lunes, diciembre 23, 2024
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“Estoy donde quiero estar, donde debo estar, donde la vida me trajo’, Richard Ybarra

Sus planes son conseguir más fondos y extender los programas a otros condados

 

A casi 7 meses de haber asumido el cargo de director ejecutivo de la organización Mission Neighborhood Centers (MNC), Richard Ybarra reveló que se siente muy a gusto.

“Estoy donde quiero estar, donde debo estar, donde la vida me trajo”, dijo en entrevista con El Reportero.

Ybarra sustituyó a Sam Ruíz, quien se retiró del puesto, 40 años después de trabajar para Mission Neighborhood Centers. 

¿Cuáles fueron los problemas más apremiantes con los que se encontró el 1 de marzo cuando se hizo cargo de MNC?

“Llegué a la mejor organización de mi carrera. La calidad es alta y tengo un gran equipo”.

Pero dos o tres semanas más tarde, Richard se dio cuenta que hacía falta promover más el nombre de Mission Neighborhood Centers.

“Tenemos una organización que ha hecho tanto trabajo con tanto éxito, pero lo hacemos bajo varios nombres, pero no bajo nuestro propio nombre”.

Así que él mismo se dio a la tarea de preguntarle a la gente a la que llevan comida, si sabían de dónde venía. “Viene del gobierno, me dijeron, pero ninguno mencionó nuestro nombre».

También pasó lo mismo con el programa Head Start. “Hablé con 90 y tantos padres, y me decían lo mucho que querían a Head Start, pero nunca mencionaba el nombre nuestro”.

Como consecuencia, en los próximos meses, el nuevo líder de los MNC dijo que van a trabajar para que en todos los campus aparezca el área donde está situado el nombre de la organización.

Fallas en la comunicación

Richard dijo que otro problema que observó es la comunicación. “Tantos años de esfuerzo y servicios, pero no los hemos comunicado a la comunidad. Queremos cambiar eso para que sepan lo que estamos haciendo”.

Hizo ver que además buscan diversificar sus fondos.

“Aparte de los fondos del gobierno que nos llegan en cantidades hasta por 24 millones de dólares por año, queremos buscar recursos sin restricciones. Para eso necesitamos difundir nuestra historia, de manera que la gente de altos ingresos sepa lo que hacemos y nos apoyen”.

¿Qué problemas más urgentes ha encontrado en la comunidad?

“En cualquier año, las situaciones bajo las que viven las personas pobres son importantes y significativas. Durante la pandemia, aumentaron sus problemas. En esta ciudad, el costo de vida es el más alto de todo el estado. Es muy difícil ser pobre en San Francisco”.

Y agrega que el desplazamiento de los latinos sigue. “Lo que pasa con el alto costo de vida es que muchas familias se están moviendo fuera del barrio de la Misión porque cuesta mucho vivir aquí”.

Él mismo lo notó cuando se mudó con su familia de San Diego a San Francisco.

“Desde mi punto de vista, el costo de vida es casi el doble entre San Diego y San Francisco. Un corte de cabello cuesta allá $18, aquí $38; un lavado de carro, allá $15, aquí $28 o $30. El costo de la renta por un departamento de dos recamaras es de $2,900 en San Diego; y aquí de $3,900 o más”.

Pero a pesar de que los problemas han crecido con la pandemia para los latinos, reconoció que le reconforta saber que al mismo tiempo, crecen los esfuerzos de las familias para sobrevivir y enfrentar todos los obstáculos. “También las organizaciones como la nuestra buscamos la manera de asistirlos”.

¿Ha notado un incremento de los desamparados latinos en San Francisco?

“Puede que sí, pero hay una explicación. A diferencia de los demás grupos, precisamente por el alto costo de vida, los latinos están a un paso de ser homeless. Técnicamente habría más desamparados en las calles, sino es porque vivimos en una sala, un carro, un patio, un garaje, una recámara. Por vivir en esas circunstancias, Covid nos tocó más”.

¿Cuáles serán sus prioridades para lo que resta del año y el 2022?

“Tengo 7 meses, ya casi ocho meses en el cargo. A los nueve meses, empezaré a formar nuevos planes para el año entrante. Ahora queremos seguir con los programas que tenemos, seguir ayudando a ancianos, a los jóvenes y con los programas de preescolar”.

Dijo que bajo el programa de asistencia de la renta, repartieron más de $3 millones a 400 familias, muchos de ellos ancianos.

Uno de sus planes es buscar más fondos que no sean del gobierno para poder empezar programas y ayudar a la gente en otros condados como San Mateo, Contra Costa, Monterey.

“Se nos han acercado grupos de esos condados y estamos explorando movernos un poco fuera de aquí. Esperamos en el futuro poder ayudar más».

En la actualidad, dijo que ayudan a 15,000 personas al año, pero le gustaría mucho ampliarse y asistir a 30,000. «La necesidad está creciendo y nuestra capacidad debe crecer para ayudar a más familias”.

Por tanto, indicó que su prioridad es seguir con lo que tienen para enseguida ampliar.

Al hacer un recuento de los siete meses que lleva al frente de los Mission Neighborhood Centers , Richard dijo que no ha tenido ni un día malo. “Este trabajo es el sueño de mi vida. Nunca en mi vida hasta que llegué aquí, pude contestar la pregunta, ¿qué quieres hacer cuando estés grande? Lo supe hasta que llegué aquí; y lo que quería hacer es estar en este puesto y con este equipo en San Francisco”.

Y aunque quiere mucho San Diego, su pueblo de nacimiento, se siente muy a gusto en la organización Mission Neighborhood Centers.

“La semana pasada me llamaron de una compañía de reclutamiento para decirme que tenían interés en que regresara a San Diego para hacerme cargo de un puesto semejante”.

El trabajo que le ofrecían estaba en el barrio donde nació.

“Esa oferta de trabajo fue una tentación, pero no acepté porque aquí tengo mi compromiso y aquí me voy a quedar. Este es el trabajo que he buscado toda mi vida, sin saber”.

Reconoció que nunca pensó en mudarse a San Francisco, pero cuando se dio cuenta que dirigir Mission Neighborhood Centers era el trabajo de su sueño, y tras haber reflexionado mucho durante la pandemia, y platicar con su esposa que es de San José, decidió buscarlo.

“He tenido días con mucha presión, pero ningún día malo en siete meses, y estoy muy a gusto trabajando y tratando de que nuestro equipo sea mucho mejor de lo que ya es, para ayudar a más gente”.

Richard concluyó la entrevista con una reflexión sobre covid-19.

“Nunca vamos a saber exactamente el impacto que ha tenido la pandemia en nuestras vidas y en nuestras mentes porque nunca hemos pasado por una época como ésta”.

Lo bonito, dijo, es ver el espíritu de la gente que siempre busca mejorar, avanzar y luchar por el bienestar de sus familias y sus hijos.

“Tengo un nieto de 10 años, y todos los días pienso en su futuro. La gente todos los días hace ese esfuerzo por sus hijos. Esta pandemia nos ha enseñado que tenemos que seguir adelante, nunca sentirnos derrotados, siempre buscando el triunfo porque para eso venimos a este país”.

 

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