by Marvin Ramirez
A un año desde que unos burócratas no elegidos por el voto popular (SFMTA), tomaran la decisión de experimentar transformando una calle muy popular y frecuentada por mucha gente de afuera de SF y turistas, en un dolor de cabeza para el comercio y la comunidad.
En una rueda de prensa el día martes 5 de diciembre, los comerciantes del área y la Cámara de Comercio Hispana de San Francisco, denunciaron los atropellos a que han estado siendo objeto los comerciantes, como la perdida de clientela y empleados por falta de negocio.
Decidiendo que no se necesitaba de automóviles. y que las bicicletas eran más importantes que los que pagan los impuestos, estos locos del SFMTA crearon una ciclepista (por no decir autopistas), especial para los bicicletistas – interrumpiendo la estabilidad comercial del área -despojando estacionamientos vitales que son la sangre que mantiene con vida a los negocios.
Desaparecieron dos carriles para formar la exclusiva ciclopista, para que éstos pudieran pasar – hacia o a sus trabajos en el Centro Comercial de SF – sobre la calle Valencia. Y todo para beneficiar a éstos que no pagan ningún tipo de impuesto para mantener las calles ni las aceras, a como lo hacen los vehículos que dejan y llevan a los patrocinadores de los negocios. Además, la vida de muchos ciclistas es sin familias que no necesitan vehículos motorizados para movilizarse. ¿Porqué no escogieron la calle South Van Ness para su experimento?
Desde ser una calle con un tremendo comercio, con exquisitos restaurantes de amplias variedades de arte culinario, galerías de arte, y caferías, que se semejaba a cualquier calle turística de Amsterdam, donde los taxis podían recoger y dejar a sus pasajeros enfrente de los locales con sus familias o parejas, ahora es una calle Valencia agonizante.
Hoy, los ogros tiqueteros te saquean tu billetera si te detienes para bajar a un pasajero, o si no le pones dinero al parquímetro antes de la 10 p.m. Un robo, pues antes era hasta la 6 p.m.
Una gran cantidad de parquímetros que antes eran regulares, hoy son solo para camiones de carga – pero que no son usados regularmente – manteniendo esos espacios vacíos. Las reglas del juego las cambiaron para que hubieran más zonas blancas para estacionarse por 5 minutos, o zonas amarillas para carga. Es lo que han venido haciendo en toda la ciudad, eliminando parquímetros en las esquinas de las calles y substituyéndolas por zonas rojas.
Y si se recuerdan de las franjas rojas en la calle Misión, que fueron pintadas para darle un carril exclusivo a los buses y taxis, pues era para acelerar el paso del transporte público, pero un estudio oficial mostró que solo se ahorró unos 5 minutos. Lo que quieren es control.
Pareciera, pero en realidad es así, que el gobierno municipal trae una agenda: eliminar el transporte privado con la excusa de proteger el medioambiente. Pero no saben que con esa medida están matando el sustento de familias que viven de sus empleos en estos negocios que ahora están cerrando por falta de clientela que se ésta yendo por no encontrar estacionamiento.
Pero la ciudad se está dando un tiro en su propio pie, pues si no hay comercio no hay recaudación de impuestos. Aunque podría ser que ellos lo hacen con una agenda: quieren recuperar impuestos criminalizando los estacionamientos.
Claro, te quitan donde parquearte, y tu, con urgencia de estacionarte, no te queda otra que hacerlo en la zona roja, blanca o amarilla, exponiéndote a una multa. Y eso le garantiza a la corporación gubernamental sacarte dinero legalmente, lo cual deja a cualquiera que vive con el sueldo mínimo, tener que tocar al dinero de la comida para pagar la multa y no perder su automóvil.
La Agencia de Transporte Municipal de San Francisco (SFMTA) es un departamento de la ciudad y condado de San Francisco responsable de la gestión de todo el transporte terrestre de la ciudad. La SFMTA supervisa el transporte público del Ferrocarril Municipal (Muni), así como el uso de bicicletas, paratránsito, estacionamiento, tráfico, peatones y taxis. Pero es un órgano autónomo que ni la Junta de Supervisores puede controlar, y es manejado por funcionarios no electos. Fuera de la democracia.
Los miembros del clan SFMTA ponen las reglas de manera que el ciudadano que maneja, pierda su dinero. Las personas que logran coger un espacio para parquearse, corren el peligro que se les pasen unos minutitos mientras comen y les claven el cuchillo a sus bolsillos.
Antes había dos líneas en la calle Valencia, una donde el tráfico seguía, mientras que la otra podía ser utilizada de doble parqueo por los que llegaban en vehículos a dejar o traer pasajeros. No había congestionamiento. Hacía la vida más fácil para todos. Y el comercio era vibrante.
La gente podía doblar a la izquierda, pero éstos locos burócratas criminalizaron la doblada a la izquierda, haciendo así un infierno el conducir en la calle Valencia. No se puede doblar a la izquierda – desde calle 16 a la 23, y uno tiene que manejar hasta la calle 24.
La calle Valencia antes era la envidia de prospectos comerciantes que deseaban encontrar un lugar vacante para abrir un negocio. Para los que ya estaban instalados, la Valencia era un orgullo de crecimiento comercial para ellos y la ciudad, especialmente cuando todo empezaba a normalizarse después de que el comercio quedara devastado por los desgarros de la pandemia.
Alguien me dijo por ahí sobre la Agenda 2030, y sobre un meme satírico.
El meme satírico muestra al presidente del Fondo Económico Mundial, Klaus Schwab, señalando una lista de “políticas” bajo el título “Agenda 2030”.
La lista dice: «cero emisiones netas de carbono, sin combustibles fósiles, sin coches de gasolina, sin empleos, sin electricidad, sin fronteras, sin carne, comer insectos, energía verde inasequible, apagones interminables, dictadura de la ONU/OMS».
Es mero globalismo. Guerra contra el pueblo y el automóvil.
O desmantelan toda esta locura, o el comercio se desplomará.