por Marvin Ramírez
Mientras Obama muestra que ya no está jugando con frenéticas audiencias entusiastas, que se han dado cuenta de que es la mera continuación de las políticas de George W. Bush, y ha flaqueado en muchas de sus promesas de campaña, mientras algunos de los que lo estaban aplaudiendo hace unos pocos meses ahora se sientan en sus manos, o incluso pifian a la estrella, todavía hay algunos que mantienen la fe en él.
Son la comunidad inmigrante de la nación, la mayoría de los que todavía tiene familiares en el país sin un estatus migratorio y que viven en las sombras, mientras trabajan por poco para mantener a sus familias, muchos de ellos ciudadanos norteamericanos.
Aproximadamente 20 personas de un grupo de defensa de la inmigración, llamado SFOP, que congrega centros religiosos, comunitarios y escuelas, realizó un Día Nacional de Acción por los Derechos de los Inmigrantes frente al Edificio Federal el 16 de junio, “para decirle al Presidente Obama que mantenga sus promesas de campaña en cuanto a la creación de una exhaustiva reforma a la inmigración este año”.
El evento fue llevado a cabo un día antes de que el Presidente Obama se reuniera en la Casa Blanca con un grupo bipartidista de líderes congresistas en la reforma a la inmigración, la cual ha sido retrasada por segunda vez desde que asumió en enero.
Bajo un viento tan fuerte que parecía que un huracán venía hacia ellos, los hombres, mujeres y niños agarraron fuerte sus faldas y sombreros y rezaron y leyeron poemas, incluyendo la historia de Yvette Jimenez-Mota, de 16 años, quien en medio de la noche pensó que escuchaba voces de gente en su casa, pero se fue a dormir pensando que estaba soñando.
En realidad, no lo estaba.
Cuando Jimenez-Mota se despertó una mañana en diciembre de 2008, su vida había cambiado, como en la película El Mago de Oz, cuando un huracán envía a Dorothy lejos en su sueño, y se encuentra en otro mundo, uno onírico.
Cuando se despertó, el padre de Jimenez-Mota ya no estaba. Había sido llevado por el servicio de inmigración. Su madre, más tarde, fue llamada al centro de inmigración, bajo una premisa falsa, para ser inscrita en un archivo y que le pusieran un brazalete en el tobillo, y fue dejada en libertad bajo estricta supervisión, según la carta.
Con un trabajo a medio tiempo, la chica de 16 años, con su madre “oficialmente” desempleada y el padre en México, Jimena-Mota es la única proveedora de ambas.
“Mi papá no está aquí para mantenernos; no tenemos hogar y sólo comemos arroz y frijoles porque no tenemos suficiente para llegar a fin de mes”, dijo en la carta, la cual fue compartida durante la vigilia. La audiencia pidió ayuda financiera para la madre y su hija.
Según los críticos, Obama, como Presidente, tiene el poder para detener inmediatamente por decreto las redadas de inmigración, pero no lo ha hecho porque aquéllos tras él– el verdadero poder detrás del poder– no se lo permiten.
Durante los primeros 100 días de su presidencia, Obama salvó a banqueros y grandes corporaciones sobre las espaldas de la gente, ya que el dinero que entregó fue prestado al conglomerado de bancos privado, la Reserva Federal, que imprime los billetes (Notas de la Reserva Federal).
Para los que nunca ven medios alternativos, los críticos de Obama recomiendan ver un video llamado.
The Obama’s Deception, que fue estrenado en marzo. Saca a luz a aquellos por por quien trabaja Obama verdaderamente, y detalla sus planes ordenados por una corrupta elite bancaria.http://video.google.com/videoplay?docid=7886780711843120756.