Queridos lectores:
Cumplir 21 años puede significar muchas cosas.
Para mí, fue casi como tener una estrella en el Salón de la Fama. Año tras año, ha sido un largo camino. Pero también ha sido muy divertido, con muchos sacrificios, trabajo duro y dedicación.
A quienes no me conocen, les diré que ha sido divertido, pero una diversión distinta.
Difícilmente he tenido una vida social en estos últimos 21 años, lo que en parte me ha impedido lograr un acto fundamental que la mayoría de las personas alcanzan: el matrimonio.
Atrás quedaron mis sueños de tener una familia amorosa, una esposa, hijos. Mi realidad fue estar sentado frente al computador día y noche y la mayor parte del tiempo escribiendo, editando, diseñando, llamando a clientes para que pongan anuncios en el periódico, y después de una larga semana de agotador trabajo, distribuir el producto en distintos negocios del Área de la Bahía de San Francisco. Mi hogar ha sido El Reportero – por los últimos 21 años. Generalmente me preguntan: ¿No estás cansado de todo eso? ¿Estás ganando dinero? ¡Siempre estás trabajando! ¡Sal a divertirte!
La verdad es que apenas notaba todas las cosas que las personas decían que me estaba perdiendo. Durante todos estos años nunca me cansé, o tal vez nunca me di cuenta de que lo estaba, y nunca supe si ganaba dinero o no, porque después de todo, después de mirar alrededor, ¿quién realmente gana dinero hoy en día? Veo personas que tienen tres o cuatro casas incluyendo dos o más negocios que supuestamente poseen, y adivinen qué, están endeudados hasta el cuello. Y en el momento en que llega la crisis pierden gran parte de esto. Entonces, pensé, el dinero no es lo que trae felicidad, es lo que haces, y junto con esto ganas el dinero que te permite cubrir todas las necesidades para ayudarte a ser feliz.
Para esas personas, mi lema es: “Cuando logras hacer lo que te gusta y de esa forma ganarte la vida – digamos con ese trabajo mágico- ¡simplemente has dejado de trabajar y has encontrado en vez un hobby de por vida!
Tu meta ya no es simplemente ganar dinero, siempre que tengas un techo sobre tu cabeza, comida y las otras amenidades en la vida. Tu pasión es tu hobby, y tu hobby es tu pasión. Y ese hobby mío que me ha mantenido ocupado por 21 años, me hace olvidar que ya no soy el joven de hace 21 años.
Mi hobby o mi trabajo soñado me da lo que ningún otro trabajo me da. Cuando termino la edición de la semana, decenas de miles de personas leerán lo que les doy para leer.
¿No es esa la sensación más emocionante y satisfactoria en el mundo, especialmente cuando sabes que tu producto está generando un impacto en las personas cada vez que imprimes una nueva edición?
Ya sean críticas, ya sean alabanzas a tu trabajo, siempre te enseña y te ayuda a crecer intelectual y espiritualmente. Me acerca a Dios, a mi Creador, al Gran Espíritu.
El Reportero nació en marzo de 1991, durante una clase práctica en el Departamento de Periodismo en la Universidad Estatal de San Francisco, cuando comenzaba mi tercer año en pos de mi título de periodismo. Y agradezco a los comerciantes que han apoyado este emprendimiento al arrendar espacio para publicitar su negocio, porque sin ellos El Reportero no existiría hoy.