por Fast Food Marketing for Youth
Un estudio de la Universidad de Yale, presentado el pasado 8 de noviembre durante la reunión anual de la Asociación Americana de Salud Pública, en Denver, señala que las cadenas de comida rápida aumentaron peligrosamente su publicidad dirigida a niños y adolescentes, dirigiéndose a menores desde los 2 hasta los diecinueve años de edad.
Los alarmantes resultados de la investigación, que por más de un año realizó el Rudd Center for Food Policy & Obesity de Yale, están basados en un aumento significativo de la publicidad que compañías como McDonald’s, Burger King y KFC dirigen a los más pequeños del hogar.
Por ejemplo, en comparación con los números de 2007, en 2009 los niños entre los 6 y los 11 años vieron 26 percent más avisos de McDonald’s, 10 percent más de Burger King y 59 percent más de Subway.
Esta industria gastó nada menos que $4.2 billones de dólares en publicidad en el último año y, según Yale, usó principalmente la televisión, Internet, los medios sociales y las aplicaciones de teléfonos móviles para captar la atención de los menores.
La coautora de la investigación, Ph.D. Kelly Brownell, señaló que “si realmente quieren ser considerados como parte del equipo en pro de lasalud pública americana, los restaurantes de comida rápida necesitan reducir drásticamente la cantidad de marketing que niños y adolescentes ven de ellos”.
El estudio, que incluyó a 12 cadenas de restaurante de comida rápida alrededor de los Estados Unidos, demuestra que los avisos publicitarios de esta industria hacen que un 40 por ciento de los niños que los ven pida a sus padres que los lleven a restaurantes de comida rápida, por lo menos una vez por semana. Y un 86 percent de los padres, que fueron encuestados durante la primera semana de noviembre 2010, aceptó que así lo hacen.
Asimismo, a pesar de que este tipo de restaurantes dice estar a favor de la buena nutrición de los flaamericanos, en especial de los niños, la investigación de Yale demostró que ni las porciones de las comidas se han reducido ni han ganado valor nutritivo; de las 3,000 combinaciones y 2,781 platos del menú que analizó la Universidad, sólo 12 están dentro del rango de lo saludable, todas las demás exceden valores de grasa, azúcar y sodio.
Aún peor, compañías que son observadas de cerca por el exceso de tamaño en sus porciones han optado por cambiar el nombre de los tamaños que ofrecen, en vez de eliminar aquellas porciones que son excesivas. Por ejemplo Burger King cambió el nombre de su bebida “King” de 42 onzas por el de “Large”, pero es exactamente la misma cantidad de soda, sólo un juego de palabras para hacer a la gente creer que están comiendo menos.
Otro preocupante hallazgo es que los adolescentes que compran comida en estos restaurantes, terminan consumiendo entre 800 y 1,100 calorías por vez, lo que significa la mitad del total de calorías que un muchacho debería absorber durante todo el día; es decir, es como si su niño de 13 años comiera la mitad de su almuerzo y la cena entera de una sola vez.
Los niños latinos y afroamericanos en la mira
Otro de los hallazgos importantes es que estas cadenas apuntan más a niños latinos y afro americanos que a blancos. Los niños hispanos ven en promedio 290 comerciales de televisión sobre comida rápida cada año, mientras que niños y adolescentes afro americanos son impactados con 50 percent más publicidad que sus pares blancos, en su mayoría comerciales de KFC y McDonald’s. Para los científi cos de Yale no es broma que estas cadenas de restaurantes de ban mejorar sus prácticas publicitarias. “A pesar de que claman querer mejorar sus estrategias de marketing, las compañías de comida rápida están dando un paso más allá para captar niños” se quejó la investigadora PhD. Jennifer L. Harris.