por Marvin Ramírez
Control Ciudadano y Creación de un Estados Unidos libre de Deuda
NOTA DEL EDITOR: Esta es la décima parte de la serie del artículo “Billones para los banqueros – deuda para el pueblo”. La primera parte abordó la historia de la deuda nacional de Estados Unidos a principios de los 1900s. La segunda de esta serie de varias partes, mostró cómo el control del dinero ha jugado un rol clave esclavizando a los norteamericanos al privarlos de la propiedad privada y el dinero, mientras los banqueros son dueños de todo. La tercera parte detalla los eventos desde la Depresión de los 1930s hasta más tarde.
La quinta parte aborda la Manipulación de Acciones por Diversión y Ganancias, El Monto del Interés Nunca se Crea y la Tiranía del Interés Compuesto. La sexta parte aborda Pequeños Préstamos Hacen lo Mismo, Revisando el Efectivo y Nuestra Propia Deuda en Espiral hasta el Infinito. La séptima parte trata de Apostando el Sueño Americano, que muestra que también es político. La octava parte aborda Continuar los Ciclos de Deuda y Guerra y más. La octava parte cubre Cada Ciudadano puede ser Accionista en Estados Unidos y el Control Ciudadano de la Moneda norteamericana. El Reportero está orgulloso de publicar este artículo, escrito por el Pastor Sheldon Emry con el fin de enseñar respecto de la historia del dinero en Estados Unidos.
por Pastor Sheldon Emry
Si el Congreso no lograba actuar, o actuaba de manera errónea en el abastecimiento de dinero, los ciudadanos usarían el voto o realizarían peticiones para reemplazar a los que evitaron que hubiera una acción correcta con otros a quienes el pueblo consideraba obtendrían une mejor política monetaria. Desde la creación del dinero y su emisión en cantidades suficientes sería una de las pocas funciones en el Congreso, el votante podía decidir sobre un candidato por su postura respecto del dinero y otras funciones legítimas del gobierno federal, en vez de los temas confusos que nos son presentados hoy. Todos los otros problemas, excepto la defensa del país, serían abordados por los gobiernos estatales, del país o la ciudad, donde son mejor manejados y más fácilmente corregidos.
Se brindará una adecuada defensa nacional por el mismo Congreso controlado por los ciudadanos, y no habrá banqueros tras la escena, chantajeando a los políticos para gastar millones de dólares en aventuras militares en el extranjero que finalmente sirven los esquemas de las finanzas internacionales.
Creando un país libre de deudas
Con dinero sin deudas y sin interés, no habría impuestos directos y nuestros hogares estarían libres de hipotecas sin los pagos a los banqueros de aproximadamente $10,000 al año. Tampoco obtendrían $1000 a $3000 al año por cada automóvil en sus rutas.
Necesitaríamos mucha menos “ayuda” financiera en la forma de planes de “pagos fáciles”, “moviendo” cargos de cuentas, préstamos para pagar cuentas médicas o de hospitales, préstamos para pagar impuestos, préstamos para pagar entierros, ni algunos de los mil y un préstamos usureros que ahora chupan la sangre de las familias norteamericanas.
Nuestras autoridades, en todos los niveles del gobierno, estarían trabajando para el pueblo en vez de ideando estrategias que nos mantendrían con una mayor deuda hacia los banqueros. Nos saldríamos de alianzas extranjeras enredadas que nos han involucrado en cuatro importantes guerras y otros tipos de guerras menores desde que fue aprobada el Acta de la Reserva Federal.
Un país libre de deudas daría a los padres más tiempo para criar a sus hijos. La eliminación de los pagos de interés y deuda sería equivalente a un aumento de 50 por ciento del poder de compra de cada trabajador. Esta cancelación de las deudas a interés privado podría resultar en que se les devuelva a las personas $300 billones al año en propiedad y salud que actualmente va a los bancos.
Controlando el Debate y la Opinión Pública
Nos damos cuenta de que este pequeño, y necesariamente incompleto, artículo sobre el dinero puede ser acusado de sobre simplificación. Algunos pueden argumentar que si es tan simple las personas podrían saberlo y no habría ocurrido.
Pero esta conspiración es tan vieja como Babilonia e incluso en Estados Unidos data de mucho antes de 1913.
En realidad, 1913 puede ser considerado como el año en que sus planes previos dieron sus frutos, abriendo el camino para una completa conquista económica para nuestro pueblo. La conspiración es lo suficientemente ponderosa en Estados Unidos para poner a sus agentes en puestos como editores de periódicos, columnistas, ministros de iglesia, presidentes de Universidad, profesores, escritores de libros de textos, líderes sindicales laborales, cineastas, comentaristas de radio y televisión, políticos desde miembros de juntas escolares hasta presidentes de EE.UU. y muchos otros.
Estos agentes controlan la información disponible para nuestro pueblo.
Manipulan la opinión pública, eligen a quien quieren a nivel local y nacional y nunca exponen el deshonesto sistema monetario. Promueven bonos escolares, programas agrícolas caros y en detrimento, “renovación urbana”, ayuda extranjera y muchos otros esquemas que dejan a las personas con mayores deudas hacia los banqueros.
Los ciudadanos considerados se preguntan por qué se gastan millones en un programa y billones en otros que puede duplicarlo e incluso anularlo, tal como pagar a algunos granjeros para que no siembren, mientras al mismo tiempo construyen diques o canales para regar más tierra agrícola. Loco o estúpido?
Ninguno. La meta es mayores deudas. Miles de métodos patrocinados por el gobierno para gastar dinero siguen en continuidad. La mayoría no tiene sentido, pero nunca son expuestos por lo que son realmente: sifones chupando nuestra sangre de vida económica. Billones para los banqueros, deudas para el pueblo.