by Emily Hsieh
Estamos apenas al inicio de la temporada de resfrío e influenza, y ahora es el momento para pensar un poco más y esforzarse para minimizar la propagación de gérmenes y bacterias que producen la enfermedad entre los miembros de su familia y en su hogar.
Y una de las maneras más simples y directas de hacer esto es mantener sus sábanas muy limpias.
Aunque cuán seguido lave sus sábanas es claramente una decisión personal, hay argumentos científicos para lavar su ropa de cama semanalmente para beneficiar su salud. Según ehow.com y examiner.com, lavar las sábanas semanalmente (con agua caliente, de 130 grados o más) elimina las células de piel muerta (forraje para las bacterias) y ácaros que inducen alergias que se acumulan después de algunas noches de sueño. Si usted o alguien de su familia es proclive a sudar—o si tiene Fido cozying up con su cama—considere lavar cada dos días para sacar el polvo y residuos de sus mascota. Tampoco ignore su cubre colchón—es una buena idea lavarlo cada dos semanas o al menos una vez al mes.
Las almohadas son otra consideración. Para asegurarse que no descansa su cabeza en una gran pila de gérmenes—debería lavar sus almohadas al menos cada seis meses. Siga las instrucciones del fabricante cuando las lave, aunque generalmente debiera poder lavarlas en la lavadora de su casa y sobre todo con las de pluma, es una buena idea lanzar un par de pelotas de tenis limpias mientras se están secando, lo que ayuda a mantener las plumas suaves. También es clave invertir en protectores de almohada con cierre: actúan como barrera entre su almohada y su funda (esta última debe ser lavada al menos una vez a la semana) para mantener la primera agradable y limpia.
Los edredones y frazadas necesitan también la mantención apropiada. Su edredón debe ser lavado cada mes (y su funda cada semana). Lea las instrucciones de cuidado en la etiqueta, ya que es muy posible que necesite una lavadora tamaño comercial para hacer esto. Asegúrese que esté correctamente seca para evitar que aparezca moho y hongos. Las frazadas también deben ser lavadas o secadas cada mes.
Las toallas, como discutimos previamente, también necesitan TLC—con la ropa de baño y las toallas en particular (ya que se usan para limpiar la suciedad y aceites de su piel), hay un verdadero riesgo de diseminar infecciones de estafilococo y conjuntivitis. También es una buena idea porque los baños son tibios y húmedos, el ambiente perfecto para las bacterias. Lavar las toallas de baño cada semana, y las pequeñas y aquéllas más usadas, de manera más frecuente, es la mejor manera de abordar el problema de los gérmenes.