por Felicia Mello
El extraordinario músico cubano Israel “Cachao” López aunque murió este año, su espíritu estuvo vivo y coleando en la apertura del viernes del Festival Latino Internacional en San Francisco. Cientos de personas repletaron el Teatro Castro para una exhibición de “Cachao: Uno Más”, un documental que celebra la vida del bajista ganador del Grammy, conocido internacionalmente como el padre del mambo.
Fue la primera de docenas de películas en idiomas desde el mapuche al portugués y, por supuesto, español e inglés, que se exhibirán por toda el Área de la Bahía las próximas dos semanas como parte del duodécimo festival anual.
“Hemos logrado nuestra misión: hemos reunido a cineastas de toda América Latina y Estados Unidos y hemos definido el festival como un cruce donde todos los talentos se pueden desarrollar”, dijo la directora del festival, Sylvia Perel a la multitud.
Una colaboración de cineastas profesionales y estudiantes de cine en San Francisco State, Cachao: Uno Más alterna grabaciones en concierto de López con conversaciones íntimas entre el maestro y otros músicos inspirados por su obra, incluyendo el actor e intérprete de conga Andy García, quien co-produjo la cinta. Los miembros de la audiencia en el Castro no pudieron resistirse a los aplausos y el canto todo el tiempo.
López creció en una familia musical y comenzó a tocar el bajo de niño en 1926. Él y su hermano, Orestes López, tomaron música danzón tradicional cubana y la hicieron jazz para apelar a una nueva generación, generando la moda del mambo que remeció al mundo.
“Solamente cuando estábamos durmiendo no tocábamos música”, dice López en un momento de la película, describiendo descargas que duraban una semana, o sesiones de jam, donde él y otros músicos acamparían en el bosque para tocar. Un fanático de Beethoven, López combinó las clásicas influencias del Oeste con una comprensión de la importancia del ritmo afro-cubano.
“Cachao para nosotros es como Louis Armstrong para los intérpretes de jazz”, dijo el percusionista local latino, John Santos, quien aparece en la película y actuó en una fi esta después de la exhibición en el Hotel Kabuki. “Permitió a los percusionistas brillar, al llevárselos desde atrás de la orquesta, poniéndolos al frente y permitiéndoles interpretar solos”.
En la fiesta, los invitados se contagiaron con el ritmo de las congas mientras Santos y su grupo dedicaron canciones a Cachao e incluso una a Barack Obama.
El festival estará en pie hasta el 23 de noviembre e incluirá un tributo al director Gregory Nava, cuya transgresora cinta de 1983. El Norte educó a los norteamericanos, incluyendo a cientos de escolares de California, sobre la experiencia de los inmigrantes.
“Celebramos esa película como una que mostró por primera vez una imagen de los inmigrantes con humanidad y dignidad”, dijo Perel. “Es tan actual hoy como nunca antes”.
Para más información, visite www.latinofilmfestival.org.