por Emily C. Ruíz
El profesor de la Universidad del Sur de California, Fé1ix Gutiérrez, con el apoyo de otros académicos chicanos y periodistas, están llamando al Alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa y el Comisario del Condado, Lee Baca dar a conocer todos los documen5tos relativos a la muerte del periodista Rubén Salazar el 29 de agosto de 1970.
“Lo que sea necesario para sacar la historia a la luz, se hará. Si es una reinvestigación, está bien”, dijo Gutiérrez a Weekly Report. Un juez de instrucción concluyó sólo que Salazar, quien recibió un disparo en la cabeza con un misil de gas lacrimógeno lanzado por un vice comisario, “murió en las manos de otro”. No se presentaron cargos criminales.
Salazar fue asesinado mientras él y su personal de KMEX-TV estaban cubriendo la Marcha Moratoria Chicana Contra la Guerra de Vietnam. Gutiérrez levantó el tema como panelista durante un evento el 22 de abril en Los Angeles Times donde el Servicio Postal de EE.UU. dio a conocer una estampilla que reconocía el trabajo pionero de Salazar.
Gutiérrez dijo a Weekly Report que el alcalde Villaraigosa estaba en la audiencia cuando hizo su solicitud, pero no vio ninguna reacción de si parte. Weekly Report preguntó a la oficina de Villaraigosa si el alcalde planea actuar respecto a estas recomendaciones, pero no obtuvo respuesta.
Antes de su muerte, Salazar expresó a muchos colegas que la policía estaba “tras él”. Contactó al Comisionado de EE.UU. en Derechos Civiles a mediados de agosto para dejar constancia de sus temores.
Salazar escribió en una columna del Times un mes antes de su muerte que representantes de la ley lo habían visitado personalmente para advertirle sobre su tono en la cobertura de las actividades de la policía en la comunidad méxico-norteamericana.
“Me advirtieron sobre el ‘impacto’ que las entrevistas tendrían en la imagen del departamento”, escribió Salazar el 24 de julio de 1970. “Además, dicen, que este tipo de información podría ser peligrosa en la mente de la gente de barrio”.
Otros contaron que sus empleadores en el Times y KMEX-TV fueron visitados por funcionarios de policía que se quejaban contra la cobertura de Salazar y sugirieron que fuera despedido.
Danny Villanueva, gerente de KMEX en el momento, dijo a Weekly Report en septiembre pasado, “Cuando me negué, dijeron que tenían un gran archivo de mí también”.
Han pasado 38 años desde la muerte del prominente periodista méxico-norteamericano y muchos de los que lo conocieron profesional y personalmente estuvieron de acuerdo con la petición de Gutiérrez.
El director ejecutivo de la Asociación de Noticias
Chicana de California, Julio Moran, dijo a Weekly Report, “Las
preguntas debieran ser contestadas de una vez por todas.
¿Fue asesinado o no?”
El retirado director regional Oeste de la Comisión de Derechos Civiles de EE.UU., Phil Móntez, amigo de Salazar, dijo, “Las aguas se calmarían si supiéramos”. “Pero quién sigue ahí y está dispuesto a hablar?”, continuó. “Han pasado 38 años y no tiene sentido que ni siquiera lo consideren”.
El activista Raúl Ruíz dijo a Weekly Report que su libro Silver Dollar Death: The Murder of Rubén Salazar, cuya publicación está planificada para este otoño, cubrirá en profundidad las circunstancias que rodean la muerte de Salazar. “La mejor manera de honrar este hombre es saber cómo murió”, dijo Ruíz.
El ex periodista de televisión Bob Navarro, una de las últimas personas en realizar una entrevista en profundidad con Rubén, dijo, “No creo que vaya a sanar mucho”, agregando, “No hay duda de que estaba siendo perseguido”.
Gutiérrez concluyó, “Se necesita más que una estampilla y un día para honrarlo. ¿Cuánto más tendremos que esperar antes de descubrir toda la historia?” Hispanic Link.