por Marvin J. Ramirez
Marvin J. Ramirez
¿Puede realmente alguien parar los incrementos de los precios del petróleo, y la especulación? Lo dudo.
A como dijo Hugo Chávez de los Estados Unidos recientemente, en uno de sus discursos antiBush, que estamos adictos al petróleo. Y sí, lo estamos – porque la maquinaria propagandista aliada a la industria del automóvil ha convencido a la mayor parte de nosotros durante décadas que tenemos que comprar coches, sin darnos la opción para comprar coches que no usan gas.
La industria de la construcción también ha participado en el plan de esclavizar a los norteamericanos al petróleo, diseñando centros comerciales en las afueras de las ciudades, donde sólo en coche uno puede ir de compras.
Y usted puede añadir a estos nuevos diseños las creaciones de ciudades aisladas, como las ciudades en el Este de la Bahía San Francisco, donde uno puede movilizarse alrededor sólo en coche. Los vehículos sin gasolina han existido durante décadas. La tecnología ha estado alrededor por bastante tiempo como para haber sustituido los coches que queman gasolina. Éstos son coches que ahora existen en pequeños números a través de los Estados Unidos, y que ellos andan con hidrógeno y agua.
El Congreso estadounidense así como la mayor parte de políticos y funcionarios públicos han estado recibiendo, de una u otra forma, ventajas económicas enormes por su apoyo a la industria automotriz y a la petrolera. Por eso vemos sólo dos partidos políticos que dirigen nuestro gobierno durante décadas. De ahí es que seguimos reciclando las mismas ‘políticas públicas.’
Justo recientemente, la industria aeronáutica habló claro y pidió al público escribir a nuestros miembros del Congreso y exigir que ellos saquen a los especuladores de las transacciones, ya que ellos son realmente quiénes hacen encarecer el precio del petróleo tan alto posible, sin importarles que su esfuerzo provoque un colapso económico debido al coste alto de la energía.
Hoy los Demócratas acusan a la cuadrilla de Bush-Cheney por ‘hacerse de la vista gorda’ a la especulación excesiva, pero esto es solamente una hipocresía grande. Ambos partidos políticos son los únicos partidos que sostienen el poder en el Congreso y el Poder ejecutivo, debido a la infl uencia petrolera, automotriz, y por supuesto, el patrocinio de la banca.
Los precios bajarán ahora unos centavos durante unas semanas para calmar al escandalizado e inocente público norteamericano, pero así como toda la especulación empezó hace poco con precios que van por delante de 2.00 dólares el galón, y luego volvieron a bajar unos centavos para calmar la ansiedad de la gente, estos llegaron a pasar los 3.00 dólares. Y lo mismo pasa ahora – una manipulación emocional y económica. Te los suben bastante, y te los bajan poquito.
El juego político es así como el béisbol, la pelota es jugada por ambos lados, pero siempre entre los dos equipos.
Los precios altos y la especulación van de la mano y son parte del mismo juego. Nadie puede parar la subida de los precios. Llegarán pronto a los $7.
