por la Universidad de Michigan
ANN ARBOR, Michigan.— Cuando se aproxima el comienzo de las clases una investigadora de la Universidad de Michigan tiene algunos consejos para los padres y madres que quieren aumentar los éxitos académicos de sus hijos.
“Si usted quiere que sus chicos se desempeñen bien en la escuela, el nivel de educación que usted tenga es importante”, dijo Pamela Davis Kean, una psicóloga del Instituto de Investigación Social (ISR) de la UM. “Esto significa que las madres y los padres tienen que volver a la escuela”.
“Un número creciente de estudios de largo plazo y amplia escala muestra ahora que el aumento de la educación de los padres y las madres más allá de la escuela secundaria está firmemente vinculado con una creciente destreza de lenguaje en los niños y las niñas. Aun si se tiene en cuenta el factor de ingreso de las familias, el status marital y una gama de otros factores, encontramos que el impacto de la educación de padres y madres sigue siendo significativo”.
Davis Kean, quien también trabaja con el Departamento de Psicología de la UM, dirige el Centro para el análisis de Sendas de la Infancia a la Adultez, en el ISR, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia. Es coeditora de la edición de julio de 2009 de la revista Merrill-Palmer Quarterly, una publicación de evaluación de pares que presenta investigación patrocinada por el Centro que emplea perspectivas múltiples para analizar el impacto que las madres y los padres tienen en los logros educativos de sus hijos.
Uno de los estudios en la edición especial examina los efectos a largo plazo de la educación de padres y madres sobre el éxito de los niños en la escuela y el trabajo, desde que los niños tenían ocho años de edad y hasta que alcanzaron los 48 años.
Otro de los estudios examina cómo la destreza de lenguaje y la preparación para la escuela de los niños y niñas de tres años de edad es afectada directamente cuando las madres retornan a la escuela.
“En cada uno de los casos hemos encontrado que un incremento en la educación de los parientes tiene un impacto positivo en el éxito escolar de los niños”, dijo Davis Kean. “Y este impacto es particularmente fuerte cuando los padres y madres parten de un nivel de educación secundaria o más bajo”.
“Estas conclusiones pueden ser reconfortantes para las madres y los padres cuando muchos están desempleados o se preocupan por las perspectivas de empleo en el futuro”, dijo Davis Kean. “Las conclusiones muestran claramente que, en términos del efecto sobre los logros de los niños, es más importante que las madres y padres tengan una buena educación que el que tengan un empleo muy bien pagado. Por supuesto, cuanta más educación usted tenga, más probable es que encuentre un buen empleo, de modo que una mejoría en la educación a menudo lleva a un incremento del ingreso”.
Las razones de este efecto de la educación de los parientes no son del todo claros, pero los investigadores piensan que es más que la simple provisión de un modelo que los niños quieran imitar. Más educación puede significar que sea más probable que los padres y madres lean a sus hijos, sugirió Davis Kean. O puede ser que los padres y madres que van a la escuela necesiten organizarse mejor a fin de cumplir todas las tareas, de manera que tienden a crear un ambiente hogareño más estructurado en el cual la cena y la hora de irse a dormir ocurren a horas regulares, por ejemplo. Este tipo de ambiente predecible y estructurado tiene un impacto positivo sobre el desarrollo del niño, según han mostrado muchos estudios.
La creación de un ambiente más estructurado para los niños y niñas –en lugar de darles mucho tiempo libre- ha sido muy criticada últimamente, señaló Davis kean. Pero ella cree que para la gran mayoría de los niños en Estados Unidos se ha exagerado el valor del tiempo libre.
“Es esa noción idealista y nostálgica de que el tiempo libre da a los niños la oportunidad de salir a jugar, de experimentar la naturaleza”, añadió. “Pero en la realidad, en el mundo de hoy en el cual es probable que tanto la madre como el padre estén empleados fuera de la casa, lo que el tiempo libre significa para la mayoría de los chicos es sentarse frente al televisor, jugar con videos y, en general estar aburridos sin estímulos. Lo que es realmente valioso es que los niños estén involucrados en actividades supervisadas por adultos”.
“Cuando las niñas y los niños no tienen supervisión se aprecia un aumento en las lesiones. Y el tiempo sin actividades escolares durante el verano también tiene influencias negativas sobre el logro escolar en el otoño”, según Davis Kean.
La investigadora señaló que los padres y las madres que retornan a estudiar no deberían preocuparse por los efectos de arreglar actividades más supervisadas para sus hijos.