por Josh Wolf
Tras haber sido capturado tres veces por el fuego y arrasado hasta los cimientos, el lote de las calles 22 y la Misión contiene dos futuros posibles que evocan las dos trayectorias competitivas para el futuro de la Misión.
MEDA, un desarrollador comunitario no lucrativo, ha hecho múltiples ofertas para comprar la propiedad para construir vivienda accesible, pero el dueño no ha respondido, dice el administrador de directivas de MEDA Gabriel Medina.
Si la propiedad no es obtenida por un desarrollista no lucrativo, entonces los planes futuros inevitablemente incluirán un conjunto de viviendas de lujo inaccesibles para la gente de la clase trabajadora que habita en la Misión.
El 28 de enero, 2015, se produjo un incendio en Mission Street 2598, que dejó un hombre muerto y otros 58 sin hogar, y fueron desplazados numerosos negocios. A pesar de que el fuego fue considerado accidental luego de que los investigadores determinaron que comenzó en una pared del tercer piso, el dueño no rehabilitó el edificio, y, en cambio, dejó que sus condiciones se deterioraran. A poco más de un año del primer infierno, el edificio ardió de nuevo y luego una tercera vez un mes más tarde.
Dada la extensión del daño, la ciudad aprobó la petición del dueño de demoler el edificio y equipos de construcción han estado trabajando en los últimos meses para limpiar el lote.
Bajo el código de la ciudad, los residentes que son desplazados por un incendio tienen el derecho de regresar a sus casas tras ser reparadas y a la cuota de renta que pagaban antes del incendio. Ese derecho a regresar todavía existe ahora que el edificio ha sido destruido, dice Medina, pero el dueño tiene el incentivo de moverse lentamente en la reconstrucción del sitio.
Hay una “estrategia de no restaurar los edificios tan rápido como puedan, esperando que los inquilinos se relocalicen y renuncien a su derecho a regresar”, dice Medina.
Mientras muchos de los desplazados por el incendio pueden estar aún en la ciudad, el programa de “Buen Samaritano Inquilinario”, que les permite rentas reducidas, expira el próximo año, y ellos aún no van a poder regresar a sus casas en esas fechas. Mientras más tiempo decida esperar el propietario para reconstruir, menor será el número de gente que aún esté para tomar ventaja de esa protección. Medina dijo que el nuevo dueño probablemente construiría unidades a tasa del mercado para maximizar en lo posible las ganancias, y cada inquilino que no regresa equivale a un departamento más a tasas de lujo.
Actualmente ya existen planes para desarrollar alrededor de 2,000 unidades en la Misión, y se espera que la mayoría sean de lujo. Históricamente, la Comisión de Planeación ha aprobado estas propuestas a pesar de las objeciones de la comunidad, pero recientemente la Comisión se ha vuelto más responsiva a las preocupaciones de que los desarrollos no están sirviendo a las necesidades de la comunidad.
El 2 de junio, la Comisión de Planeación votó aprobar un plan conocido como la “Bestia en Bryant” para demoler el edificio que otrora albergara Cell Space, un legendario colectivo de arte que residió por casi veinte años en el distrito de la Misión en San Francisco, y construir dos nuevos edificios de departamentos en su lugar. Uno de los edificios albergaría 196 departamentos que sólo los ricos pueden adquirir; el otro edificio incluiría 139 unidades accesibles que tendrían un precio de menos de 60 por ciento del ingreso promedio de Bay Area, o aproximadamente $43,000 por un adulto soltero.
No es de sorprender que la Comisión de Planeación aprobara el plan del desarrollista Nick Podells de construir viviendas de lujo en la Misión. Podell fue llamado a presentarse a la Comisión en septiembre con un plan previo, que implicaba construir un solo edificio en lugar de dos. Pero él cambió su aplicación en el último minuto frente a la protesta de la comunidad. La versión revisada crea significativamente más vivienda accesible, separando el proyecto en dos edificios, y también ofrece restaurar un pequeño porcentaje de los espacios de arte perdidos por la destrucción del viejo edificio.
Durante el periodo de interin, la comunidad llegó a desarrollar su propia propuesta del lugar, y este reportero fue una de las personas que participaron en un proceso que duró meses para crear un plan que fue acuñado como “Belleza en Bryant”. La propuesta incluye un número de sugestiones detalladas, pero los principales puntos involucran llamar a Podell para donar la mitad del total del terreno a la ciudad para construir vivienda accesible, la preservación de los 50,000 pies cuadrados del terreno para usos artísticos e industriales que existieron en el sitio original, y emplear a sindicatos laborales 100 por ciento para construir el nuevo proyecto.
Ese llamado a los sindicatos laborales creó un cisma que se intensificó luego que Carpinteros en Acción (CIA) llegó a un acuerdo con Podell y comenzaron a cabildear para el proyecto, mientras otros sindicatos trataron de asegurar sus propias garantías. Esas garantías nunca llegaron y en una reunión el jueves miembros del trabajo organizado hablaron contra el proyecto, mientras cerca de 50 miembros de la CIA pasaron el día en la Comisión de Planeación y manipularon para asegurar la mayoría de los sitios en la sala.
“Es desconcertante ver que los sindicatos no están apoyando este proyecto”, dice la Comisionada Kathrin Moore.
“Yo nunca oí que los sindicatos estuvieran aquí y dijeran lo que dijeron hoy, y eso me deja preocupada.”
No obstante, el resquebrajamiento de los planes de Podell no fue suficientemente severo para que toda su propuesta colapsara. Eso ayudó a que la comunidad asegurara un espacio adicional para usos artísticos e industriales en el terreno de su edificio a tasas de mercado. Mientras la concesión está lejos de completar su victoria, la Comisión de Planeación pareció más comprometida para proteger la vivienda accesible y los espacios artísticos en la ciudad que en reuniones previas.