por Dale Hurd
Recientemente, el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, ha dicho que la educación en casa no es un derecho de los padres. Es una declaración que algunos dicen debiera asustar a los padres estadounidenses.
Países como Alemania y Suecia muestran que cuando los gobiernos quitan los derechos de escolaridad en casa, es una pendiente resbaladiza hacia la remoción de los derechos de los padres.
EE.UU. el Refugio o No
La familia Romeike llegó a Estados Unidos desde Alemania hace cinco años con la esperanza de encontrar refugio. Querían educar a sus hijos en casa, con libertad y un juez federal les concedió asilo.
Pero ahora el gobierno de Obama ha estado tratando de deportarlos, con el argumento de que la educación en casa no es un derecho. El caso se encuentra actualmente ante un tribunal federal de apelaciones.
Uwe y Hannelore Romeike comenzaron la educación en casa en Alemania porque no querían que sus hijos estuvieran expuestos a cosas como la brujería y educación sexual gráfica, que se enseña en las escuelas alemanas.
“Hay historias en las cuales (escolares) eran alentados a pedirle ayuda al diablo en vez de a Dios y en realidad el diablo ayudaría (en la historia)”, dijo Uwe.
“Cuando nos enteramos de lo que hay en los libros de texto, que es exactamente lo contrario de lo que la Biblia nos dice y nos enseña, y queríamos proteger (a nuestros hijos)”, añade su esposa Hannelore.
Sin embargo, la educación en casa es ilegal en Alemania, salvo en casos excepcionales. Y muchos padres que educan en casa son procesados con multas, cárcel o con la pérdida de sus hijos.
¿Quiénes son educados en casa se van al exilio?
La mayoría de quienes son educados en casa en Estados Unidos son dejados en paz. Pero ¿y si los políticos del estado y el gobierno federal comenzaran a movilizarse contra esto?
Dos de los peores países para la educación en casa son Alemania y Suecia. Si quiere ver lo que pasaría si se prohibiera la educación en casa en Estados Unidos, vaya a Suecia, donde el gobierno controla la educación y el movimiento para la educación en el hogar ha sido aplastado.
De hecho, el presidente de la Asociación sueca de Educación en el Hogar, Jonas Himmelstrand, tuvo que llevar a su familia al exilio. Huyeron a Finlandia.
“Estamos en exilio. Nos vimos forzados a salir de nuestro país y eso tiene un mayor impacto de lo que puedo imaginar”, dijo a CBN News. “Este era nuestro país. Este era el lugar donde teníamos nuestros amigos y relaciones de negocios y un montón de cosas y ahora estamos empujados afuera”.
El abogado Michael Donnelly, de la Asociación de Defensa Legal de la Educación en casa, calificó la situación de “increíble para un país como Suecia, que se llama una nación libre, una democracia, por así decirlo”.
Rubí Harrold-Claesson, Presidente del Comité Nórdico para los Derechos Humanos, fue aún más lejos, calificando a Suecia de una dictadura donde los trabajadores sociales dicen a los padres lo que deben hacer.
“Suecia afirma ser una democracia, pero es mucho menos. Es una dictadura”, dijo. “Los trabajadores sociales dictan cómo la gente debe vivir. Usted no debiera ser diferente. Usted no debiera ser diferente a nadie en Suecia. Todos deben ser uniformes. Ellos quieren tener estos niños clónicos”.
Claesson también es el abogado que representa a Christer y Annie Johansson, que han perdido la custodia de su hijo Domenic, a causa de la educación en casa. Después de Domenic fue secuestrado por funcionarios suecos, la salud de Annie se deterioró.
Christer dijo que el Reporterestrés de este sufrimiento está matando a su esposa.
“Si no podemos resolver este asunto pronto, Domenic ya no tendrá una madre”, dijo.
Rusia, un paraíso para la educación escolar
Países como Alemania y Suecia podrían aprender un poco acerca de los derechos de los padres en, quién lo diría, Rusia, que es una de las naciones más libres para la educación en casa.
“Tenemos total libertad de educación en el hogar en Rusia, en términos de legalidad”, dijo Pavel Parfentiev, defensor de los derechos de la familia en Rusia.
“La Federación de Rusia es una especie de campeona en los derechos humanos en esta área específica, por lo que, por supuesto, creo que es un buen ejemplo para Alemania y Suecia, donde se persigue a quienes educan en casa”, dijo.
Entre los perseguidos, el alemán que educa en el hogar, Juergen Dudek ha sido llevado ante los tribunales cada año durante los últimos 10 años por el Jugendamt alemán u Oficina de la Juventud.
“La Oficina de la Juventud, que yo llamaba la ‘Gestapo para los jóvenes’. Tan pronto como te encuentran, tan pronto como se apoderan de ti, realmente estás en problemas”, dijo Dudek.
El educador en casa alemán, Dirk Wunderlich y su esposa han perdido la custodia de sus hijos, a pesar de que todavía se les permite vivir con ellos. También le dijo a CBN News que espera ser enviado a la cárcel, pero que nunca dejará la educación en el hogar.
“Pero yo no tengo miedo. Sólo estoy triste por mi familia. Voy a ir (a la cárcel) riendo. Puedes hacer lo que quieras, pero mis hijos no van a ir a la escuela”, dijo.
¿Estados Unidos segura para la educación en casa?
En Estados Unidos, se levantó una bandera roja a principios de año cuando el Departamento de Justicia sostuvo en el caso Romeike que la educación en casa no es un derecho humano fundamental.
Una fuente cercana al caso dijo que la Casa Blanca se preocupa más por las relaciones con Alemania que de una familia en busca de asilo político.
El asilo para los Romeikes podría abrir las compuertas para los refugiados de Alemania, avergonzando al gobierno alemán.
Uwe Roemike, que se gana la vida como profesor de piano, sabe qué esperar si son deportados.
“Primero nos cobrarían multas más altas y nos amenazarían con quitarnos la custodia”, explicó.
“Puede que también seamos encarcelados, pero la principal amenaza es el aspecto de la custodia, porque entonces, por supuesto, los niños son separados de uno unapor completo y ninguna familia quiere eso”, dijo.
Uwe dijo que el hecho de que la Casa Blanca estaría dispuesta a negar la libertad de educación en casa a su familia, debe preocupar a todos los norteamericanos que educan en casa.