jueves, diciembre 26, 2024
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Ataque sin provocación en Siria: Israel, apoyado por EE.UU., comete indignante crimen internacional

por Tony Cartalucci
Infowars.com

Sin provocación, Israel ha atacado a Siria numerosas veces en los últimos 2 días, incluidos los ataques a la capital siria de Damasco, en lo que parece ser una serie de provocaciones intencionales diseñadas para arrastrar a la región hacia un conflicto más amplio para que sus patrocinadores estadounidenses puedan entrar militarmente. Sin ser atacado directamente por Siria, y sin ser capaces de citar evidencia creíble sobre las amenazas percibidas ante las que Israel afirma estar reaccionando, el asalto a Siria representa un incumplimiento del capítulo VII del Estatuto de Naciones Unidas.

Es más, mientras EE.UU. finge una disociación con la violación a la paz internacional por parte de Israel, después de haber gatillado conjuntamente un conflicto sectario genocida dentro de las fronteras de Siria durante los últimos dos años, se ha documentado que EE.UU. y Arabia Saudita planeaban usar a Israel para llevar a cabo ataques militares contra Irán y Siria, que ellos mismos no podían justificar política, legal estratégicamente.

Lo que se espera ahora es que Siria e Irán tomen represalias militares, permitiendo que “caiga el otro zapato”, y que EE.UU., Reino Unido, Francia, y su eje regional intervengan directamente en Siria, y con un poco de suerte, en Irán.

Indignante plan ideado y documentado en 2007-2009

Ya en 2007, se informó que una conspiración estadounidense-saudí-israelí para derrocar a los gobiernos de Irán y Siria, armando a terroristas sectarios, muchos de ellos vinculados directamente a Al Qaeda, ya se puso en marcha. El periodista ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh declaró en su artículo 2007 del New Yorker, “La redirección” (énfasis añadido):

“Para debilitar a Irán, que es predominantemente chiíta, la Administración Bush ha decidido, en efecto, reconfigurar sus prioridades en Medio Oriente. En el Líbano, la Administración ha cooperado con el gobierno de Arabia Saudita, que es sunita, en operaciones clandestinas que pretenden debilitar a Hezbolá, la organización chiíta que está respaldada por Irán. EE.UU. también ha participado en las operaciones clandestinas enfocadas en Irán y su aliado Siria. Un subproducto de estas actividades ha sido el fortalecimiento de los grupos extremistas sunitas que propugnan una visión extremista del Islam y que son hostiles a Estados Unidos y simpatizantes de Al Qaeda”.

Sobre la asociación de Israel y Arabia Saudita, declaró específicamente:

“El cambio de política ha hecho que Arabia Saudita e Israel de nuevo se involucren estratégicamente, en gran parte debido a que ambos países consideran a Irán como una amenaza existencial. Ellos han participado en conversaciones directas, y los saudíes, que creen que una mayor estabilidad en Israel y Palestina dará a Irán una menor influencia en la región, se han involucrado más en las negociaciones árabe-israelíes”.

Además, los funcionarios saudíes mencionaron el cuidadoso acto de equilibrio que su nación debe jugar el fin de ocultar su papel en el apoyo a las ambiciones de EE.UU. e Israel en la región. Se dijo incluso entonces, que usar a Israel para llevar a cabo públicamente los ataques a Irán sería preferible a EE.UU., que en última instancia implicaría a los saudíes. Se dijo:

“Los saudíes dijeron que, en opinión de su país, estaba tomando un riesgo político al unirse a EE.UU. al desafiar a Irán: Bandar ya se ve en el mundo árabe como demasiado cerca de la Administración Bush. “Tenemos dos pesadillas”, dijo el ex diplomático. “Que Irán adquiera la bomba y que Estados Unidos ataque a Irán. Prefiero que los israelíes bombardeen a los iraníes, entonces les podemos echar la culpa. Si lo hace Estados Unidos, nos echarán la culpa a nosotros”.

Y que Israel no espere una justificación plausible para atacar a Siria es exactamente lo que acaba de ocurrir.

También debe tenerse en cuenta, en particular, el último párrafo que da una idea de lo que el eje liderado por Estados Unidos planea hacer después de este atroz crimen internacional – es decir – envolver gradualmente a la región en un conflicto que finalmente puede justificar su propia entrada en una agresión militar abierta.

¿Qué debieran hacer Siria y sus aliados?

Siria, Irán, Rusia y otros países que apoyan a la nación asediada sin duda conocían el documento Brookings “¿Qué camino a Persia?” y están familiarizados con esta estrategia. Sería de esperar que cualquier cosa de valor que los israelíes traten de atacar con el fin de provocar una deseada represalia y una posterior guerra, habría proporcionado protección adicional, o se habría movido completamente fuera del alcance de posibles ataques israelíes.

Una campaña en los medios para ilustrar la hipócrita y muy reveladora convergencia entre Al Qaeda (el llamado Ejército Libre de Siria o FSA) y los intereses israelíes Socavaría todo el apoyo que todavía le puede quedar a la arruinada campaña contra el terrorismo dentro de Siria, apoyada por Occidente.

Además, la selección de Israel por parte de EE.UU. para llevar a cabo este ataque se hace específicamente porque Israel hace tiempo agotó su legitimidad internacional. Lo que se está haciendo en Siria es un crimen internacional flagrante, en violación directa del derecho internacional.

En la actualidad, Siria y sus aliados tienen la autoridad moral frente a un enemigo que ya no está engañando al mundo. Si se calcula que Siria puede sobrevivir la brutalidad sin provocación de Israel, sería mejor hacer poco o nada, e incurrir en la misma indignación internacional que acompaña a la brutalidad de Israel contra los palestinos.

A la luz de que EE.UU. usa a Israel como su apoderado en contra de Siria, en caso de que Siria y sus aliados tomen represalias, lo mejor sería hacerlo a través de las representaciones que ellos mismos tienen a su disposición. Así como Hezbollah y los palestinos ahora derrotan a Israel rutinariamente tanto estratégica como políticamente, Siria se enfrenta ahora la oportunidad de hacerlo de nuevo, sólo que en una escala mucho mayor.

Las atroces acciones de Israel, los despreciables doble juego de los intentos de Estados Unidos para fingir una disociación con su cabeza de puente regional en Tel Aviv, y el silencio cómplice de Naciones Unidas, cuenta con personas de todo el mundo buscando desesperadamente represalias de Siria o Irán, o ambos. En realidad, esto es precisamente lo que Occidente espera alcanzar – una guerra convencional más amplia, en el que tiene la ventaja.

Al negarse a tomar represalias en forma directa, Siria paraliza políticamente a Occidente, poniendo de relieve el carácter no provocado de sus ataques contra una nación que dicen es una amenaza, pero que no logra devolver el golpe, incluso cuando su capital está bajo bombardeo.

Al responder a través de sus propios apoderados, se puede poner presión táctica y política en Israel para que ponga fin a su agresión. Parece que el frente terrorista respaldado por Occidente en Siria se ha asestado un golpe mortal y está en el proceso de colapso total. El ataque por parte de Israel es una señal de desesperación, tratando de ampliar un conflicto que está a punto de terminar. Siria y sus aliados se enfrentan a decisiones difíciles y a una desesperación peligrosa en los próximos días y semanas – con un eje de estados granuja que cometen atrocidades cada vez peores, en busca de una respuesta.

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