por la Universidad de Michigan
ANN ARBOR, Michigan.— Las personas ancianas que tienen problemas de visión y no reciben tratamiento tienen nueve veces más probabilidades de desarrollar el mal de Alzheimer –la forma más común de demencia- que las personas que cuidan sus ojos con medidas de prevención.
Un estudio del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan muestra que las personas con defectos de visión que visitaron un oftalmólogo al menos una vez para un examen general de la vista y su tratamiento, tuvieron 64 por ciento menos probabilidades de desarrollar síntomas relacionados con la demencia.
El estudio se publica en la versión de Internet, anticipada a la impresa, de la revista American Journal of Epidemiology, y puede presentar una nueva imagen de la visión defectuosa como causa de la demencia más que como un síntoma.
“Los problemas visuales pueden tener consecuencias graves y son muy comunes entre los ancianos, pero muchos de ellos no procuran tratamiento2, dijo la autora principal Mary A.M. Rogers, profesora investigadora asistente de medicina interna en la Escuela de Medicina de la UM, y directora de investigación del Programa de Realce de Seguridad del Paciente en el Sistema de Salud de la UM y el Centro Médico de Asuntos de Veteranos en Ann Arbor.
Para este estudio Rogers y su colega Kenneth M. Langa, profesor de medicina interna de la UM e investigador del Centro de Asuntos de Veteranos para Gestión de Práctica e Investigación de Resultados y el Instituto para Investigación Social, analizaron los datos del Estudio federal de Salud y Retiro y del Estudio de Envejecimiento, Demografía y Memoria.
“Nuestros resultados indican que es importante que las personas ancianas con problemas visuales busquen atención médica de manera que se pueda identificar y tratar las causas de los problemas”, dijo Rogers.
Los tipos más comunes de tratamiento de la visión que ayudan a demorar un diagnóstico de demencia son la cirugía de corrección de cataratas y los tratamientos para el glaucoma y los trastornos de la retina. Además de estos procedimientos los exámenes regulares de los ojos realizados por un oftalmólogo son importantes para ayudar a demorar el comienzo de la demencia.
Junto con el cuidado apropiado de los ojos, el ejercicio y el
estímulomental como la lectura y los juegos de mesa, habitualmente se vinculan con una reducción del riesgo del mal de Alzheimer y la demencia. Pero un trastorno visual puede interferir con la movilidad normal y también puede disminuir la capacidad de una persona para su participación en tales actividades.
“Muchos ancianos en Estados Unidos no tienen una cobertura adecuada de su cuidado médico para la visión, y el programa Medicare no cubre los exámenes de visión preventivos”, dijo Rogers. “Por esto los ancianos generalmente reciben tratamiento para su visión sólo después que surge un problema suficientemente grave como para que vayan a un médico. Pero, para entonces, el daño puede ser demasiado grande como para repararlo”.
Según una encuesta llevada a cabo por el Programa Nacional de Educación para la Salud de los Ojos, menos del 11 por ciento de las personas que respondieron entendía que no hay señales tempranas de advertencia sobre problemas oculares tales como el glaucoma y la retinopatía diabética.
Sin embargo, los problemas de visión similares y la ceguera se cuentan entre las principales discapacidades de los adultos y pueden resultar en una propensión mayor a otras condiciones de salud o, aún, a la muerte prematura.
“Mientras siguen disminuyendo las tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas y cáncer, las tasas de mortalidad por el mal de Alzheimer siguen subiendo”, dijo Rogers. “De manera que si pudiéramos demorar el comienzo de la demencia, también podríamos evitar para los individuos y sus familias la carga, los costos y el estrés que son comunes con el mal de Alzheimer”.
El estudio se sustentó en las encuestas de 625 personas recopiladas a lo largo de 14 años. Sólo el 10 por ciento de los encuestados que desarrollaron demencia tenía una visión excelente cuando comenzó el estudio, comparado con el 30 por ciento de los que iniciaron su participación en el estudio con visión excelente y que no desarrollaron demencia.
Aproximadamente cinco millones de personas en Estados Unidos sufren el mal de Alzheimer y la cifra se ha duplicado desde 1980. Se calcula que la cifra de personas con mal de Alzheimer llegue a 13 millones hacia 2050.
De acuerdo con los Centros para Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, una de cada cinco personas en el país mayores de 50 años de edad experimenta algún deterioro o impedimento visual.