by Mike Adams
“¡Vacunaré a mi bebé por comida!” Ese parece ser el objetivo de un programa lanzado el año pasado por la compañía de seguros de salud UnitedHealthcare de Michigan. Ha recurrido a los tentadores padres con comida chatarra para convencerlos de que inyecten a sus hijos con vacunas potencialmente mortíferas que contienen químicos que dañan el cerebro. Esto ha sido revelado en una carta adquirida por NaturalNews y firmada por Stephanie Esters, una RN, que se presiona por vacunas y que trabaja para UnitedHealthcare.
La carta declara “Obtenga GRATIS una tarjeta por $20 en McDonalds, Rite Aid, Target o Meijer cuando su hijo obtenga las vacunas recomendadas antes de su segundo cumpleaños.” Incluso ofrece un “aventón GRATIS al doctor” para quienes son tan pobres que no tienen auto.
Las vacunas para los niños, por supuesto, están cargadas con químicos Obamaadyuvantes extremadamente tóxicos — químicos diseñados para causar inflamación neurológica a fin de invocar una reacción inmunológica. Las vacunas también contienen mercurio y aluminio, ambos altamente tóxicos venenos para el cerebro. Es por eso que muchos niños que son vacunados con tales inyecciones se vuelven autistas virtualmente de la noche a la mañana (sus cerebros son envenenados más allá del umbral biológico).
Mientras la ciencia fundamental de la inoculación es debatible, agregar toxinas neurotóxicas a las vacunas actuales — las que son luego inyectadas en grandes números a los niños (más de 100 vacunas dadas a un niño típico) — los convierte en armas químicas que se usan para atacar médicamente a niños inocentes. Casar este programa de armas químicas con un programa de incentivo de comida chatarra es la cúspide de la estupidez médica. Tiene casi el mismo sentido como comer pollo frito para curar el cáncer de mamas (http://www.naturalnews.com/028631_Komen_for_the_cure_pinkwashing.html).
Tal programa obviamente se enfoca en familias de menores ingresos, las que tienden a ser predominantemente afro-norteamericanas o latinas, según las estadísticas nacionales. La RN tras esta nauseabunda campaña de vacunas por comida es Stephanie Esters, una mujer afro-norteamericana que demuestra la violencia médica de afro-norteamericano a afro-norteamericano cometida contra los niños de esta raza en Estados Unidos cada día.
¿Recompensar las vacunas con tóxica comida chatarra?
Tal vez la parte más atroz de este esquema de eugenesia, que ya puede haber matado a un número desconocido de pequeños bebés afro-norteamericanos es que la recompensa por recibir una inyección con vacunas químicas que causan daño neurológico es un certificado de regalo para comida chatarra “muerta” que promueve enfermedades.
Es claramente un aliento para que los padres alimenten a sus hijos con comida chatarra que induce a la obesidad que también promoverá la diabetes (proliferante entre los afro-norteamericanos), el cáncer a la próstata (súper mortal entre los hombres afro-norteamericanos) y el cáncer de mamas (que genera grandes cantidades de dinero para la industria criminal del cáncer que se enfoca en las mujeres afro-norteamericanas). Lávelo con un cóctel de ácido fosfórico y aspartame — también conocido como “bebida diet” — y luego dese incluso más cáncer y enfermedades cardíacas con papas fritas!
¿Es esto lo que United Healthcare alienta a sus clientes a hacer? ¿Son tan estúpidos que no se dan cuenta de que tales malos hábitos alimenticios aumentarán las exigencias relacionadas con la salud contra su propia empresa?
Obviamente, si UnitedHealthcare en realidad quisiera mejorar la salud de los niños de bajos ingresos en Michigan, podría recompensarlos con una botella de suplementos nutritivos o superalimentos. Dele al niño barras orgánicas CocoChia de Living Fuel! O compre algunos Boku Superfood para la familia!
Pero no, la recompensa por ser inyectados con vacunas químicas es más cortesía de químicos de la hormona inyectada, ligada a antibióticos, basura de vacuno tóxica OMG vendida por McDonald’s. ¿Sabía que los McNuggets de pollo están hechos con una silicona química que también es usada en Silly Putty? (http://www.naturalnews.com/032820_Chicken_McNuggets_ingredients.html).
Los programas de incentivos a la vacunación se enfocan cada vez más en quienes viven en la pobreza.
La tendencia más perturbadora en la comercialización de vacunas hoy en día es que las tiendas y farmacias ahora están recurriendo a trucos de marketing y regalos para tentar a los padres de inyectar a sus hijos con vacunas potencialmente mortíferas.
Las tiendas Safeway, por ejemplo, anunciaron recientemente un 10 por ciento de descuento en las compras para aquéllos que accedieran a ser vacunados en el lugar. (http://www.naturalnews.com/033880_flu_shots_grocery_stores.html) NaturalNews también captó que las tiendas Walgreens estaban recompensando a sus propios empleados con premios iPad si “reclutaban” clientes para que sean vacunados. (http://www.naturalnews.com/033859_flu_shots_Walgreens.html).
Todo esto es parte de la agenda de vacunas de eugenesia, claro, que se enfoca específicamente en minorías y familias de bajos ingresos. Obviamente una familia bien no va a ser tentada por $20 de comida chatarra en McDonald’s, pero una domadre mal informada que vive apenas con su pago — apenas sosteniéndose de los programas de asistencia del gobierno — puede estar más que dispuesta a intercambiar la salud de su hijo por una comida de $20 en McDonald’s. Especialmente si todas las enfermeras y doctores le aseguran que las vacunas son buenas para sus hijos… y las vacunas nunca causan autismo, le dirán.
El punto de las vacunas es, claramente, despoblar el planeta a través de los efectos secundarios de infertilidad o mortalidad directa de quienes reciben las vacunas. Esto ha sido admitido abierta y directamente por el contribuyente financiero No. 1 a la investigación de vacunas en el mundo — el Sr. Bill Gates. En un discurso abierto y público, grabado en video, Gates explica que las vacunas pueden contribuir a reducir la población mundial.
Específicamente dice que: “El mundo actualmente tiene 6.8 billones de personas…y está avanzando hacia 9 billones. Ahora si hacemos realmente un buen trabajo en vacunas, cuidado de la salud, servicios de salud reproductive, podemos reducir ese número tal vez en 10 o 15 por ciento.” (http://www.naturalnews.com/029911_vaccines_Bill_Gates.html).