[Author]Investigador que trabajó en experimento de redes sociales, financiado por DoD
por Steve Watson[/Author]
El controvertido “estudio emocional” de Facebook, que apuntó a cerca de medio millón de usuarios involuntarios de la red social para un experimento de condicionamiento psicológico, tiene vínculos directos con investigación financiada por el Departamento de Defensa concerniente a la probabilidad del disturbio civil.
El escándalo de Facebook ocupó los titulares esta semana, al tiempo que se reveló que esta compañía participó en un estudio financiado por el poder federal sobre cómo las emociones pueden modelarse en los medios sociales al controlar el contenido de los campos personales y decidir si se muestran materiales positivos o negativos.
Mientras que el hecho es en sí mismo impresionante, pararece que va aún más lejos.
Bloguistas y detectives de la red han señalado que la investigación parece estar, al menos en parte, conectada con un proyecto del Pentágono llamado Iniciativa Minerva.
El investigador y escritor del London Guardian Nafeez Ahmed ha señalado que el proyecto brinda “financiamiento a las universidades para modelar las dinámicas, riesgos y puntos de inflexión del disturbio civil a gran escala en todo el mundo”.
En otras palabras, el DoD quiere dominar cómo predecir, prevenir, manipular, controlar e incluso instigar el disturbio civil masivo. Lo quiere hacer a través de “herramientas operativas” relacionadas con “fuerzas sociales, culturales, conductuales y políticas”.
La iniciativa busca brindar concocimiento autorizado sobre “movilización y contagio del movimiento social”. Las redes sociales, incluidas Facebook y Twitter, son consideradas como indicadores clave en la investigación.
Se ha señalado que entre los créditos oficiales de la controvertida investigación recientemente llevada a cabo en Facebook, está citado como autor Jeffrey T Hancock, de la Universidad de Cornell. Hancock está también en la lista de la página web de la Iniciativa Minerva, donde se señala que recibió financiamiento del Departamento de Defensa por el estudio llamado “Cornell: Modelar el Discurso y la Dinámica Social en Régimenes Autoritarios”.
La sección de la página web dedicada al estudio incluye un programa de visualización que modela el esparcimiento de las creencias y el malestar.
Ésta no es la única conexión de la Universidad de Cornell con el estudio del Pentágono sobre el disturbio civil. Hay un segundo proyecto en la página web de Minerva intitulado “Cornell: Seguimiento de los Estallidos Críticos de las Masas a través del Contagio Social”.
El gobierno de los Estados Unidos, en conjunto con los militares, ha tenido desde hace tiempo el interés de estudiar el potencial del disturbio civil y cómo controlarlo, facilitarlo y combatirlo. El Colegio de Guerra de la Armada de Estados Unidos, junto con numerosos cuerpos de expertos, de alguna manera han estudiado el tema duranten años.
En años recientes, el auge de las redes sociales y su uso potencial para cultivar y organizar movimientos de protestas, ha provocado una nuieva urgencia del gobierno y los militares de adaptar y cooptar estas herramientas.
En años recientes, las llamadas revoluciones “de la primavera” han estado fuertemente centradas en torno al uso de los medios sociales, y muchos llegaron a sugerir que el gobierno y las fuerzas militares de Occidente habían, al menos en parte, controlado e incluso iniciado los disturbios en otras partes del mundo con fines estratégicos a través de los media sociales.
Recientemente surgieron noticias de la creación, en países como Cuba, de redes sociales militares falsas como Twitter, para manipular e influir en la opinión popular allí. Los militares también desarrollaron el software llamado “marioneta de calcetín”, para crear falsas identidades en la red y difundir propaganda en las casas y en el extranjero.
El gobierno también ha invertido grandes sumas en compañías que monitorean los media sociales y hacen un seguimiento de cómo las opiniones y la información se difunde en dichas redes.
Facebook ha estado y está profundamente conectada al programa PRISM de la NSA. A través de nformación filtrada, y por la propia admisión de la NSA, se ha señalado que Facebook no sólo sabe sobre ellos, sino que también coopera con el programa de espionaje masivo. La NSA también esta enmascarada en Facebook a través de falsos servidores, utilizándolos como plataforma de lanzamiento para recopilar información de los discos duros, para infectar millones de computadoras alrededor del mundo con programas nocivos como parte del programa de vigilancia de las masas.
La tendencia es clara: el gobierno y los militares han encontrasdo la manera de cooptar plenamente los medios sociales y convertirlos en una herramienta de control y manipulación social, y Facebook cooperó en este proceso. Infowars.com
En otro orden de
noticias sobre el control de la
población por el Big Brother:
Equipos de SWAT
suprimen la transparencia y se registran como corporaciones privadas
por Steve Straehley
El financiamiento federal, junto con donativos de equipo de excedentes de las guerras de Irak y Afganistán, han creado que los departamentos de policía local se vuelvan más militarizados. En ninguna parte esto es más claro que en la sobreutilización de los equipos de Armas y Tácticas Especiales (SWAT) para el cumplimiento de la ley en la política de cada día.Hoy algunas agencias están tratando de opacar las operaciones de SWAT, registrándose como corporaciones privadas.
En Massachusetts, muchos cuerpos de SWAT son manejados por consejos de aplicación de la ley (LEC). Financiados por agencias policiacas de su región, estos grupos son manejados por una junta de directores usualmente compuesta por jefes de los departamentos participantes. Pero sobre todo son financiados con dólares de los impuestos y por el personal y los miembros de las agencias públicas de aplicación de la ley; algunos de estos LEC se esconden tras identidades corporativas en los registros públicos.
Estos LEC se han incorporado bajo la sección 501c (3) de la ley de impuestos y afirman que están exentos de solicitud de registro público, según Radley Balko, del Washington Post. Estos equipos SWAT, que suman alrededor de 240 de los 351 del estado, salieron a la luz cuando el Sindicato de la Libertad Civil Americana (ACLU) pidió obtener registro público por un reporte sobre la militarización de las agencias de policía norteamericanas. El LEC simplemente se rehusó a esas solicitudes, diciendo que no estaban obligados de ningún registro.
El ACLU respondió entablando una demanda contra LEC, el Consejo de Aplicación de la Ley del Noroeste de Massachustts (NEMLEC). “NEMLEC no puede tenerlo en ningún caso”, declaró el abogado de ACLU en Massachusetts, Jessie Rossman. “O es una entidad pública, tema de leyes de registros públicos, o lo que está haciendo es ilegal.”
Pero mantener registros fuera de la vista pública es una forma de LEC para lidiar con incidentes como aquél en que Eurie Stamp, padre de 68 años con 12 hijos, fue disparado y muerto por el cuerpo SWAT que llegó a su casa de Frammingham, Massachusetts, para arrestar a la novia de su hijo. El sospechoso fue arrestado afuera de la casa, pero la policía irrumpió de todas formas, y Stamp murió tras el disparo de un oficial.
El estudio de ACLU mostró que los equipos SWAT pueden irrumpir en una casa durante una redada de droga o para otros operativos. Además, la mitad de los operativos de SWAP están relacionados con los negros o los latinos. Sólo un 20 por ciento se refieren a cuestiones de blancos.
Otro punto sobresaliente del reporte de ACLU es el uso creciente de equipos de estilo militar por los equipos SWAT. Muchos equipos, incluso los que trabajan en pequeñas ciudades, están obteniendo excedentes federales con los que consiguen rifles de asalto, uniformes de batalla y camiones de operaciones, como el que se utilizó en la Universidad Estatal de Ohio para monitorear las actividades del juego de futbol.