Contenido patrocinado por JPMorgan Chase
Las finanzas son diferentes para todos, y también lo son los cambios sustanciales de vida por los que todos pasamos. Un fondo de emergencia es tu línea de defensa financiera frente a aflicciones de la vida. Aunque existen muchas reglas generales financieras, no existe una forma «normal» de manejar tu fondo de emergencia.
La conclusión: ahorrar dinero es la primera línea de defensa para el bienestar financiero, especialmente cuando sucede lo inesperado. Si bien nadie puede predecir el futuro, todos pueden prepararse para él.
El gerente comunitario local de Chase en San Francisonos ofreció algunas ideas sobre cómo ahorrar para lo inesperado.
¿Cuál es el motivo de mi fondo de emergencia?
Tu fondo de emergencia es una red de seguridad que puede ayudarte a evitar una situación financiera difícil debido a una pérdida de ingresos o gastos únicos inesperados. Tener uno establecido puede reducir el estrés, la ansiedad y otras emociones que podrían dificultar mucho más el manejo de los aspectos no financieros de una emergencia.
Puede parecer un poco obvio que un fondo de emergencia es para emergencias. Sin embargo, uno de los aspectos desafiantes de un fondo de emergencia es saber qué gastos califican como una emergencia. El único propósito de este fondo es prepararte para los costos que no puedes planear o que normalmente no planearías. Por ejemplo, los cambios de aceite y las llantas nuevas son gastos predecibles del vehículo que debes planear en tus ahorros habituales. Sin embargo, normalmente no planearías los costos en los que podrías incurrir en el caso improbable de que necesites hacer reparaciones de emergencia en el hogar o pagar gastos médicos de emergencia. Estos los cubrirías con tu fondo de emergencia.
¿Cuánto necesito?
¿Cuánto costaría una calefacción nueva? Si no pudieras trabajar, ¿cuánto necesitarías para cubrir los gastos esenciales hasta que pudieras hacerlo? Hacerte este tipo de preguntas te ayudará a establecer una meta para tu fondo de emergencia.
La regla general es que necesitas de tres a seis meses de gastos esenciales. Sin embargo, siempre puedes comenzar con una meta que consideres alcanzable. Digamos, $1,000. Una vez que alcances esa meta, intenta tres meses de alquiler, luego tres meses de gastos esenciales, y así sucesivamente.
El seguimiento de tus gastos puede ayudarte a calcular los gastos mensuales. Completar este ejercicio también te puede ayudar a determinar cuánto puedes permitirte ahorrar para tu fondo de emergencia cada mes.
¿Cómo puedo ahorrar todo eso?
– Comienza con algo pequeño: si no has comenzado, considera poner $25 de cada cheque de pago en una cuenta de ahorros. Incluso unos pocos dólares pueden tener un gran impacto a largo plazo. Consulta tu presupuesto o plan de gastos para ver cuánto puedes ahorrar después de haber pagado los gastos esenciales y antes de presupuestar gastos discrecionales.
– Mantenla separada: abre una cuenta de ahorros separada para ayudarte a resistir la tentación de echarle mano. Recuerda, esta cuenta es para emergencias, así que mantenla alejada de tus cuentas de gastos diarios y sepárala de los ahorros para vacaciones y días festivos. Este método te ayudará a permanecer organizado, visualizar tu progreso y proporcionar tranquilidad.
Automatiza tus ahorros: una forma de automatizar es mediante depósito directo. Es posible que puedas indicarle a tu empleador que deposite una parte de tu cheque de pago directamente en tu cuenta de ahorros de emergencia cada período de pago. Alternativamente, puedes configurar una transferencia automática desde tu cuenta de cheques principal a tu cuenta de ahorros de emergencia el día de pago. Ambos métodos evitan que agregues una transferencia manual a tu lista de tareas pendientes que puede pasarse por alto si estás muy ocupado.
¿Alguna vez necesitaré cambiar la cantidad?
A medida que tu vida cambia, la cantidad que necesitas en tu fondo de emergencia también cambiará. Es una buena idea revisar tu plan de fondo de emergencia cada seis meses o cada vez que atraviesas por un cambio sustancial de vida que afecte tus ingresos. El matrimonio, comenzar o hacer crecer tu familia, comprar una casa y el divorcio son solo algunos ejemplos de cuándo puedes necesitar incrementar tu fondo de emergencia. Un buen plan de ahorro puede, junto contigo, resistir tus dificultades.
¿Cómo priorizo los ahorros de emergencia frente a las deudas y otras metas?
Decidir si debes reducir las deudas, ahorrar para otras metas o aumentar tu fondo de emergencia se relaciona todo con el panorama general. Todos tienen finanzas diferentes, por lo que el panorama variará de persona a persona. ¿Qué te afectará más financieramente? ¿Pagar deudas y ahorrar dinero a largo plazo o tener un plan B que te permita seguir haciendo pagos mínimos si pierdes ingresos? No hay respuesta correcta o incorrecta.
Tu fondo de emergencia está ahí para ayudarte a contabilizar lo inesperado. Entonces, ¡haz un plan y prepárate para lo que se te presente!