shared by/por México Desconocido
José, Huitlacoche, Medel fue odiado en México cuando venció al ídolo del pueblo, mientras que en Japón fue amado cuando venció al ídolo del pueblo
Si hubiera que mencionar a un boxeador nacional con el que los mexicanos fueron muy ingratos, ése sería el oriundo de Tepito, José, Huitlacoche, Medel. Aunque el cariño que no obtuvo en México terminó por conseguirlo en Japón, país en donde la gente lo puso en su muro de los ídolos del ring.
Poco antes de que empezara la década de 1950, Medel, de entonces 17 años, comenzó a alternar la venta de limones en el barrio bravo con entrenamientos para convertirse en pugilista profesional. Fue ahí cuando un entrenador le puso el mote de “Huitlacoche”, por su tono de piel oscuro tendiente al azul.
Sus peleas profesionales empezaron rápido. Era un muchacho de técnica, fino, dueño de una zurda fulminante, por lo que no tardó en ser llamado “la mejor mano izquierda de México” (título que sigue conservando hasta hoy por los doctos del mundo de las trompadas). Pronto llegó a ser de los estelares de la Arena Coliseo.
Pelea tras pelea Medel mejoraba. Su carrera iba creciendo, le ganó combates a figuras como Chucho Pimentel y Mundo Esparza, por mencionar algunos que tuvieron el infortunio de tratar de ganarle. Pero el 1ro de agosto 1959 le arrancó el triunfo por decisión a alguien a quien no debió: José, Toluco, López, otro astro mexicano en ascenso.
Tras esa victoria el “Huitlacoche” esperaba las ovaciones, el cariño de los mexicanos, pero no fue así. Oficinistas, comerciantes, amas de casa y borrachitos por igual le reclamaban en la calle el porqué había vencido al ídolo del pueblo. “El Toluco” había demostrado al pópulo que hasta un humilde albañil — por cierto “El Toluco” fue de los que construyó el Toreo de Cuatro Caminos, en donde pelearía después— puede aspirar a tenerlo todo.
A los mexicanos no les pareció que el Huitlacoche Medel le ganara al Toluco
“José Medel era un esteta del ring, debió ser un super ídolo, pero no lo fue porque venció al ‘Toluco’ López y lo venció con claridad diáfana, sin discusiones de los jueces, sin protestas”, declararía para un documental el finado José Sulaiman, quien fuera el presidente del Consejo Mundial de Boxeo.
Al Toluco López, famoso por terminar sus peleas con un golpe único, la gente le tenía cariño no sólo por venir desde abajo sino también porque le gustaba vivir a lo grande: muchas mujeres, fiestas excesivas en lugares en los que acostumbraba dejar propinas del doble del tamaño de la misma cuenta y sobre todo mucho pulque. Mientras que José, Huitlacoche, Medel, quien también había salido de la pobreza, era lo contrario: disciplinado, alejado de los vicios y un pugilista que supo manejar su éxito y el dinero que le estaba llegando.
José Medel sepultó su carrera en México tras ganarle la revancha al “Toluco”
Como fuera el público solicitaba una revancha, ésta llegó el 19 de noviembre de 1960 resultando todavía peor para el “Toluco”. En aquel encuentro José, Huitlacoche, Medel lo noqueó en el séptimo round de un pleito pactado a 12. Nuevamente los mexicanos se le fueron encima, de nada le valió vencerlo con limpieza y técnica, de nada le valió ser disciplinado tanto en su vida deportiva como familiar, pues no lograba la admiración deseada.
Al poco tiempo tomó la decisión de irse a vivir a Japón. Su primera presentación en el país del sol naciente le dio un triunfo por nocaut contra Masahiko, Fighting, Harada, el ídolo nipón de aquellos años. De inmediato el público japonés le regaló la admiración que el mexicano no había logrado en su tierra, pese a ver vencido a su astro.
José, Huitlacoche, Medel fue amado en Japón por su poder y disciplina
El “Huitlacoche” continuó ganando peleas en Japón, pero seguía extrañando México, y más porque ante sus éxitos en aquel país viajó a otros como Inglaterra, Brasil y Estados Unidos para enfrentarse a otros pugilistas de renombre, ganando en todos sus encuentros. Los japoneses empezaron a considerarlo uno de los suyos, a esto hay que agregar por cierto que Medel tenía rasgos faciales orientales.
El 3 de enero de 1967 José Medel se enfrentó de nuevo contra Masahiko por el título mundial, pero el mexicano sería derrotado por decisión. Sus aspiraciones campeoniles mundiales quedaron sepultadas.
Tuvo la oportunidad de continuar en Japón impulsando su carrera, pero extrañaba demasiado México, regresó para hacer su vida familiar y dedicarse a entrenar a promesas del boxeo. Murió el 1ro de febrero de 2001 a causa de cáncer, no recibió los honores más que de sus familiares y algunos aficionados que sí lo respetaban y recordaban.