por Enrique Bachinelo
El 6 de agosto de 2020 dedicado a rendir homenaje a los forjadores de la república de Bolivia, transcurrió sin mayor trascendencia por primera vez en su historia. Constituye una pena que una fecha de gran significación para la ciudadanía boliviana, pase deslucida por la presencia de la pandemia del corona virus que se asentó en toda la extensión territorial del país, con su carga inevitable de muertos infectados por esa pandemia, desluciendo de esta manera un simbolismo que, durante 195 años se cumplió con ceremonias donde imperaba el orgullo y el patriotismo.
El Congreso Nacional rindió su homenaje a los manes de la patria con un acto sencillo y sin mayores proyecciones con discursos dedicados a la fecha nacional y rendir su homenaje de respeto y admiración a los manes que sacrificaron la vida, su fortuna y la integridad familiar.
La señora presidenta Jeanine Añez manifestó su homenaje desde su oficina en el Palacio de Gobierno, dado que, por razones que ignoramos, no concurrió al Congreso Nacional para que allí lea su discurso. El acto se cumplió con una ceremonia desmirriada para salvar con un protocolo sin mayores luces. La presidenta acotaba: “La intranquilidad que reina en el país es producto de los políticos opositores que tratan de poner piedras en el camino de su gobierno. El pueblo reconoce y valora el trabajo cumplido por su autoridad y será la historia que registrará los progresos cumplidos hasta el momento”. Ahora está tratando de controlar el Coronavirus con el equipo de asesores que conocen de la materia acotaba la presidenta.
Por su parte el expresidente Evo Morales, se concretó a dar su mensaje de salutación desde la ciudad de Buenos Aires, República Argentina, resaltando que en el transcurso de su gobierno la situación económica del país ha mejorado notablemente por el ingreso de recursos frescos al Presupuesto Nacional provenientes de las empresas que explotan los hidrocarburos y que fueron nacionalizadas, así como otras instituciones integradas al ordenamiento económico nacional, agregando que “La segunda independencia económica y social de Bolivia está en marcha” gracias al empeño que puso su gobierno.
Según el informe de la Fundación Milenio sobre el estado y comportamiento de la economía, expuesto por la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC): expresaba que en la gestión del presidente Morales “Los primeros seis meses de su gestión la economía nacional registró varios indicadores positivos que se traducen en un crecimiento regular de 6.1 por ciento y una inflación reprimida del 8.85 por ciento”.
Por su parte la Central Obrera Boliviana llevados por la búsqueda de una Ley de Pensiones acorde con las necesidades del laborismo que, se acogerían a la jubilación y por lo tanto deberían merecer una renta que signifique su pacífica vivencia por los años que les restan de vida. La lucha tiene esa causa, evitar el hambre y arrastrar una vejez que les obligue a deambular en las calles. El actual sistema de pensiones que rige en el país expresa los laborarles, “no condice con la situación económica que impera actualmente y el propósito es actualizar los ingresos de los jubilados a fin de paliar la realidad económica que atraviesa el país”.
Rememorando retazos del pasado, los historiadores dicen que, después de 16 años de lucha por la independencia de la república y la creación de un país propio, el Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre expidió el Decreto del 9 de febrero de 1825 convocando a una Asamblea Deliberante que se reúne en esa ciudad. José Mariano Serrano, enarbolando a Potosí como presidente, en la vicepresidencia José María Mendizábal de La Paz, conjuntamente 48 representantes de las provincias altoperuanas inician las sesiones.
La presencia de los únicos veteranos de la lucha por la independencia que asistieron a la cita fueron José Miguel Lanza, José Ballivián y Juana Azurduy de Padilla, quienes presenciaron cómo las deliberaciones se prolongaron hasta el 28 de julio para posteriormente, en el mes de agosto, decidir si las provincias del Alto Perú se unen a la Argentina o si se declaran autónomas de todas las naciones tanto del nuevo como del viejo mundo. La suerte estaba echada, el Alto Perú, decidió ser república Bolívar y forjar una nueva nación que se incorpore al concierto de países que nacieron al calor de las luchas de los patriotas altoperuanos y cuyo epílogo rubricó Simón Bolívar.
Solo resta pedir al Supremo Hacedor que la paz y la tranquilidad imperen en este país que, ahora más que nunca, necesita trabajar para superar su sempiterna pobreza. Dios bendiga a Bolivia.
“El amor a la patria es mas patente que la razón humana.”