por Marvin Ramírez
La década de los 60 y 70 fue una época de gran efervescencia musical en América Latina, y Nicaragua no fue la excepción. En ese contexto, surgió Bwana, una banda que fusionó rock, música tropical y sonidos autóctonos, creando un estilo único que reflejaba la realidad y el espíritu de la Managua de la época, conocida como la «Suiza Centroamericana». Aunque la banda tuvo una carrera relativamente corta, su legado perdura en la memoria colectiva y en la historia del rock latinoamericano.
El nacimiento de Bwana
Formada a finales de los 60, Bwana nació de la unión de jóvenes músicos influenciados por los Beatles, los Rolling Stones, Santana y el jazz latino. El nombre «Bwana» evocaba poder y autoridad, un término que reflejaba la ambición del grupo, que rápidamente se destacó en la escena musical nicaragüense.
Sin embargo, la historia detrás de la formación de Bwana es más compleja de lo que comúnmente se ha contado. Según Donaldo Mantía, uno de los miembros fundadores, la raíz del grupo fue integrada por los siguientes músicos.
«Si el grupo fue fundado a principios de 1970, la raíz del grupo fue integrado por: Tony Rodríguez AKA Bugs Bonnie, en el bajo, Danilo Amador en el órgano, Cali Alemán como cantante, Roberto Martínez (Maguila) en la guitarra, Salvador Fernández en las congas y yo, Donaldo Mantía, en la batería», explicó Mantía.
Sin embargo, Luis Malespín, AKA Luigi Ibarra, quien se enorgullece de ser nieto del creador de la letra del himno nacional de Nicaragua, Salomón Ibarra Mayorga.
Malespín menciona que él fue la primera guitarra del grupo, que los llevó a ganar un premio de primer lugar como mejor grupo, cuando el Indio Corea estaba a cargo de la promoción del banda.
En 1970 fuimos a Costa Rica a grabar dos sencillos con los primeros miembros que te mencioné», agregó, aclarando algunos detalles sobre la alineación original de la banda.
Después, los miembros de la banda experimentaron algunos cambios: «Luego, integramos a Ricardo Palma y a Román Cerna para grabar el primer álbum, porque Danilo Amador se vino a los Estados Unidos y Tony no quiso seguir». Malespín también se fue a los EE.UU.
Para el segundo álbum, Bwana incorporó al chileno Charlie Aravena en el bajo. «Como integrante original de Bwana, esa es la verdadera historia de Bwana, que traspasó las fronteras», afirmó Mantía.
Los integrantes de Bwana
A lo largo de su trayectoria, la banda sufrió algunos cambios en su alineación, pero los miembros clave fueron:
• Cali Alemán, el carismático cantante, cuya voz distintiva marcó el sonido de la banda.
• Jaime Vanegas, baterista cuyo estilo único dio forma al ritmo de Bwana.
• Donaldo Mantía (‘El Picudo’), baterista y timbalero, aportó una sonoridad especial a las composiciones.
• Salvador Fernández (q.e.p.d.), (‘Shava’), reconocido como uno de los mejores congueros de Nicaragua.
• Ricardo Palma (q.e.p.d.), tecladista, guitarrista y vocalista, contribuyó a la versatilidad del grupo.
• Román Cerpa, bajista y percusionista, cuya presencia en el escenario fue clave en la formación del sonido de Bwana.
• Roberto Martínez (q.e.p.d.), guitarrista y vocalista, quien enriqueció el repertorio de la banda con sus melodías.
Lamentablemente, Roberto Martínez falleció recientemente en noviembre debido a problemas pulmonares que «le empezó en Nicaragua, pues se había ido a vivir allá. Pero lo trajeron de regreso a Los Ángeles para atenderse, pues en Nicaragua no tenía seguro médico», explicó la cantante nicaragüense e ícona del rock, Janet Barnes, a El Reportero. «Era una tos que no lo dejaba respirar», contó Barnes, conmovida por la partida del músico.
El legado de su música
Bwana no solo se distinguió por sus influencias de rock internacional, sino también por la integración de ritmos latinos y caribeños. Canciones como «La Jurumba» y «La Patada» reflejaron la realidad social y las vivencias de la juventud nicaragüense. «La Jurumba«, en particular, se convirtió en un himno que evocaba la vida en los barrios de Managua y la figura de la Guardia Nacional, símbolo del poder represivo del régimen de Somoza.
En un comentario de un seguidor, se menciona: «La Jurumba de Bwana es un tema emblema de la vieja Managua. Nos recordamos del Nissan, el carro que usaba la Policía de Managua para patrullar y encarcelar a las personas, el Garand en las costillas (el arma que usaba la Guardia Nacional en Nicaragua), las calles de los barrios de Sto. Domingo, Campo Bruce y toda la vieja Managua.» Estas palabras evocan los tiempos turbulentos del país, pero también los momentos de libertad y tolerancia, que existía, a pesar del régimen de Somoza.
La banda alcanzó gran popularidad tras la grabación de su primer álbum alrededor del 1973 o 1974 en Costa Rica. Este material consolidó su nombre en la región, y temas como «Chapumbambe«, «Motemba» y «Todo es Real» demostraron su capacidad para fusionar diferentes estilos musicales con una fuerte identidad nicaragüense.
La disolución y el exilio
El terremoto de 1972 y la guerra civil que culminó con la caída de Somoza en 1979 marcaron el fin de Bwana como banda. Muchos de sus miembros se exiliaron, y la banda nunca pudo reunirse en su forma original. Sin embargo, su música sigue viva en los recuerdos de quienes vivieron esa época. Los testimonios de admiradores como Rafael Gaitán reflejan la nostalgia por esos tiempos: «Fueron tiempos maravillosos. Época que solo queda en el recuerdo.»
Aunque los miembros de Bwana viven actualmente fuera de Nicaragua, en Estados Unidos, otros ya han fallecido, y los que quedan están gozando de la tercera edad con hijos y nietos, pero algunos siguen tratando de revivir la banda, siguen tocando o creando música en sus casas con sus propios estudios. Sin embargo, ha surgido resentimiento entre ellos, ya que Roberto Martínez (q.e.p.d.), sin la autorización del resto, patentó el nombre y las canciones del grupo para su propio beneficio, lo que ha creado conflictos, explicó Mantía a El Reportero. A pesar de los intentos por recrearla, no se ha logrado materializar, y solo queda el sueño de revivirla.
En una entrevista reciente, Mantía, quien fue parte integral de la banda como baterista y timbalero, compartió su versión sobre algunos de los conflictos internos que contribuyeron a la disolución del grupo.
«Yo me retiré del grupo a finales del 73 porque este Maguila (Roberto Martínez) me estaba robando y agarré mi batería y me fui a Matagalpa a estudiar más la batería con métodos y me desarrollé profundamente y también estudié música en el conservatorio después del terremoto; lo mío no es a la bulla, por eso me he mantenido en un buen nivel. Ya para terminar, Maguila fue el que ensució el nombre de Bwana», dijo Mantía, aclarando su perspectiva sobre los problemas dentro del grupo.
El legado perdura
A pesar de que los integrantes viven fuera de su patria, el legado de Bwana continúa siendo fundamental en la historia del rock latino. Su música sigue siendo un recordatorio de la Managua de los años 60 y 70 y de la valentía de una banda que, a través de su arte, desafió las normas políticas y sociales de su tiempo.
Ver video de Bwana.