sábado, noviembre 23, 2024
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El ‘reloj’ interno hace que algunas personas envejezcan más rápido y mueran más joven

Un estudio podría explicar por qué incluso con estilos de vida más sanos algunas personas mueren más jóvenes que otras, y plantea la posibilidad futura de extender la esperanza de vida humana

por Hannah Devlin

Científicos han encontrado la evidencia más definitiva de que algunas personas están destinadas a envejecer más rápido y morir más jóvenes que otras – independientemente de su estilo de vida.

Los hallazgos podrían explicar la aparentemente azarosa e injusta manera en que la muerte se reparte, y plantea la intrigante posibilidad futura de poder expandir la esperanza de vida humana natural.

“Hay gente que es vegana, que duerme 10 horas al día, tiene un trabajo de bajo nivel de estrés y termina por morir más joven”, dice Steve Horvarth, un bioestadista que dirigió la investigación en la Universidad de California, en Los Ángeles. “Hemos demostrado que hay personas que tienen una tasa más rápida de envejecimiento”.

Una mayor edad biológica, independientemente de su edad actual, está consistentemente ligada a una muerte más temprana, según encontró el estudio. Para el 5 por ciento de la población que envejece más rápido, esto se traduce en un riesgo promedio mayor de aproximadamente 50 por ciento de morir a cualquier edad.

Es interesante que los cambios biológicos vinculados al envejecimiento son potencialmente reversibles, planteando el prospecto de tratamientos futuros que pueden detener el proceso de envejecimiento y ampliar la esperanza de vida humana.

“La gran esperanza es que encontremos intervenciones antienvejecimiento que podrían alentar la tasa de envejecimiento innato”, dice Horvarth. “Éste es un hito importante para realizar ese sueño”.

El “reloj” de envejecimiento de Horvarth se basa en medir sutiles cambios químicos, en los cuales los componentes de metilo se conectan o desconectan del genoma sin alterar el código subyacente de nuestro DNA.

Previamente, su equipo encontró que los niveles de metilo en 353 sitios específicos del genoma se elevan y descienden según un modelo muy específico cuando envejecemos – y este modelo es consistente entre la población. El último estudio, basado en un análisis de muestras de sangre de 13,000 personas, mostró que algunas personas son impulsadas a lo largo de las líneas del tranvía biológico de la vida mucho más rápido que otras –independientemente del estilo de vida.

“Encontramos personas de 20 años que envejecen pronto y los vemos 20 años después y aún son de envejecimiento rápido”, dice Horvarth. “El punto aquí es un proceso innato”.

Los científicos encontraron que los indicadores de salud conocidos, como el tabaquismo, la presión sanguínea y el peso, eran útiles para predecir la expectativa de vida de 2,700 participantes que murieron desde que comenzó el estudio, pero cuya tasa de envejecimiento también tuvo un efecto significativo.

En un ejemplo ficticio, los científicos comparan dos hombres de 60 años, Peter, cuya tasa de envejecimiento es mayor de 5 por ciento, y Joe, cuya tasa es menor de 5 por ciento. Si ambos fuman y tienen trabajos estresantes, Peter tiene una posibilidad de 75 por ciento de morir en los próximos diez años en comparación con la de 46 por ciento de Joe.

Esta no es la primera vez que los científicos han observado los llamados cambios epigenéticos del genoma con la edad, pero previamente se consideró que estaban ocasionados por factores ambientales, más que indicar el tictac de un reloj biológico interno.

Wolf Reik, profesor de epigenética en la Universidad de Cambridge quien no participó en el trabajo, dijo: “ahora parece que te han dado un reloj cuando eras joven. Tiene cuerda y el ritmo de su tictac es dictado por la maquinaria epigenética”.

“Estoy seguro de que las compañías de seguros ya han estado interesadas en esto”, añadió.

Horvath dijo que no tiene planes de comercializar la prueba, que cuesta alrededor de $300 por muestra en su laboratorio, pero admite que ha analizado su propia sangre.
“Actualmente tengo 48 y la prueba indica que tengo cinco más, lo cual no me gustó mucho”, dice, pero agrega que para un individuo factores como presión sanguínea y tabaquismo son más decisivos. “Mi tasa innata de envejecimiento es demasiado rápida para convertirme en centenario, pero por otro lado no me preocupa”.

El estudio, publicado en la revista Aging, sugiere que el envejecimiento acelerado, más que un simple estilo de vida más riesgoso, puede explicar por qué los hombres mueren más jóvenes. Incluso a los cinco años, explica Horvarth, las diferentes velocidades de envejecimiento entre los géneros ya era aparente, y alrededor de los cuarenta se abre una brecha biológica de 1-2 años. “Las mujeres siempre envejecen un poco más lentamente que los hombres”, señala. “No es el estilo de vida sino el proceso innato de envejecimiento el que favorece a las mujeres.”

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