la Casa de los Rothschild. Pero el viejo Abe vio a través del esquema y lo negó rotundamente, incurriendo en la perenne enemistad de los Rothschilds; exactamente como lo hizo el zar de Rusia cuando torpedeó su primera Liga de Naciones en el Congreso en Viena.

La investigación sobre el asesinato de Lincoln reveló que el homicida John Wilkes Booth era un miembro de un grupo de conspiración secreto.

Debido a que había un gran número de altos funcionarios de gobierno involucrados; el nombre del grupo nunca fue revelado y se convirtió en un misterio; exactamente como el asesinato de Jack Kennedy sigue siendo un misterio.

Pero estoy seguro de que no permanecerá siendo un misterio por mucho tiempo.

De todas maneras, el final de la Guerra Civil destruyó temporalmente todas las posibilidades de la Casa de los Rothschilds para meterse en nuestro sistema monetario; tal como habían adquirido en Gran Bretaña y otros países de Europa. Digo temporalmente porque los Rothschilds y las mentes maestras de la conspiración nunca renunciaron entonces tuvieron que partir desde el principio; pero no perdieron tiempo para ponerse en marcha. Poco después de la Guerra Civil, un joven inmigrante, que se llamaba a sí mismo Jacob H. Schiff, llegó a Nueva York. Jacob era un joven con una misión para la Casa de los Rothschild. Jacob era el hijo de un rabino que nació en una de las casas de los Rothschild en Frankfurt, Alemania.

No voy a profundizar en sus antecedentes. El punto importante era que Rothschild reconoció en él no sólo un potencial mago de dinero; sino que más importante, también vio las latentes cualidades maquiavélicas en Jacob que podrían, como lo hizo, hacer de él un invaluable funcionario en la gran conspiración de un mundo.

Después de un comparativamente breve período de capacitación en el Banco de Londres de los Rothschild; Jacob partió a Estados Unidos con la instrucción de comprar una casa bancaria que sería el trampolín para adquirir control del sistema monetario de Estados Unidos.

En realidad, Jacob vino con cuatro tareas específicas.

1. La más importante, era adquirir control del sistema monetario de Estados Unidos.

2. Encontrar hombres adecuados, que por un precio, estarían dispuestos a actuar como subordinados de la gran conspiración y promoverlos en altos cargos en nuestro gobierno federal, nuestro Congreso y la Corte Suprema de EE.UU., y todas las agencias federales.

3. Crear conflictos de grupos minoritarios entre los países; particularmente entre los blancos y negros.

4. Crear un movimiento para destruir la religión en Estados Unidos, pero el Cristianismo sería el blanco principal. CONTINÚA EN LA PRÓXIMA EDICIÓN.

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