Las deficiencias en la oficina del Fiscal General impiden un nuevo sistema de justicia penal
por Mexico News Daily
El nuevo sistema acusatorio de justicia penal de México continúa suspendido por deficiencias en la Procuraduría General de la República (PGR) que inhibe el enjuiciamiento de la delincuencia y, en consecuencia, ralentiza la lucha contra la impunidad.
Esa es la evaluación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que citó la inercia burocrática, la mala organización institucional, la indiferencia y las limitaciones técnicas entre los males que plagan a las autoridades encargadas de investigar el delito.
El banco realizó las observaciones en un informe que completó como parte del proceso de aprobación de una donación del BID de US $100.000 solicitada por la Secretaría de Finanzas para implementar proyectos para fortalecer el nuevo sistema, que entró en vigencia en julio del año pasado. El BID aprobó la financiación el mes pasado.
Los problemas surgen de las deficiencias en la infraestructura, organización, comando y operación de la PGR, dijo el banco, señalando las capacidades limitadas de la agencia para investigar el crimen y un marco organizacional que es ineficaz en el enjuiciamiento de casos criminales.
Para fortalecer el sistema, la JID dijo que la PGR debe revisar su modelo de compras de justicia y diseñar un plan maestro con estrategias claramente definidas que le permitan combatir el flagelo del crimen que está plagando al país.
El número de homicidios intencionales en 2017 llegó a 23,101 a fines de noviembre, lo que hace que este año sea el más violento en dos décadas.
El banco también dijo que estaba de acuerdo con un informe presentado en el Senado a principios de este año, que decía que el diseño organizacional de la PGR no era congruente con el nuevo sistema acusatorio y que era necesario cambiarlo.
Además, advirtió que un cambio de administración en 2018 también podría representar un riesgo adicional para la continuidad y retrasar la implementación del apoyo para el sistema.
El BID observó que a través de la Iniciativa Mérida -un acuerdo de seguridad entre los Estados Unidos, México y los países de América Central- se habían prometido más de 247 millones de dólares para apoyar a México en su transición al nuevo sistema.
El cambio institucional para su implementación se basa en las recomendaciones formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Las estadísticas de la encuestadora Latinobarómetro que muestran altos niveles de impunidad y una falta generalizada de fe en el sistema de justicia del país subrayan la necesidad urgente de implementar el sistema de una manera efectiva en la persecución y disuasión del delito.
Sus datos, incluidos en el informe de la JID, muestran que el 85 por ciento de los delitos denunciados no dan lugar a una sentencia, mientras que el 73 por ciento de las personas encuestadas tienen un alto nivel de desconfianza en los tribunales nacionales.
En julio, el sistema también fue objeto de duras críticas por parte del comisionado de Seguridad Nacional Renato Sales, quien dijo que había descendido a un “infierno procesal” y, en contra de su propósito, había conducido a un aumento del crimen.
Fuente: Milenio (sp).
Subasta de banco central no admite peso
La venta de $ 500 millones proporciona solo un breve respiro para debilitar el peso
Los esfuerzos por respaldar al peso mexicano en medio de una caída que lo ha visto operar a alrededor de 20 dólares estadounidenses no han logrado frenar la caída de la moneda.
El Banco de México (Banxico) subastó ayer US $500 millones en cobertura de divisas no programados, una medida diseñada para aliviar la presión sobre el peso. Pero solo brindó un breve respiro antes de que la moneda volviera a caer para terminar el día en 20.15 pesos por dólar.
El banco central tomó la decisión con el asesoramiento de la Comisión de Cambios, un organismo compuesto por funcionarios de la Secretaría de Finanzas (SHCP) y Banxico, que es responsable de la política cambiaria en México.
Explicó sus motivaciones para intervenir a través de un comunicado de prensa.
“Con el objetivo de fomentar mejores condiciones de liquidez, mejor descubrimiento de precios y operación ordenada [del mercado cambiario], la comisión ha decidido instruir al Banco de México para que venda coberturas cambiarias hoy [ayer] por el valor en moneda nacional de los Estados Unidos $500 millones”, dijo.
El banco central colocó US $250 millones en un contrato a término de 30 días y el otro US $250 millones en un contrato a plazo de 57 días.
Si el peso se ha reducido aún más cuando los contratos maduren, Banxico tendrá que pagar la diferencia en pesos, pero si la moneda sube, recibirá la diferencia.
La medida le permite al banco central respaldar el mercado cambiario sin comer en las reservas internacionales de México, actualmente valuadas en alrededor de US$ 172.5 mil millones.
La intervención siguió al peso depreciándose a su nivel más bajo en nueve meses el viernes pasado.
Los analistas han atribuido la caída a la alta inflación, la amenaza a la inversión planteada por la reforma tributaria en los Estados Unidos y los escándalos de corrupción del gobierno que podrían beneficiar al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Pero los analistas de Banorte-Ixe dijeron que la medida de ayer mostró que la SHCP y Banxico reconocieron que el reciente aumento en la volatilidad fue en gran parte resultado del paquete de recorte de impuestos de 1,500 millones de dólares firmado la semana pasada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La analista jefe de economía de Banco Base, Gabriela Siller, dijo que la tasa de cambio permanecería vulnerable en 2018 debido a la especulación relacionada con las elecciones presidenciales del 1 de julio. En febrero, la Comisión de Cambios anunció un programa de cobertura de US $20 mil millones para permitir un funcionamiento más ordenado del mercado de divisas.
La medida se produjo un mes después de que el peso se desplomó a 22 pesos por dólar justo antes de que jurara el presidente Trump.
Fuente: El Universal (sp), El Economista (sp), Dow Jones Newswires (es), El Financiero (sp)