por Marc Heller
Mientras Fidel Castro anunció el 19 de febrero que renunciaba a la presidencia cubana, no todos a este lado del Estrecho de Florida se compra la idea de que está dejando de lado el poder.
Los legisladores cubano-norteamericanos en Florida tienen una indiferente respuesta. Un experto en Cuba de Miami Dade College dice que el ritmo de los cambios todavía depende en gran parte de Fidel, no de su hermano Raúl, a quien le pasó la presidencia.
Si Castro está gravemente enfermo e incapacitado, como sugieren las evidencias, la transferencia de poder será lo suficientemente genuina para permitir relajar las políticas económicas y posiblemente habrá más libertad para viajar fuera del país, dice el profesor de sociología de Miami-Dade College, Juan Clark.
Pero si Fidel está lo suficientemente bien, es poco probable que se rinda absolutamente al control, dice Clark, autor de Cuba: Myth and Reality (Cuba: Mito y Realidad).
El análisis de Clark es parte del educado juego de adivinar luego de casi cinco décadas del mandato de un solo hombre. “Si está totalmente incapacitado y Raúl realmente asume el poder, deberíamos ver acción para ayudar a la condición económica”, dijo Clark en una entrevista telefónica.
Una clara indicación, sugiere, será si Fidel aparece en público, algo que no ha hecho en bastante tiempo.
Clark no está solo en su escepticismo. Los cubanos de Florida que están en el Congreso, todos Republicanos, no han subido el perfil a la nticia. “No ha habido un cambio en la Cuba to- talitaria”, indica el Rep. Lincoln Díaz-Balart.
“Fidel Castro ha estado muy enferemo e inmóvil por más de un año y medio.
Pero las declaraciones escritas del dictador tienen el efecto de decretos totalitarios, sean fi rmados bajo el título de Comandante en Jefe, Camarada o simplemente bajo su nombre”. El hermano de Díaz Balart, Mario, también miembro de la Cámara, of rece una declaración similar.
“Él todavía es un dictador y está en control. El verdadero cambio no comenzará hasta que todos los prisioneros políticos sean liberados, los partidos políticos, los sindiatos y la prensa libre sean legalizados, y comience un proceso de elecciones libres, supervisadas y multipartidistas”.
El Senador de EE.UU. Mel Martínez dice con cautela que el anuncio puede llevar al progreso. Pero en una carta a la Secretaria de Estado Condoleezza Rice, 104 miembros del Congreso, en su mayoría Demócratas, se apegan a la idea de que el poder real está cambiando. Ningún representante de Florida firmó.
“Por cinco décadas, la política de EE.UU. ha intentado sanciones económicas y aislamiento diplomático”, escribieron los legisladores. “Nuestra política nos deja sin influencia en este momento crítico, y esto no es bueno ni para el interés nacional de EE.UU. ni para el cubano promedio, los supuestos benefi ciarios”.
La Rep. Ileana RosLehtinen, quien, al igual que Mel Martínez huyó de Cuba cuando niño, tomó la oportunidad para pedir un juicio inicial a Castro en Estados Unidos bajo cargos de asesinato relativos a la toma de aviones en 1996 que trasladaban cuatro activistas anti-Castro desde Cuba y que alegaron que estaban violando su espacio aéreo.
Si Raúl Castro obtiene poder real, la liberación económica podría llegar rápidamente, dice Clark.
Califi ca a Raúl como una “persona (más) normal” que su hermano y sugiere que podría liberar algunos prisioneros políticos si cree que su main beef es con Fidel.
Hispanic Link.