domingo, diciembre 22, 2024
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El crimen y la manipulación de la sociedad

Una vez me dijeron que había una agenda para destruir la vida cotidiana, la cultura, y la historia, y en especial lo que se llama la clase media.

La racionalidad de ello fue que después de la destrucción viene la reconstrucción. Que con la destrucción de la vida cotidiana las personas son confundidas, con la cultura la gente pierde su identidad, con la historia las personas pierden el saber de donde vienen – una referencia importante de su pasado, y con destrucción de la clase media se pierde la independencia económica, pues esta se cimenta en los pequeños negocios, que son los mayores empleadores en la sociedad, y los que sostienen la economía.

La finalidad, entendí, es que las personas son fácilmente manipulables por cierta élite poderosa que gobierna detrás de los políticos.

Cuando la gente pierde la esperanza y se vencen ante la desesperanza – lo que es el resultado de la manipulación de la sociedad a través de la escasez y la violencia, (el gobierno o los poderes a cargo) ofrecen la salvación, que esto equivale a condicionamientos sociales – o restricciones a la libertad misma. Es un contrato nefasto, donde entregaríamos nuestra libertad a cambio de ¨seguridad¨.

He notado que la seguridad en la sociedad se ha deteriorado últimamente, las noticias de asaltos y asesinatos de personas, los robos a los negocios y a las viviendas en los suburbios se han incrementado en cifras alarmantes.

Más de «10.000 personas han sufrido un robo en sus coches en lo que va del año en Oakland…» lee un titular, e igual en San Francisco, donde el comercio de mercadería robada se ha vuelto un ‘trabajo normal» para muchos, llegando a considerarse estos vendedores de artículos robados, comerciantes.

No sólo ello está corrompiendo a muchos, sino que se está creando una cultura de ladrones, mientras la policía está a una acera de distancia sin confiscar lo robado, y sin arrestar a los que compran esta mercancía mal habida.

Todos los días, cientos de personas desfilan en la calle 24 y The Mission – en la Plaza del BART – en busca de ‘ofertas’, ya sea para su uso personal o para revenderlas.

Yo siempre he sabido que además del que roba, también el que compra lo robado comete un delito de recibir lo robado, y por lo tanto comparten la culpa con quienes realizan el hurto.

Los que pudieron ver las noticias de un joven que sin ser provocado, asesinó a otro joven que iba con su novia en una calle de Oakland. Fue tan doloroso ver cómo sin respeto a la vida, este atravesó con un cuchillo en el corazón del hombre que iba acompañado de su novia cuando venía de una boda.

Asimismo, la gravedad de este caos social no se limita a la delincuencia. También afecta al sistema económico, muchos negocios familiares y empresas grandes están cerrando, dejando a los consumidores sin sus restaurante o tiendas preferidas, despojándolos de parte de sus vidas.

Las calles de nuestros comercios han llegado a un punto de suciedad y violencia que hace que los comerciantes prefieran cerrar sus negocios, los cuales muchos han sido pequeñas empresas familiares que han surtido a los vecindarios de importantes productos de consumo. Imaginemos por un momento, ¿qué será de nuestro vecindario en unos años?, ¿podremos mantener nuestro estilo de vida?, ¿podremos conservar la cultura de nuestro barrio, guardaremos el pedacito de nuestras tierras en esta gran ciudad? No lo creo.

Según el sitio de clasificación de datos HomeSnacks, la tasa de delitos violentos en San Francisco es un 110.5 por ciento más alta que el promedio nacional y aproximadamente un 91 por ciento más alta que el promedio de California.

A medida que la delincuencia continúa aumentando en Oakland, las demandas de acción por parte de los líderes de la ciudad y la comunidad son cada vez más fuertes. Las estadísticas muestran que no sólo la delincuencia en la ciudad está aumentando, sino que algunos tipos de delincuencia se han duplicado e incluso triplicado en los últimos años. Tasas y estadísticas de criminalidad de San Francisco – NeighborhoodScout

En San Francisco, la probabilidad de convertirse en víctima de un delito contra la propiedad es de una entre 20, lo que equivale a una tasa de 49 por cada mil habitantes. Es decir, hay un 10 por ciento de que seas víctima de un delito cada vez que te subes al bus, al tren; es decir, a una de las personas que van en el vagón del tren que tomas a diario será víctima de un delito. Es importante destacar que descubrimos que San Francisco tiene una de las tasas más altas de robo de vehículos motorizados del país según nuestro análisis de los datos sobre delitos del FBI.

Concluyo que el llamado de algunos políticos de quitarles los fondos a la policía, ha sido para que la sociedad se vea desprotegida y luego sea rescatada con propuestas que los orillen a renunciar a sus libertades, esto de la mano con un sistema judicial corrupto que se ha empecinado a abrir las puertas de las cárceles y a despenalizar algunos actos delictivos. Alguien dijo por ahí que solución es cambiar a los políticos, ¿ustedes qué piensan?

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