DEL EDITOR: Siguiendo con nuestra investigación y cobertura de temas significantes que han afectado y están actualmente afectando nuestro modo de vida, el siguiente artículo, escrito por Andrew Gavin Marshall nos lleva a un largo viaje de históricos pasajes sobre el grupo Bilderberg, una pequeña organización que tiene mucho que ver con las políticas que deciden los hechos mundiales, tales como futuras guerras, invasiones a países, destrucción masiva en otros países, o formación de nuevos acuerdos de “libre” comercio para el beneficio de la elite que gobierna el mundo y la consolidación de un Nuevo Orden Mundial, y llevando a la culminación de un Nuevo Gobierno Mundial para esclavizar a la humanidad.
Debido a su extensión, será dividido en muchas partes. Así que por favor siéntese derecho en su asiento para un largo viaje, y esperamos que al final haya aprendido bastante de historia.
por Andrew Gavin Marshall
Global Research
SEGUNDA PARTE
Recientemente por Andrew Gavin Marshall: The Logic of Imperial Insanity and the Road to World War III
Decir que estamos trabajando por un gobierno de un mundo es exagerado, pero no totalmente injusto. Nosotros en Bilderberg sentimos que no podíamos seguir para siempre peleándonos entre nosotros por nada y matando gente y dejando a millones de personas sin hogar. Entonces sentimos que una sola comunidad en el mundo podría ser algo bueno.
~ Denis Healey, miembro por 30 años del Comité de Dirección del Grupo Bilderberg.
Fundaciones como Carnegie, Rockefeller, y Ford tienen una corrosiva influencia en una sociedad democrática; representan concentraciones de poder y riqueza relativamente no reguladas ni responsables que compran talento, promueven causas y, en efecto, establecen una agenda de lo que amerita la atención de la sociedad. Sirven como agencias de “enfriamiento”, atrasando y evitando un cambio estructural más radical. Ayudan a mantener el orden económico y político, de alcance internacional, que beneficia los intereses de la clase gobernante de filántropos– un sistema que… ha funcionado contra los intereses de las minorías, las clases trabajadoras y los pueblos del Tercer Mundo.
Estas sociedades han sido clave para promover la ideología del ‘globalismo’ que sentó las bases para organizaciones tales como el Consejo de Relaciones Exteriores y el Grupo Bilderberg. La Fundación Rockefeller, en particular, apoyó varias organizaciones que promovieron una filosofía ‘liberal internacionalista’, cuyo objetivo: Era apoyar una política exterior dentro de un nuevo orden mundial que contaría con Estados Unidos como el poder dominante– un programa definido por la Fundación Rockefeller como ‘desinteresado, ‘objetivo’ e incluso ‘no-político’… La construcción de un nuevo consenso internacionalista requería el financiamiento consciente y enfocado de los individuos y organizaciones que cuestionaron y minaron a los partidarios del ‘viejo orden’ mientras al mismo tiempo promovían el ‘nuevo’.
Las principales fundaciones financiaron y crearon no sólo institutos orientados a la política, tales como think tanks, sino que también fueron clave en la organización y construcción de universidades y la educación, en particular, el estudio de ‘relaciones internacionales.’ La influencia de las fundaciones en la educación y las universidades y, por lo tanto, en el ‘conocimiento’ mismo, no tiene un paralelo. Como señala el libro Philanthropy and Cultural Imperialism:
El poder de la fundación no es el de dictar qué se estudia. Su poder consiste en definir parámetros profesionales e intelectuales, al deporterminar quién recibe apoyo para estudiar qué temas en qué contexto. Y el poder de la fundación reside en sugerir cierto tipo de actividades que favorece y está dispuesta a apoyar. Como [el teórico político y economista Harold] Laski señaló, “las fundaciones no controlan simplemente porque, en el sentido simple y directo de la palabra, no tienen necesidad de hacerlo. Solamente tienen que indicar la dirección inmediata de sus mentes para todo el mundo universitario para descubrir que siempre intentó gravitar hacia ese ángulo de la brújula intelectual.”
Las principales fundaciones filantrópicas creadas por los industriales y banqueros “barones ladrones” de Estados Unidos fueron establecidas no para beneficiar a la humanidad, como declaraban, sino para beneficiar a las elites banqueras e industriales, con el fin de involucrarse en una maquinación social. A través de los bancos, estas poderosas controlaban la economía global; a través de think tanks, manejaban los establecimientos políticos y de política exterior; y a través de las fundaciones, manipulaban a la sociedad según sus propios diseños e intereses. A través de estas fundaciones, las elites han llegado a moldear los procesos, ideas e instituciones de educación, por lo tanto asegurando su continua hegemonía sobre la sociedad a través de la producción o control del conocimiento. Las instituciones educativas entrenan a las futuras eliges para el gobierno, la economía, la ciencia y otros ambientes profesionales, así como producen los académicos que conforman el principal componente de los think tanks, tales como el Grupo Bilderberg.
Las fundaciones efectivamente “borran los límites” entre los sectores público y privado, mientras simultáneamente separan tales áreas en el estudio de las ciencias sociales. Esta erosión de los límites entre las esferas pública y privada “agrega elementos feudales a nuestra supuesta democracia, aunque no han sido resistidos, protestados o incluso notados por las elites políticas o los cientistas sociales.”
Zbigniew Brzezinski, estratega de política exterior, ex director del Consejo de Relaciones Exteriores, miembro de Bilderberg y co-fundador con David Rockefeller de la Comisión Trilateral, escribió que el desvanecimiento de las fronteras “sirve para el dominio mundial de Estados Unidos”: Como la imitación de las formas norteamericanas gradualmente invade el mundo, crea un ambiente que congenia con el ejercicio de la hegemonía aparentemente consensual indirecta de Estados Unidos. Y como en el caso del sistema interno norteamericano, esa hegemonía incluye una estructura completa de instituciones y procedimientos relacionados, diseñados para generar consenso y obscurecer las asimetrías en poder e influencia.
En 1915, el Congreso realizó una investigación sobre el poder de las fundaciones filantrópicas, llamada la Comisión Walsh Commission, que advirtió que, “el poder de la riqueza podría abrumar la cultura democrática y la política.” El Informe Final de la Comisión Walsh “sugirió que las fundaciones tendrían más posibilidades de lograr su ideología en la sociedad que la objetividad social.” En este contexto, hemos llegado a entender la evolución del Grupo Bilderberg como un think tank internacional que busca construir consenso y afianzar la ideología entre la elite.