by Hispanically Speaking News
El dúo mexicano Jesse y Joy han añadido un éxito más a un año fructífero de reconocimiento internacional al ser nominados a un premio Grammy en la categoría de Mejor Pop Latino por su álbum “¿Con Quien se queda el perro?”. Los hermanos que compiten en la categoría con el cantautor de Guatemala, Ricardo Arjona (“Independiente”), Kany García de Puerto Rico (“Kany Garcia”) y los colombianos Juanes (“MTV Unplugged Deluxe Edition”) y Fonseca (“Ilusión”). Las nominaciones para el prestigioso premio otorgado por la National Academy of Recording Arts and Sciences fueron anunciadas la noche del miércoles en Los Ángeles. Este año, Jesse y Joy ya se llevaron cinco premios Grammy Latino en la ceremonia de premiación del 15 de noviembre en Las Vegas y en esa misma semana también se anunció que fueron nominados en cinco categorías para el Premio Lo Nuestro. Los intérpretes de “Corre!” (Un éxito en las redes sociales con casi 100 millones de visitas en YouTube), “La de la Mala Suerte” y “Me voy” continúan con su gira internacional en México y pronto darán conciertos en América Latina, Estados Unidos y España. “Brown en la Ciudad de los Vientos” narra cómo los mexicanos y puertorriqueños llegaron a Chicago Un nuevo libro publicado por la Universidad de Chicago aborda el tema de la inmigración y la integración de los mexicanos y puertorriqueños después de la Segunda Guerra Mundial en esta ciudad. “Brown en la Ciudad de los Vientos: Los mexicanos y los puertorriqueños en el Chicagode posguerra” es la obra de Lilia Fernández, profesora de historia en la Universidad Estatal de Ohio. Fernández cuenta la historia del crecimiento de estas importantes comunidades y su difícil integración en la dinámica política de la metrópoli del Medio Oeste. Con cifras y anécdotas, la autora, quien es de ascendencia mexicana, detalla los problemas con los que ambas comunidades han tenido que lidiar para ser capaces de forjar su propia identidad y un espacio político para sí mismos. Tanto los mexicanos como los puertorriqueños encontraron racismo y la hostilidad de otros grupos étnicos cuando llegaron a la ciudad, y tuvieron que soportar trabajos manuales mal remunerados, la falta de servicios sociales y escuelas que no reconocían su cultura. Aunque antes de la década de 1940 hubo una pequeña comunidad mexicana en la ciudad, este grupo comenzó a llegar en grandes números durante la guerra, como trabajadores huéspedes. Los puertorriqueños comenzaron a llegar casi al mismo tiempo en busca de oportunidades que no estaban disponibles en su isla natal. Las comunida des mexicana y puertorriqueña de Chicago tuvieron que enfrentar el desplazamiento en los años 1950 y 60 bajo los programas de “renovación urbana”. Los puertorriqueños fueron los primeros en ser expulsados de la zona residencial ahora exclusiva de Lincoln Park y en los barrios pobres como Humboldt Park y West Town. Entonces, la ciudad también desplazó a unos 4.800 estadounidenses de origen mexicano que vivían en el Near West Side para hacer espacio para el campus de la Universidad de Illinois en Chicago. Fernández analiza cómo las luchas de la comunidad comenzaron a orientar a los hispanos a buscar su propio camino y forjar su propia identidad. “Como resultado de estas experiencias, ya para 1980 la mayoría de los méxico-americanos y los puertorriqueños en los barrios centrales como Humboldt Park, West Town, Pilsen y La Villita se estaban identificando consciente e intencionalmente como ‘otra’ “raza en el paisaje político”, dijo a Efe.