by Saman Mohammadi
The Excavator
La principal historia de 2011 no es el asesinato de Osama Bin Laden (un psyop de la CIA), sino el avance de la agenda de la Ley Marcial en Estados Unidos bajo el radar público.
El miércoles 21 de diciembre, Infowars.com publicó un nuevo documento de la Federal Emergency Management Agency (FEMA) con fecha el 18 de noviembre de 2011, que “muestra involucramiento militar en una toma liderada por la FEMA dentro de Estados Unidos bajo planes parcialmente clasificados de Continuidad de Gobierno (COG),” y designa “al pueblo norteamericano como ‘enemigos’ bajo un sistema de rastreo en vivo conocido como Blue Force Situational Awareness (BFSA).”
El documento de la FEMA, apareciendo bajo el titular de “Programas de Continuidad Nacional (NCP) y Servicios de Apoyo de Misión (PAMSS),” pide a contratistas asistir a la FEMA en emergencias nacionales. Pero no deje que el lenguaje burocrático lo engañe. En realidad es un documento de Ley Marcial. La FEMA no está interesada en preparación de emergencia, sino en establecer una dictadura militar en Estados Unidos.
Los norteamericanos ordinarios están clasificados como enemigos en este documento de FEMA, y similares documentos de la Ley Marcial, tal como este de Halliburton/KBR que Infowars.com publicó el martes 6 de diciembre de 2011. El lenguaje militarista que aparece en estos documentos de Ley Marcial, y en el draconiano proyecto NDAA que el traicionero Congreso aprobó la semana pasada, sugiere que el pirateado gobierno de EE.UU. desea que haya insurgentes y terroristas locales en Estados Unidos.
Los traidores en Washington necesitan enemigos, tanto extranjeros como locales, a fin de que el Estado de Seguridad Nacional política y moralmente en bancarrota siga siendo relevante y poderoso en la sociedad norteamericana. Es un sistema militarista y secreto que es liderado por las personalidades más malvadas del siglo 21 que crearon falsos enemigos (Al-Qaeda) y montaron falsos ataques terroristas (9/11) solamente para permanecer en el poder. La palabra restricción no existe en su vocabulario.
Llegará el día cuando los traidores en Washington, liderados por el Presidente Obama, emitirán órdenes al ejército y la policía para disparar a los norteamericanos y aplicar la Ley Marcial. En ese punto, incluso las personas más ciegas e ignorantes probablemente llegarán a la conclusión obvia de que no es Al-Qaeda quien desea la destrucción de Estados Unidos, sino el secuestrado y traicionero gobierno de EE.UU.
Tanto como en Irak y otros países ocupados, el secuestrado gobierno de EE.UU. está llegando a contratistas privados como KBR para ayudar al ejército norteamericano y a Seguridad Interior a implementar la Ley Marcial.
Los matones del gobierno y contratistas privados serán usados para controlar la población en áreas críticas del país tras el venidero colapso económico, así como para contener y eliminar las amenazas domésticas, lo que significa cualquier ciudadano norteamericano que no quiera un ejército sometido y mercenarios sanguinarios ocupando Estados Unidos.
La idea de que Estados Unidos caiga bajo ocupación militar suena lejana, pero no debería, porque el oscuro camino que fue tomado por los homicidas ladrones en Washington tras el 9/11 eventualmente conduciría a tal crisis.
Lo que está escrito en los papeles de FEMA y documentos similares de la Ley Marcial debe ser puesto en un contexto político e histórico más amplio. El sistema político de Estados Unidos no se transformó repentinamente en una bestia tiránica.
El surgimiento del estado de las sombras, y su malvado hermano gemelo, el estado policial, ha estado formándose hace décadas.
La cultura de la policía ha sido tan dramáticamente alterada durante este tiempo que para muchos oficiales de policía cuyos cerebros han sido lavados, la implementación de la Ley Marcial es una respuesta natural y necesaria a las emergencias y crisis.
Después de tres décadas de una traumática guerra contra las drogas, la retórica militar sale naturalmente en los oficiales de policía endurecidos, que no se ven a sí mismos como protectores de la ley y el público, sino como guerreros del estado luchando contra terroristas, criminales, manifestantes y narcotraficantes.
Todas estas amenazas, por cierto, son inventadas y exageradas. Si la guerra contra las drogas y la guerra contra el terrorismo terminan, los guerreros del estado serán obligados a redefinir su identidad y ocupación porque sin guerras interminables que ser peleadas y sin enemigos que ser matados entonces no tiene sentido tener una clase guerrera.
Y la sociedad en realidad no necesita una clase guerrera. Nuestros intereses comunes y nuestros valores democráticos no son amenazados por “terroristas,” sino por una oligarquía internacional.
Los oficiales de policía y los militares necesitan darse cuenta de esta realidad. Y también deben darse cuenta de que al aceptar ciegamente el estado de guerra, y al ver a la población norteamericana como enemigos, ellos – los guerreros del estado- se vuelven los verdaderos enemigos del público y del estado de derecho. Pero los mayores enemigos son los maestros filosóficos que se ponen por sobre los guerreros con los cerebros lavados y definen sus metas como nobles y heroicas, pero dirigen su voluntad hacia fines malignos.
Si los hechos fueran conocidos, la Ley Marcial en América y Norteamérica, sería vencida antes de siquiera ser implementada. Una dictadura militar no dudará mucho tiempo si suficientes personas se expresan y luchan contra esto. Tenemos los números, la verdad, y la valentía para reclamar libertad para futuras generaciones para vivir felices y prosperar en este nuevo siglo. Los traidores y terroristas en Washington no están en el lado correcto de la historia. Son cobardes que deben ser vencidos, no gigantes que deben ser temidos.
Y la verdad es que están asustados y avergonzados, por eso hacen todo en secreto. Los vergonzosos documentos de FEMA fueron publicados en un sitio del gobierno llamado FBO.gov, pero fueron inmediatamente bajados después de que el conductor de radio Alex Jones alertara a supúblico sobre la existencia del documento y discutiera su amplio significado. Esto muestra que el secuestrado gobierno de EE.UU. es controlado por personas muy asustadas y patéticas que saben que están cruzando una línea roja al establecer silenciosamente una dictadura militar en Estados Unidos.
Aaron Dykes explicó por qué la censura del gobierno del document es injustificada en su artículo, “Government censors document revealing plans to wage war on Americans”: “El documento ligado al gobierno que publicamos fue marcado ‘Sensible a Selección de Fuente’ pero no fue considerado clasificado.
Es más, fue nombrado públicamente en un sitio web del gobierno que estaba solicitando propuestas para contraltos del gobierno. Sin embargo, a pesar de su clasificación pública, contiene información que claramente NO está destinada a obtener amplia publicidad.”
Este documento no nos dice nada nuevo. Hemos sabido por años que hay una conspiración para destruir Estados Unidos y otros países Occidentales a través de un fabricado colapso económico y una falsa guerra contra el terrorismo que ha sido usada para legitimizar la destrucción de derechos humanos básicos en Occidente.
Algunos hechos ya no pueden ser negados y rechazados. No es una teoría que Estados Unidos está siendo destruido por7los traidores y terroristas de Washington. Es una realidad. Es auto-evidente.
Afortunadamente, el secuestrado gobierno de EE.UU. no tiene credibilidad pública. Su sistemática política de engaño y fraude, su destrucción de la Constitución, y su implementación ilegal de la Ley Marcial se disparará por la culata severamente.
El profesor de derecho norteamericano y abogado Jonathan Turley dijo en C-SPAN el 19 de diciembre de 2011 que la mayoría de los norteamericanos no temen a amenazas extranjeras como Al-Qaeda, sino a su gobierno que no responde y está fuera de control: “Hemos tenido tres encuestas en el último año y todas muestran lo mismo. El pueblo norteamericano dice que tienen más miedo del gobierno que de las fuerzas externas como terroristas. Entonces hay esta desconexión. La mayoría de los norteamericanos en realidad están muy preocupados sobre la pérdida de derechos, pero el Congreso, tanto Demócratas como Republicanos, no pueden moverse más contra la privacidad. Y esto es parte del cálculo cínico. Creo que el Presidente Obama hizo este cálculo antes y decidió que nadie tendría el derecho sobre él en terrorismo y seguridad nacional, y ha tomado al partido Demócrata el respecto.
Entonces hay esta gran desconexión, donde la mayoría de los ciudadanos piensan, ‘En realidad estamos preocupados por esto. Tememos a nuestro propio gobierno,’ y esto simplemente no se traduce en el capitolio.”
En el futuro cercano, puede que Washington ni siquiera exista. Los lobos salvajes del nuevo orden mundial en las sombras CIA, y sus compañeros en el crimen en las sombras Mossad, podrían destruir Washington D.C. en un ataque falso y reubicarse en Denver, Colorado.
Ya han vuelto el corazón de la Ciudad de Nueva York en cenizas, entonces qué los detiene de hacer lo mismo en el corazón de la capital del corazón del orden global actual, Washington D.C?
Estos maníacos psicópatas son capaces de realizar los mayores actos de mal y destrucción en la historia humana. La pérdida de vida en una escala épica no significa nada para ellos. Ellos desean muerte y destrucción masivas.
En sus ojos, ellos creen que deben destruir las bases de Estados Unidos, desde la Constitución al Acta de Derechos hasta la gran arquitectura de Washington D.C., antes de que puedan avanzar y establecer su dictadura fascista global en las ruinas de la vieja era.
Si tal escenario oscuro y temeroso surge, si Washington es destruido por la elite de poder sin ley, entonces Colorado se volverá la zona verde de Estados Unidos, fuera de la cual el estado terrorista seguirá la guerra contra una población debilitada políticamente y rebelde.
