por Michael Marcell & Luis Carlos López
Un estudio lanzado el 11 de agosto por el Centro de Investigaciones Hispano Pew muestra que 340,000 de los 4.3 millones (8 por ciento) de los bebés nacidos en Estados Unidos en 2008 tenían como progenitores a inmigrantes indocumentados— la mayoría de ellos de padres hispanos.
Pew reveló que casi cuatro de cinco de los 5.1 millones de hijos menores de 18 años de inmigrantes no autorizados nacieron en este país y por lo tanto, son ciudadanos norteamericanos.
“En general, los hispanos que viven en EE.UU.
tienen mayores tasas de fertilidad que los blancos, afro-norteamericanos o asiáticos”, dijo el Pew. “Entre los hispanos, los nacidos en el extranjero tienen mayores tasas de fertilidad que los nacidos acá”.
El estudio aparece en un momento en que los senadores están a zancadas en Capitol Hill para redefi nir qué se requiere para ser un ciudadano de EE.UU.
Actualmente, la sección uno de la 14va enmienda de la Constitución declara: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado donde residen”.
Algunos han propuesto cambiar la enmienda para excluir a los niños nacidos en EE.UU. de inmigrantes indocumentados de ser considerados ciudadanos para ayudar a resolver el problema de la inmigración ilegal. Los Senadores Lindsey Graham (R-S.C.), Mitch McConnell (R-Ky.) y John McCain (R-Ariz.) realizaron audiencias el 3 de agosto para discutir tal posibilidad.
El portavoz de Graham, Kevin Bishop dijo que abordar el tema de los derechos por nacimiento haría avanzar una reforma exhaustiva de inmigración porque sería un método de evitar que más inmigrantes indocumentados ingresen a este país.
El Presidente Reagan hizo frente a la primera ola en 1986 cuando firmó un proyecto de amnistía que brindó camino a la ciudadanía para 2.7 millones de personas.
Bishop dijo a Hispanic Link el 6 de agosto, “Ahora estamos en la segunda ola de inmigrantes ilegales… la Senadora Graham está comprometida para que no tengamos una tercera ola”.
Bishop destacó la postura de Graham de que los cambios no pondrían en peligro el estatus de las personas a quienes ya se les ha dado ciudadanía por nacimiento.
Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza, dijo en una declaración que Graham y McCain, una vez defensores líderes del Senado para la exhaustiva reforma a la inmigración, uniéndose a los líderes Republicanos del Senado Mitch McConnell y Jon Kyl para apoyar el rechazo a la ciudadanía por nacimiento, la han llevado a “concluir que, con algunas excepciones, el GOP ha olvidado ya sea sus sentidos o sus principios”.
Elizabeth Weidruff, asesora jefe del Constitutional Accountability Center, dijo, “El texto y la historia de la 14va Enmienda claramente incluye a los hijos de los no-ciudadanos o inmigrantes indocumentados para garantizar la ciudadanía para aquéllos nacidos en el suelo de EE.UU.”.
Otros están haciendo eco del llamado de Graham a la acción y tienen una diferente interpretación de la 14va Enmienda.
Ira Mehlman, portavoz de la Federation for American Immigration Reform, dijo que ser un ciudadano norteamericano implica una mayor conexión al país propio de las que alguien que viene a EE.UU. por razones oportunistas no puede comprender.
“La enmienda dice ‘todas las personas nacidas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos”, dijo. “El tema es: qué signifi ca estar en la jurisdicción de Estados Unidos? Signifi ca, simplemente, que estás aquí y debes detenerte en las luces rojas como el resto de nosotros, o hay algún mayor signifi cado en el concepto de lo que signifi ca estar en la jurisdicción de Estados Unidos?” Hispanic Link.