por Jane M. Orient, M.D.
Los republicanos dicen que van a “remplazar” ObamaCare, pero impulsarán algo muy similar y por decir lo menos igual de malo si comienzan con el mismo objetivo equivocado: “cobertura universal”.
Hay necesidades en la vida, pero el seguro no es una de ellas.
¿Qué tan buena es esa pequeña credencial en tu cartera? Una vez que ha expirado, no sirve para nada, incluso si has pagado $100,000 o más por ella para un determinado periodo de tiempo.
Podría servir de entrada para acceder a ciertos establecimientos médicos, pero en estos tiempos de redes estrechas, te mantendrá alejado de los demás. De ninguna manera garantiza que el establecimiento va a brindarte el cuidado que necesitas o quieres —incluso si no recibes una cuenta escandalosa, especialmente antes de descontar el deducible. Eso asegura que vas a pagar por muchas cosas que no necesitas ni quieres. Entre ellas, el cuidado médico de otras personas, conferencias antitabaquismo o rehabilitación alcohólica (inclusive si eres abstemio). Vas a pagar por cosas como medidas de “calidad” —la evaluación de hospicio es una de ellas, propuesta recientemente. Y definitivamente, pagarás por administradores, gerentes, monitores, empleados, procesadores y reprocesadores de reclamaciones, etc., todos los cuales reciben su cheque o su pensión incluso si tu doctor no los recibe.
Muchas personas eligen no estar aseguradas, incluso si están en riesgo y pueden adquirir el seguro, y gran parte terminan sin seguro porque no pueden adquirirlo, o simplemente para utilizar su dinero en otra cosa. En 1940, menos del 10 por ciento de la población tenía seguro de salud.
Puedes vivir toda tu vida y nunca obtener esa credencial del seguro.
La mayoría de la gente, por supuesto, necesita cuidados médicos en determinado momento. Si carecen de seguro, pueden recurrir a un doctor y sacar la chequera, como lo hicieron tu madre y tu abuela, como probablemente lo haces en la veterinaria, el dentista, el masajista y el mecánico.
La mejor razón de tener seguro es por supuesto el accidente inesperado o la enfermedad catastrófica. ¡Cómo extraño mi AAA catastrófica que tuve durante años! Cuesta alrededor de $250 al año y tiene un deducible de $25,000, pero promete pagar aproximadamente $1,000,000. Cambiaron las reglas y comenzaron a requerir un “básico” (o “comprehensivo”) que costaría cerca de $10,000. Así que dije que no, y aumenté el seguro de mi automóvil a la máxima cobertura médica.
Aún está el riesgo de una enfermedad de gastos altos. ¿Qué hacer entonces?
En realidad he comprado bastante atención médica y he pagado de mi bolsillo, a pesar de que nunca he presentado una reclamación de seguro médico. Por una u otra razón, la seguridad no hubiera pagado en ningún caso. Y si lo pides, el precio en efectivo es a menudo razonable, y el servicio rápido y cortés.
Pero ¿qué de algo caro en realidad, como una cirugía o terapia de cáncer? Las opciones incluyen cobertura “turística” en el extranjero o al interior de los Estados Unidos. Busca un precio en línea, por ejemplo en MediBid.com o Surgery Center of Oklahoma (surgerycenterok.com), o pregunta con antelación en los establecimientos de tu elección.
Una opción es abstenerse. ¿Suena terrible? Bueno, ésa sería la elección del paciente, no del presidente Obama decidiendo si el paciente estaría mejor con la “pastilla para el dolor”. No sería la decisión del seguro de que el servicio es “innecesario”, “inapropiado”, “no prudente” o “experimental”. Y por supuesto, si decides abstenerte, aún tienes tu dinero, y no debes pagar al asegurador por adelantado a cambio de una ingrata promesa a futuro.
Está el riesgo de una emergencia de buena fe, sin tiempo para pensar en los costes. Afortunadamente, en estos días aún consigues el servicio en los Estados Unidos. Si tienes bienes, quizá debes venderlos para pagar tu cuota hospitalaria. Pero considera esto:¿es mejor comprar un coche y arriesgarte a venderlo para pagar una cuota, que pagar a la compañía de seguros la misma cantidad y nunca poder manejar el coche? Si debes derramar dinero para pagar la cuota, el interés es probablemente menos que la cantidad que cuesta canalizar el dinero a través de un tercero. Y la caridad y los ministerios que comparten los gastos son una gran ayuda.
Si la mayor parte de las cuotas fueran pagadas directamente, en lugar de a través de un tercero, el cuidado médico costaría mucho menos. ¿No sería eso mejor para todos?
Todos —excepto los que se benefician del juego del sistema.
Se presentan las historias de los pacientes de cáncer. Pero, probablemente, serían peores con el pago del tercero universal.
Demasiada “seguridad” (pago de terceros) es el problema —no la solución.
El derecho a no tener seguro es una salvaguarda necesaria —no una amenaza al sistema.
(Jane M. Orient, M.D. ha estado en práctica privada individual desde 1981 y ha sido Directora Ejecutiva de la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos (AAPS) desde 1989. Desde 1988, ha sido directora de la Sociedad Médica del Comité de Salud Pública del Condado de Pima (Arizona). Es autora de YOUR Doctor Is Not In: Healthy Skepticism about National Healthcare, y de la segunda de cuatro ediciones de Sapira’s Art and Science of Bedside Diagnosis).