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Claire Dunn y su arte sensorial: “Estudio la relación entre el cuerpo y el mundo”

La artista argentina vive en SF desde 2021. La niñez entre Buenos Aires y Córdoba, la unión entre la psicología y el arte, el viaje a Inglaterra -que le cambió la vida-, han sido los factores para inyectar un estilo innovador a su arte, y el cual le permite desarrollar un contacto con la Ciudad

por Jonathan Raed

Viernes 5 de abril de 2024

Claire Dunn nació en Buenos Aires hace 28 años en Pilar, una localidad ubicada en el cordón urbano que rodea a la Capital Federal, aunque es parte de la zona urbana, se caracteriza por estar lejos de la dinámica ruidosa de la capital, sin duda es un sitio ideal para una persona sensible que busca conectar consigo misma; y ahí es donde vivió -Claire- sus primeros años, acompañada de sus padres y su hermano.

Claire menciona que los nombres de ella y de su familia no son comunes en una familia argentina y se debe a que su abuelo Denis era de origen inglés y también, a que su abuela Margaret era artista, con quien ha pasado mucho tiempo haciendo arte en Córdoba, Argentina. Agrega “Mis padres nos pusieron nombres que les gustó cómo sonaban con el apellido” y cuando era chica no le gustaba tener un nombre diferente, pero con el tiempo supo que éste podría ayudarle a ser identificada como una artista ritidoma única.

Silvia Fiori fue su profesora de arte en el colegio y también su mentora profesional, indica que además de enseñarle todas las técnicas de dibujo y pintura “fue un ángel para mí”, pues pasaba por una crisis de identidad y le acompañó para a auto-descubrirse a través del arte.

Claire estudió psicología en la Universidad del Salvador (BA) y gracias a ello logró una beca de intercambio a Inglaterra donde permaneció por casi un año; lugar donde encontró parte de la inspiración para su práctica artística, ya que con sólo 22 años pudo viajar a dedo, caminando y en colectivo hasta conocerse “íntimamente”.

Ese contacto con el mundo fue esencial para sus expresiones artísticas. Tal como ocurrió con la psicología, pues considera que ambas disciplinas están estrechamente relacionadas y eso le fascina, pues puede estudiar dicha conexión. Así lo hizo en su tesis de psicología, donde profundizó sobre ese vínculo trabajando con muchos artistas para concluir que “el arte puede ser una vía para la salud mental”.

En 2021, llegó a Estados Unidos, con el fin de hacer una maestría de arte en San Francisco. “Quería entender y conectarme con el lugar, los árboles y las personas que viven acá, así que lo hice caminando muchas horas por la ciudad. Hablando con muchos extraños en el camino y haciendo preguntas” A esto precisa que hay una frase de Rebecca Solnit que dice: ‘Caminar es la única manera de comparar el ritmo del cuerpo con el ritmo de la tierra’.

En ese sentido, considera que cada lugar tiene una constelación de condiciones, mismas que crean y afectan la experiencia de vida, siendo los códigos del lugar los que quedan impresos en el ser humano. Incluso se dice que “las condiciones climáticas influyeron en el inicio de diferentes religiones en el mundo”.

El arte de Claire es singular, no tiene muchos antecedentes y las calles de San Francisco fueron clave para su desarrollo. Narra que en cada caminata iba levantando cortezas de árboles y hojas caídas en la vereda que le llamaban la atención. Y cuando volvió a su estudio, sin un objetivo final, cosió, bordó y unió las cortezas que había recolectado creando distintas formas, y al mismo tiempo “procesando todo lo vivido durante el día”. Este proceso lo volvió una práctica “meditativa”.

Con el tiempo, las cortezas se convirtieron en esculturas, para mostrar “un diálogo mío con mi alrededor”. Luego, comenzó a levantar objetos descartados hechos por humanos; basura. Objetos que la inspiraban. Y así, su práctica se transformó completamente hasta: “explorar el mundo de la escultura con objetos encontrados”, indicó. Sin embargo, el trabajo de Claire es interdisciplinario, abarcando desde la escultura y la pintura hasta fotografía experimental, instalaciones inmersivas y herramientas inventadas. Añade que en todos busca “conectar mi cuerpo a mi ubicación, enfocándome en las cualidades únicas de cada lugar” y gracias a la investigación sensorial logra estudiar la relación entre el cuerpo y el mundo.

Dunn ha expuesto su obra en Argentina y en EE.UU., en recintos como el Museo de Arte de Fort Wayne, el Berkeley Art Center, el Minnesota Street Project, el Palo Alto Art Center y la Embajada de Argentina en Washington DC. Asimismo, ha sido artista residente en La Flecha del Arte en Argentina, y ha logrado ganar el Premio de Residencia Monson Arts Abbott Watts en Maine y el Recology AIR en San Francisco.

Claire pone todo de sí en sus obras, hasta su propio ADN: “En estos días estoy trabajando mucho en mis fotogramas”, “combinando mis documentaciones macro-fotográficas analógicas de objetos encontrados en el bosque con mi propio ADN (extraído de mi pelo y saliva); además de otros elementos como espejos rotos que tienen mis huellas digitales, para crear dibujos abstractos y dinámicos con diferentes herramientas como papel de lija, y clavos”, explicó.

Con la calidez que la caracteriza, Claire, indica que su arte se trata de “pieles mudadas de diferentes árboles; las levanto del suelo y encuentro que cada corteza tiene memoria”, pues considera que cada árbol es un ser con personalidad y sus pieles van cayendo sin ser notadas, y por esa razón las levanta y les vuelve a dar vida”.

Dunn no solo tiene un estilo propio, sino también herramientas propias. “Cuando pinto, lo hago con herramientas talladas a mano que creé a partir de palos que también levanté del piso; generalmente, del árbol llamado Redwood. Cada pieza tiene tallada la latitud y longitud donde fue encontrada, y el año. Es una sensación de mapear cómo me muevo en el espacio. También exploro otras formas de mover la mano y utilizar las herramientas”, describió.

Finalmente, habló sobre su futuro. “Aprendí a curar exhibiciones. Me encanta postular preguntas, abrir el diálogo con otros artistas y que respondan a su manera, con su arte o quizás agregando más preguntas. De eso se trata porque colaborar con gente también es algo que me fascina. Mi sueño es poder seguir viajando, conocer el mundo y seguir haciendo arte, conociendo personas increíbles en el camino”, concluyó.

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