por Malkia Cyril, y co-autores
Un importante informe sobre la educación superior reveló que los hispanos y los afro-norteamericanos están terminando la educación superior a tasas más bajas que sus contrapartes blancas.
El estudio también reveló que las tasas de los estudiantes no blancos y de bajos ingresos que están recibiendo grados de bachiller han visto un pequeño aumento en los últimos 30 años. El análisis fue divulgado por la Iniciativa Acceso para el Éxito (A2S), un proyecto manejado por los jefes de 24 sistemas de educación superior de EE.UU. de The Education Trust, una organización nacional que trabaja para promover los logros académicos.
A2S fue creada en 2007 con la meta de aumentar el número de adultos educados en la educación superior y asegurar que sus instituciones de educación superior graduaran más estudiantes de color y aquéllos de familias con menores ingresos.
Su informe, “Charting a Path” selecciona datos de una encuesta de base de sus instituciones miembros, que según A2S educa a cerca del 40 por ciento de los estudiantes de pregrado en colegios y universidades de cuatro años a nivel nacional. Los resultados de la encuesta muestran claramente que los adultos jóvenes no blancos y de bajos ingresos tienen mayores dificultades para recibir sus diplomas que los estudiantes blancos. Mientras 36 por ciento de los adultos jóvenes blancos obtienen un grado de bachiller, la tasa es de solamente 20 por ciento para los afro-norteamericanos y 12 por ciento para los latinos.
Una vez en el colegio, los estudiantes de color tienen menos posibilidades de graduarse que sus contrapartes blancas. Un estimado de seis de diez estudiantes blancos logran su grado de bachiller en seis años, comparado con solamente cuatro de diez estudiantes de color. El informe también reveló las brechas que separan a los estudiantes latinos de los afro-norteamericanos de sus pares blancos son mayores hoy que en 1975. Hace treinta años, 24 por ciento de los adultos jóvenes blancos lograron un grado de bachiller, una cifra más del doble que los afro-norteamericanos (11 por ciento) y dos veces y media que los latinos (9 por ciento).
Hoy, mientras los adultos jóvenes reciben sus diplomas a una tasa del 36 por ciento, los afro-norteamericanos lo hacen a penas a la mitad de esa tasa (20 por ciento), con los latinos en un tercio (12 por ciento). Los latinos solamente han visto un aumento de 3 por ciento en los logros en los últimos más de 30 años.
Las diferencias entre los estudiantes de altos y bajos ingresos es incluso más evidente. En 1975, el 38 por ciento de los adultos jóvenes de altos ingresos obtuvieron un grado de bachiller, en comparación con el 7 por ciento de sus compañeros de bajos ingresos. Hoy, un asombroso 76 por ciento de adultos jóvenes de altos ingresos están recibiendo un grado de cuatro años, en contraste con sólo el 10 por ciento de aquéllos de familias de bajos ingresos.
Los participantes de A2S sostienen que esas disparidades no pueden ser corregidas hasta que quienes hacen las políticas tengan acceso a datos que reflejen mejor quiénes asisten y se gradúan de la educación superior. Según A2S, a diferencia de su estudio, transferencia y estudiantes part-time no están incluidos en las colecciones de datos federales ni tampoco el progreso de los estudiantes de bajos ingresos es rastreado durante sus estudios.
Sin embargo, estos estudiantes previamente no contabilizados corresponden a dos tercios de los estudiantes de la Iniciativa A2S y a un porcentaje similar de los estudiantes registrados a nivel nacional en la educación superior.
“Los estudiantes que no son contabilizados no son considerados cuando las políticas son debatidas y se toman las decisiones”, dijo Jennifer Engle, directora asistente de educación superior de The Education Trust y co-autora del informe. “Al medir los resultados de tales grupos no tradicionales, como los estudiantes de bajos ingresos, de transferencia y part-time, la métrica de A2S da una visión sin precedentes de cuán bien las instituciones están sirviendo su registro de pre-grado completo, no sólo seleccionar a unos pocos”.
Cada una de las instituciones participantes de A2S establece sus propias metas de progreso para aumentar las tasas de graduación entre las comunidades en las que se enfocan, pero la organización está trabajando colectivamente para lograr la meta de detener para 2015 las brechas entre quienes van a los colegios y los que completan los estudios que separan a los estudiantes de bajos ingresos y de color de los otros.
“Cerrar la brecha de resultados no es solamente un tema de competitividad para nuestro país. También es el tema de derechos civiles de nuestros días”, dijo William E. Kirwan, canciller de University System de Maryland.
A2S espera poder presionar a los líderes nacionales respecto del tema de invocar una economía en dificultades y las prometas hechas por el Presidente Obama. Un comunicado de prensa que anuncia los resultados de la encuesta establece, “El Presidente Obama fijó una meta para Estados Unidos para obtener nuevamente los logros liderados globalmente en grados académicos para 2020. No en menor medida, nuestro éxito para cumplir esta meta — y ayudar a nuestra alguna vez economía vital a recuperarse y generar mayores oportunidades laborales para todos los norteamericanos —dependerá de que los líderes de educación superior asuman sus responsabilidades para hacer que los colegios funcionen mejor para todos sus estudiantes”. Hispanic Link.
Detalles del studio en: http://www.edtrust.org/sites/edtrust.org/files/publications/files/NASHEdTrust.BaselineReport.pdf.