Las deficiencias de vitamina B y otros nutrientes pueden desempeñar un papel en la depresión
por Nancy Schimelpfening
Si tiene depresión crónica, es posible que más de un factor esté causando sus síntomas (estado de ánimo bajo, letargo, desinterés por las cosas que normalmente le gusta hacer, etc.). Una de estas es una posible deficiencia en uno o más nutrientes esenciales. Esto podría ser una gran noticia, ya que junto con los medicamentos, la terapia y cualquier otro tratamiento que su médico le recete, hacer cambios simples en su dieta puede ayudarlo a sentirse mejor.
Solo un profesional médico puede determinar si tiene una deficiencia nutricional, por lo que antes de llenar su refrigerador con alimentos nuevos o abastecerse de suplementos, obtenga un diagnóstico oficial. Tenga en cuenta también que el cuerpo se beneficia más de las vitaminas y minerales que provienen de los alimentos en lugar de las píldoras. De hecho, incluso si no tiene un nivel bajo de ningún nutriente en particular, comer una dieta balanceada en general, uno compuesto por alimentos frescos en lugar de procesados, lo ayudará a sentirse mejor en general.
Vitaminas B-Complejo
Las vitaminas B son esenciales para el bienestar mental y emocional. Son solubles en agua, lo que significa que no se pueden almacenar en el cuerpo, por lo que debe consumirlos a diario. Las vitaminas B pueden agotarse con el alcohol, los azúcares refinados, la nicotina y la cafeína. Los excesos de cualquiera de estos pueden jugar un papel en una deficiencia de vitamina B. Así es como cada una de las vitaminas B puede:
• Vitamina B1 (tiamina). El cerebro usa esta vitamina para ayudar a convertir la glucosa o el azúcar en la sangre en combustible. Sin ella, el cerebro se queda rápidamente sin energía. Las deficiencias de tiamina son raras, pero pueden acompañar a los trastornos por consumo de alcohol y dar lugar a una variedad de síntomas psiquiátricos y neurológicos.
• Vitamina B3 (niacina). Una deficiencia de niacina puede causar pelagra, una enfermedad que puede causar psicosis y demencia. Debido a que muchos alimentos comerciales contienen niacina, la pelagra prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, las deficiencias de vitamina B3 pueden producir agitación y ansiedad, así como lentitud mental y física.
• Vitamina B5 (ácido pantoténico). Las deficiencias de esta vitamina son raras, pero pueden provocar fatiga y depresión.
• Vitamina B6 (piridoxina). Esta vitamina ayuda al cuerpo a procesar aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas y algunas hormonas. Es necesario para producir serotonina, melatonina y dopamina. Las deficiencias de vitamina B6, aunque muy raras, causan inmunidad deteriorada, lesiones en la piel y confusión mental. A veces se produce una deficiencia marginal en alcohólicos, personas con insuficiencia renal y mujeres que usan anticonceptivos orales. Una clase más antigua de antidepresivos, los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), también se ha relacionado con deficiencias de vitamina B6, pero ya no se recetan mucho. Hay muchos médicos orientados a la nutrición que creen que la mayoría de las dietas no proporcionan cantidades óptimas de esta vitamina.
• Vitamina B12. Debido a que la vitamina B12 es importante para la formación de glóbulos rojos, una deficiencia puede conducir a la anemia, así como a una variedad de síntomas neurológicos y psiquiátricos. Las deficiencias tardan mucho tiempo en desarrollarse, ya que el cuerpo almacena un suministro de tres a cinco años en el hígado. Cuando ocurren escaseces, a menudo se deben a una falta de factor intrínseco, una enzima que permite que la vitamina B12 se absorba en el tracto intestinal. Esta condición se conoce como anemia perniciosa. Como el factor intrínseco disminuye con la edad, las personas mayores son más propensas a las deficiencias de B12.
• Ácido fólico: esta vitamina B es necesaria para la síntesis de ADN. También es necesario para la producción de SAM (S-adenosil metionina). Una dieta deficiente, enfermedad, alcoholismo y ciertos medicamentos pueden contribuir a las deficiencias de ácido fólico. A las mujeres embarazadas a menudo se les aconseja tomar esta vitamina para prevenir defectos del tubo neural en el desarrollo del feto.
Vitamina C
Cuando muy poca vitamina C juega un papel en los síntomas de la depresión, los suplementos ciertamente pueden ayudar, especialmente si ha tenido una cirugía o una enfermedad inflamatoria. El estrés, el embarazo y la lactancia aumentan la necesidad del cuerpo de vitamina C, mientras que la aspirina, la tetraciclina y las píldoras anticonceptivas pueden agotar el suministro del organismo.
Minerales
Las deficiencias en varios minerales se han asociado con síntomas depresivos y problemas físicos. Entre ellos se encuentran el magnesio, el calcio, el zinc, el hierro, el manganeso y el potasio. Un nutricionista o dietista puede determinar si tiene pocos minerales y sugerir formas de incluirlos en su dieta.