por Andy Porras
¿Y ahora, qué, Rudy? ¿Vendernos el Brooklyn Bridge?
Candidato republicano a la presidencia, Rudy Giuliani, le prometió a un grupo del sur que acabará con la «inmigración ilegal».
Para su información y la de cualquier otra persona que piense que la «inmigración ilegal» se puede detener.
No se puede.
¿Podría esta tierra enfrentar las consecuencias? Oye, recordemos que el negocio de los Estados Unidos es el negocio. Y el negocio del negocio estadounidense es la ganancia. A como dé lugar.
Agreguémosle la disparidad en el nivel de vida en términos globales. La principal razón por la inmigración es económica. ¿A dónde iremos cuando se seque el manantial de obreros? A cualquier lugar, y a todo lugar.
«Asqueroso». Así dicen los blancos cuando describen las tareas diarias de los inmigrantes en una planta procesadora de pollos típica en los estados del sur.
¿A quién por allí le interesaría desarticular a un ternero después que lo hayan matado en una planta procesadora de carne típica? O tal vez quiera mezclar varios tipos de estiércol animal en enormes tanques para alimentar los llanos frutales.
No vayas a vomitar, no todavía. Ajá, pero ¿qué t e parece sacrificar el sabor de una cena de pollo frito o un buen churrasco de lomo? Hay que preguntarle a Rudy o a cualquiera de sus ex esposas si harían las tareas que el presidente Bush describe como «trabajo los estadounidenses no quieren realizar».
La mayoría de nosotros tampoco aprobamos el tsunami, pero ¿somos capaces de detenerlos?
Cuando los residentes de los EE.UU. (de todos los colores) hablan de los empleos que los inmigrantes les roban de los ciudadanos, puedes apostar tu último peso que no se refieren a los empleos de las empresas Tyson o Swift. Casi todo lo que ingerimos a diario tendrá la imprenta inmigrante – desde las frutas y verduras hasta las carnes y productos lácteos.
Rinde mucho dinero la contratación de inmigrantes, legales o no – y de varios países, no sólo de los países de habla hispana.
Los inmigrantes se han convertido en el perfecto modelo laboral para muchas empresas estadounidenses. Se quejan rara vez, son muy fiables y honestos, también. El miedo a la deportación es tan grande que se obligan a sí mismos a blandir una extraordinaria ética de trabajo.
Frecuente y lucrativa es la mejor descripción para la inmigración ilegal. No cesará la llegada de inmigrantes a los Estados Unidos sin una invitación formal.
Ve a tu favorita tienda de videos, Rudy, y saca «A Day Without Mexicans».
El mensaje de este sencillo fi lme es claro: Acaba hoy con la inmigración y mañana te quedas sin la mayor parte de las cosas que te hacen falta para vivir un día. Se acaban los burritos del desayuno, se van las Marías que te cuidan el hijo o que te planchan tu camisa más fi na, se acaba el jugo de naranja recién exprimido. Al diablo, ya sabes a lo que vamos.
¿Robarnos los trabajos? Si existe el honor entre ladrones, imaginemos la deferencia entre inmigrantes.
Pero no hay que olvidar el problema de los atrayentes «patrones ilegales» quienes continúan contratando a trabajadores sin autorización legal. En el 2005, Wal-Mart acordó en pagar $11 millones para resolver una investigación federal que halló a cientos de inmigrantes ilegales haciendo la limpieza de sus tiendas. Wal-Mart empleó a subcontratistas y alegó notener noticia que empleaban a inmigrantes ilegales como personal de limpieza.
En diciembre del 2006, las medidas más fuertes en la historia de los EE.UU. se dieron cuando las autoridades federales de inmigración hicieron redada a Swift & Co., con plantas procesadoras de carne en seis estados, efectuando la detención de unos 1.300 empleados inmigrantes.
El que Swift usara el programa gubernamental Basic Pilot para confi rmar si son válidos o no los números del Seguro Social, no se le procesó ningún cargo. Los funcionarios de la empresa cuestionaron la capacidad del programa en determinar si dos personas usan el mismo número.
A Tyson Foods también se le ha acusado de importar activamente a mano de obra ilegal para sus plantas empaquetadoras de pollo. Un jurado halló inocente a la empresa después que se presentara evidencia que Tyson fue más allá de lo mandado en los requeientos del gobierno por exigir de sus empleados documentación.
Tyson también empleó el estar registrado en los pro- gramas Basic Pilot y EVP (programas de preselección voluntaria de calificación laboral) como parte de su defensa legal.
También está la deshonra entre los contratados a proteger nuestras fronteras, en particular la frontera con México. Prospera la corrupción por la frontera sur.
En septiembre de 2005, el Servicio EE.UU. de Ciudadanía e Inmigración reportó 2.500 casos de mala conducta de parte de sus empleados referente a cargos de intercambiar beneficios de inmigración a cambio de sexo, soborno, e infl uencias de gobiernos extranjeros.
Por semana se reporta 50 casos del mismo estilo.
Como lo veas, Rudy, limitar la inmigración ilegal no es fácil. Sería más fácil vendernos el puente.
(Andy Porras edita Califas, publicación bilingüe mensual del área de Sacramento. Comuníquese con él a: califasap@yahoo.com). c 2007