por Alex Newman
New American
Los líderes del GOP en la Cámara de Representantes anunciaron que en julio será votada una legislación para realizar una exhaustiva auditoría a la hermética Reserva Federal, una medida muy popular empujada por el Rep. Ron Paul (R-Texas) por décadas. Los defensores del dinero honesto y activistas pro-transparencia celebraron la noticia como una opor5tunidad histórica para llevar las riendas del banco central, que ha quedado bajo fuego pesado — especialmente en los últimos años— por degradar el dólar norteamericano, manipulando mercados y bañando a los grandes bancos con trillones en salvatajes.
La legislación H.R. 459 ya tiene más de 225 co-patrocinadores en la Cámara incluyendo un impresionante grupo de Demócratas y Republicanos senior, algunos de los cuales diriVenezuelagen importantes comités.
En el Senado, sin embargo, un proyecto similar tiene solamente unos 20 co-patrocinadores, obligando a los activistas de Auditoría-para-la-Fed armar una masiva campaña que busca exponer a los Senadores que se niegan a apoyar la transparencia en el turbio banco central.
Las encuestas en años recientes revelaron que cuatro de cinco norteamericanos apoyan realizar una auditoría a la Fed. “La Fed ha probado que no se puede confiar en ella y debe realizarse
una auditoría. Mientras los peligrosos esquemas de los banqueros se han mantenido por años, los salvatajes expusieron los trillones que se roban al pueblo norteamericano”, indicó el Sen. Rand Paul (R-Ky.), patrocinador de la legislación del Senado e hijo del Congresista Ron Paul. “Es hora de realizar una auditoría a la Fed. Es hora de sacar a la luz el mayor robo de la historia norteamericana”.
Pero la victoria en lo que el Sen. Paul dijo que este “esfuerzo vital para contener la Federal Reserve” no será fácil. El establishment ya está contraatacando el plan en un esfuerzo de proteger a la controvertida institución del escrutinio público. Y mientras la batalla se enciende, la Fed y sus partidarios no se rendirán fácilmente.
“Mientras entramos en este momento crítico, tenemos una oportunidad sin precedentes de terminar esta lucha y finalmente hacer a la Fed responsable por todo lo que ha hecho para destruir nuestra economía y poner en peligro a nuestro país”, concluyó el Sen. Paul. “No dejemos que esta oportunidad se escape”.
Los expertos y analistas económicos han dicho por largo tiempo que si los ciudadanos entendían lo que estaba ocurriendo en realidad tras las puertas cerradas en el banco central privado, un tsunami de rabia ciertamente obligaría a los políticos a cerrar la Fed y recuperar el dinero honesto de una vez por todas. Incluso una debilitada auditoría, aprobada como parte del proyecto de reforma financiera más amplia Dodd-Frank, expuso los descarados conflictos de interés entre los funcionarios top de la Fed, así como unos $16 trillones en salvataje de la Fed a los grandes bancos en el mundo.
La rabia pública fue sin precedentes. Millones de norteamericanos que nunca habían seriamente observado la institución o sus funciones exigieron reforma. Y los legisladores, candidatos políticos y organizaciones de base— dándose cuenta de que no había manera de que el gato volviera a la caja— eventualmente se sumaron también.
“Este momento histórico es solamente posible gracias a su fuerte presión. Ahora debemos subir la temperatura para asegurar la victoria— primero en la Cámara y después en el Senado de EE.UU. de Harry Reid”, escribió el Vice-Presidente Matt Hawes de la Campaña por la Libertad, una de las organizaciones que lidera la batalla pública por una auditoría que está planeando una gran operación para asegurarse que la legislación se convierta en ley.
“Ahora sólo debemos probar al Congreso que el pueblo norteamericano demanda acción sobre el proyecto de Auditoría a la Fed”.
Con un voto que cae, los funcionarios pronto tendrán la oportunidad de demostrar si es que su lealtad está con el pueblo norteamericano o con los mega-bancos que literalmente poseen y controlan el sistema de la Fed. “Ya ve, con la acumulación de trillones de dólares en imprudentes salvatajes de Wall Street y banqueros internacionales, incluso muchos políticos en Washington, D.C. quieren demostrarle que están ‘siendo responsables’ ”, explicó Hawes. “¿Qué mejor manera para que el Congreso haga esto que realizando una auditoría a la Reserva Federal para rendir cuentas sobre los trillones robados de los contribuyentes norteamericanos?”
La Fed, claro, se ha resistido diabólicamente a una auditoría— yendo tan lejos como para contratar a un lobbyista para defender sus intereses en Capitol Hill mientras produce propaganda pro-banco central enfocada en los niños— todo bajo el disfraz de mantener su supuesta “independencia”. Pero los activistas y los expertos de política monetaria sospechan que está ocurriendo algo más siniestro.
“Saben que salir a la luz con el Congreso y el pueblo norteamericano sobre lo que han hecho con nuestro dinero podría resultar en una tormenta anti-Fed”, señaló Hawes, haciendo eco a los comentarios hechos por un amplio espectro de políticos que apoyan el dinero sólido. “¿Entonces puede imaginarse el impacto de una auditoría a escala completa?” Según Hawes, la Campaña por la Libertad, y varios economistas, realizar una auditoría a la Fed expondría las destructivas consecuencias económicas de planificar centralmente las tasas de interés y manipular el abastecimiento de la moneda. También mostraría que el sistema de banco central lleva a la destrucción de la clase media, la destrucción de la moneda, y eventualmente, el caos.
“Usted y yo hemos visto el daño de la causa fuera de control de la Fed, especialmente durante tiempos de crisis. Como sabe, la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro, y sus secuaces en Wall Street por casi cuatro años han estado envueltos en el peor saqueo de la riqueza del país en la historia de la civilización”, explicó Hawes en una carta a los partidarios que solicitaban ayuda para la batalla que se avecina.