por Laura Harris
- El aceite de nuez está repleto de ácidos grasos omega-3 y omega-6, y antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles, nutrientes que contribuyen a la salud del corazón, el cerebro y la piel.
- La mayoría de los aceites de nuez comerciales están altamente refinados o hidrogenados, por lo que pierden la mayoría de sus beneficios nutricionales. Las opciones orgánicas, prensadas en frío, conservan su máximo valor para la salud.
- Las nueces convencionales están muy contaminadas con pesticidas y pueden absorber metales pesados. Elegir aceite de nuez orgánico minimiza la exposición a estos elementos tóxicos y garantiza su pureza.
- El aceite de nuez se utiliza mejor para aderezos, salsas o dips. Evite cocinar a altas temperaturas para conservar los nutrientes y el sabor.
- Utilizado desde la antigüedad en la alimentación y la medicina, el aceite de nuez añade un toque especial a las ensaladas, las verduras asadas, el pesto y los postres.
El aceite de nuez es una joya escondida en el mundo de los aceites culinarios. Extraído de las nueces inglesas (Juglans regia), este aceite de color ámbar posee un rico sabor a nuez que realza los platos a la vez que aporta nutrientes. Su abundancia de grasas saludables, antioxidantes y vitaminas lo ha convertido en un ingrediente preciado tanto en la cocina gourmet como en la medicina tradicional. Sin embargo, no todos los aceites de nuez son iguales: los métodos de procesamiento y el origen influyen drásticamente en sus beneficios para la salud.
Breve historia del aceite de nuez
Las nueces se han cultivado durante miles de años. La evidencia de su uso para diversos fines se remonta a la antigua Persia, Roma y China. Históricamente, las nueces se prensaban para obtener su aceite, que no solo se consumía como alimento, sino que también se utilizaba en lámparas, cosméticos y remedios medicinales.
En la Europa medieval, el aceite de nuez era un alimento básico en la cocina francesa y se utilizaba especialmente en aderezos y salsas. Obtuvo un mayor reconocimiento en el siglo XIX a medida que mejoraron los métodos de prensado en frío, lo que hizo más accesible el aceite de nuez de alta calidad. Hoy en día, Francia sigue siendo uno de los mayores productores de aceite de nuez de primera calidad, aunque también se produce ampliamente en California, China y otras regiones productoras de nueces. Beneficios nutricionales del aceite de nuez
El aceite de nuez es reconocido por su excepcional composición de ácidos grasos y antioxidantes:
Ácidos grasos omega-3 y omega-6
- Contiene ácido alfa-linolénico (ALA), un ácido graso omega-3 esencial, crucial para la salud cerebral y la reducción de la inflamación.
- Tiene una proporción equilibrada de omega-6 y omega-3 (aproximadamente 4:1), lo que lo hace más saludable que muchos aceites vegetales refinados.
Vitamina E (tocoferoles y tocotrienoles)
- Un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo.
- Promueve la salud de la piel y puede retrasar el envejecimiento.
Polifenoles y fitoesteroles
- Los polifenoles reducen la inflamación y favorecen la salud cardiovascular.
- Los fitoesteroles ayudan a reducir el colesterol LDL (el «malo»).
Minerales
- Trazas de magnesio, fósforo, zinc y potasio contribuyen a una función metabólica óptima.
¿El aceite de nuez es saludable o perjudicial? El aceite de nuez es indudablemente nutritivo, ya que ofrece una gran cantidad de ácidos grasos omega-3 y omega-6, además de antioxidantes naturales, especialmente cuando se prensa en frío, ya que este método conserva mejor sus propiedades beneficiosas. (Relacionado: Las investigaciones demuestran consistentemente la eficacia del aceite de nuez contra la diabetes tipo 2).
Sin embargo, su impacto en la salud depende en gran medida de la calidad y el procesamiento.
Muchos aceites de nuez comerciales se someten a extracción a alta temperatura y refinación química, lo que elimina nutrientes vitales. Además, algunas marcas hidrogenan el aceite para prolongar su vida útil, lo que podría generar grasas trans perjudiciales para la salud, mientras que otras lo diluyen con aceites vegetales más económicos, lo que reduce su valor nutricional.
Para quienes buscan los máximos beneficios para la salud, lo ideal es optar por aceite de nuez orgánico prensado en frío, preferiblemente almacenado en botellas de vidrio oscuro para evitar la oxidación.
Las nueces se encuentran entre los frutos secos con mayor contenido de pesticidas, frecuentemente tratados con fungicidas e insecticidas como clorpirifos y bifentrina. Optar por aceite de nuez orgánico ayuda a minimizar la exposición a estos dañinos residuos de pesticidas. Además, las nueces pueden absorber metales pesados tóxicos como el cadmio y el plomo del suelo contaminado, lo que subraya la importancia de elegir marcas orgánicas y probadas en laboratorio que cuenten con certificaciones de pureza y seguridad.
Al elegir aceite de nuez orgánico, no solo reduce la exposición a sustancias químicas, sino que también apoya prácticas agrícolas que priorizan los beneficios ambientales y para la salud a largo plazo.
Usos culinarios del aceite de nuez
El delicado sabor del aceite de nuez lo hace ideal para dar un toque final a los platos, en lugar de cocinar a altas temperaturas (el punto de humo es de aproximadamente 160 °C o 320 °F).
Ideal para:
- Aderezos para ensaladas: combinado con vinagre balsámico, mostaza y miel.
- Rociado sobre verduras asadas, especialmente calabaza, remolacha o coles de Bruselas.
- Aceite para mojar: mezclado con hierbas y pan.
- Alternativa al pesto: combinado con albahaca, ajo y parmesano.
- Postres: añade intensidad a la cobertura de mousse de chocolate o helados.