[Author]¿Puede el escaneo del cerebro convertirse en un procedimiento estándar para determinar qué tropas son proclives a realizar ataques internos?
por The Sleuth Journal[/Author]
La inversión masiva en neurociencia llevada a cabo por el proyecto USBRAIN y su iniciativa hermana el Proyecto del Cerebro Humano está ocupando un papel cada vez más destacado en el examen de la salud mental.
En efecto, cientos de científicos europeos que trabajan en el proyecto están amenazando con hacer un boicot debido a este lineamiento. Desde su punto de vista, la iniciativa original estaba más enfocada en reparar lesiones y trastornos orgánicos como Parkinson, Alzheimer y daños físicos del cerebro producidos por accidentes. Los militares deberían tratar el Desorden de Estrés Postraumático.
Sin embargo, existe una tendencia desarrollada en la aplicación de la ley y la medicina de utilizar lo que se ha aprendido acerca del cerebro humano para adoptar sistemas pre-delito y tecnología predictiva de conductas.
Pero ¿puede el escaneo del cerebro convertirse en un procedimiento estándar para determinar qué tropas son proclives a realizar ataques internos?
Durante años, allende el mar, las tropas de Estados Unidos han trabajado junto con las tropas iraquíes y afganas, pero ha surgido un nuevo interés de evaluar extremistas potenciales que se están infiltrando para matar desde dentro.
El número de estos incidentes es bajo a nivel estadístico, como lo afirma un documento de la Defensa, que cita el matar desde dentro de “algunas tropas en años recientes”. Pero un ex agente de la Contrainteligencia ve la oportunidad de aplicar nueva tecnología que presuntamente es capaz de detectar gente malintencionada. El sistema se llama Handshake.
El sistema Handshake funciona de la siguiente manera: un soldado estadunidense tomaría, por ejemplo, a un oficial iraquí y lo equiparía con un casco especial que puede tanto recoger las señales electromagnéticas (EEG) como llevar a cabo funciones de formación de imágenes en el infrarrojo cercano (fNIR), que crea imágenes del cambio del flujo sanguíneo en el cerebro. El soldado le haría al sujeto una batería de estudios, incluyendo el reconocimiento de imagen. La mayoría de las imágenes de la prueba serían benignas, pero algunas contendrían escenas que un amenazante potencial recordaría, posiblemente incluyendo rostros, lugares e incluso partes de bomba. La clave es seleccionar estas imágenes con mucho cuidado para reducir a los falsos positivos potenciales.
Al reconocer una imagen emocionalmente significativa, el cerebro experimenta un pequeño hipo de 200 a 500 microsegundos, durante el cual la actividad electromagnética disminuye, lo que se puede medir a través de EEG. La reacción, denominada respuesta P300, sucede demasiado rápido para la prueba de control, de modo que el sujeto no puede jugar con el sistema.
Las lecturas de fNIR respaldan los números de EEG. Juntos, no sólo señalan si un sujeto es o no un traidor, sino qué tan propenso es un individuo de actuar según impulsos potencialmente criminales o traidores. Entonces, el sistema procesa todos los datos a través de lo que Veritas llama un Algoritmo Amigo o Enemigo. El resultado: la capacidad de determinar una amenaza potencial interna con un 80 o 90% de probabilidad, según la compañía.
Obviamente, es irónico que este sistema esté diseñado para personas que no eligieron
en primer lugar al Ejército de Estados Unidos y que llegaron a éste con base en mentiras. Más aún, aquellos abanderados por ese sistema son claramente proclives a ser torturados bajo las políticas que han sido establecidas en la Guerra de Terror en que vivimos.
Este sistema tiene el costo excesivo de $1 millón de dólares para arrancar y luego $500,000 mensuales, por sitio, de acuerdo con el fundador de la compañía. Tanto el costo monetario cuanto el costo ético deben asegurar que esta tecnología nunca salga a la luz. No obstante, el complejo industrial militar tiene una trayectoria demostrable de no preocuparse mucho.
Nota: El artículo adjunto más abajo demuestra cómo el sistema de identificación biométrica en Afganistán ya se ha filtrado a las calles de América. Si la tecnología de escaneo del cerebro es exitosa en ultramar, está garantizado que funcione al interior de los Estados Unidos. También se ha propuesto para viajes aéreos y otras aplicaciones bajo el sistema FAST (Futura Tecnología de Detección de Atributos). Además, con la cada vez mayor guerra de denunciantes, ésta sería una buena herramienta de los patrones para eliminar a aquellos cuyo deseo no es socavar, sino simplemente exponer la criminalidad.
Reconocimiento facial en tiempo real ofrecida a la policía en nuevo programa
El Deparrtamento de Policía de San Diego está reportando su involucramiento en el mayor programa de reconocimiento facial al día de hoy. Es algo fuera del orden de los escenarios de la guerra, pero ha sido diseñado para salir a las calles de América en un futuro cercano si todo funciona de acuerdo al plan.
La tecnología del reconocimiento facial, y la base de datos que cataloga y almacena los resultados, está avanzando a un ritmo difícil de contener. En 2006, el Gran Desafío de Reconocimiento Facial (FRGC) evaluó el desempeño de los algoritmos del reconocimiento facial. En las pruebas fueron utilizadas imágenes faciales de alta resolución, los escaneos faciales de 3D y las imágenes del iris. Los resultados indicaron que los nuevos algoritmos son 10 veces más exactos que los de 2002, y 100 veces más de los de 1995. Algunos de los algoritmos eran capaces de superar a los humanos participantes en el reconocimiento facial y podían identificar singularmente a gemelos idénticos (Source). Y eso fue en 2006.
Uno de los últimos sistemas de uso militar ahora puede escanear 36 millones de caras por segundo, o cualquier cara estadunidense en 10 segundos. Es una tecnología cuyo uso ha salido con cuentagotas de zonas de guerra como Afganistán, para catalogar terroristas potenciales, aplicaciones de control de la frontera para combatir la inmigración ilegal, a la detección del delito del FBI, analistas post-motines, y de ahí a establecer identificación personal de un amplio rango de compañías privadas.
Uno de los aspectos más problemáticos por el cual el PD de San Diego está buscando implementar es que será utilizado en los presuntos inocentes hasta que sean declarados culpables.
En agosto reportamos que los nuevos iphones tenían un código incrustado con un kit biométrico que incluía, entre otros dispositivos, un sensor de huella dactilar.
