por Felicia Mello
La oficial de la Policía de S.F. C. Lewis espera a que el dueño del auto recupere sus pertenencias para confiscarle su vehículo. Aparentemente, la confiscación de los autos de los indocumentados por no tener licencia de conducir, es parte del negocio del santuario que ofrece la ciudad. Entre más indocumentados llegan a la ciudad, más es la ganancia para la alcaldía. Los autos son subastados aparte de la multa que tienen que pagar. (photo by Marvin J. Ramirez)