lunes, diciembre 23, 2024
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El enfrentamiento Cliven Bundy: ¿Rodilla Herida revistida?- Parte 1

[Author]por Marvin Ramirez
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Marvin J. RamirezMarvin Ramirez

NOTA DEL EDITOR: El tema de la siguiente historia, escrito por Willian Norman, con Liberate Blog, es de naturaleza histórica, así como los derechos que figuran políticos, derechos soberanos que Dios nos da. Se trata de un asunto reciente aún vigente, en el que el gobierno federal está tratando de robar la propiedad privada de una familia americana – su rancho. Esta familia y muchas otras familias, también los ganaderos y las milicias – sí milicias, has oído bien, al igual que aquellos mencionados en la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos – recientemente se enfrentaron agentes federales fuertemente armados, decididos a confrontar y detener que roben la propiedad y el ganado de la familia Cliven Bundy. Muchos temían y aún temen que el enfrentamiento iba a acabar como el evento de 1993 en la comunidad de Elk, Texas, conocida como la Masacre de Waco, donde familias enteras fueron masacradas por las fuerzas de agentes del orden federal y estatal. http://en.wikipedia.org/wiki/Waco_Siege. ESTO ES PARTE 1 DE DOS.

por William Norman Grig
Pro Liberate Blog

Nos tomamos su país y sus medios de subsistencia, rompimos su modo de vida, sus hábitos de vida, introduciendo enfermedad y decadencia entre ellos, y fue por esto que ellos hicieron la guerra. ¿Alguien podría esperar menos? – General Philip Sheridan, quien presidió la expropiación de los indios de las praderas, en el 1878 Reporte Anual General del Ejército de los EE.UU.

Después de la Guerra Entre los Estados, mientras el antes independiente Sur iba siendo re-asimilado dentro de la Soyuz, las fuerzas armadas de EE.UU. se tomaron la tarea de sacara a los indios de las praderas de la tierra que les habían prometido a través de obligaciones en tratados solemnes – pero que ahora era codiciada por el consorcio corporativo del ferrocarril.

En 1867, William Sherman escribió una carta al General Grant insistiendo en que “nosotros no vamos a dejar que ladrones, indios harapientos comprueben y detengan el progreso” del ferrocarril. Alrededor de un año antes, Sherman había instado a Grant a “actuar con seriedad vengativa contra los sioux, incluso hasta su exterminio, hombres, mujeres y niños.” Dr. Thomas DiLorenzo señala que Sherman se propuso hacer que los sioux “sientan el poder superior del Gobierno”, aun si “la solución final para el problema de los indios” requería que ellos fueran aniquilados físicamente.

Escribiendo en la revista Smithsonian, el historiador Gilbert Rey observa que la post-guerra militar de EE.UU. no era adecuada para llevar a cabo esa ambiciosa campaña. General Philip Sheridan, quien  sucedió a Sherman comoComandante de la División Militar del Mississippi, se quejó de que tenía sólo 14,000 soldados para llevar a cabo “la reducción de estas tribus salvajes y la ocupación de su país”.

Note que Sheridan no se equivocó al describir el papel de su ejército como el invasor de un “país” que pertenecía, por derecho, a otras personas. No tuvo escrúpulos morales en contra de ser un invasor; sus objeciones se limitaban a las preocupaciones prácticas.

Los indios de las llanuras eran astutos, evasivos, y motivados. Sin embargo, su dependencia del búfalo les proporcionó a los agresores una vulnerabilidad explotable. La caza de los indios era difícil y arriesgada; no lo era la matanza de búfalos.

Los ferrocarriles, actuando como un multiplicador de fuerza militar, comenzaron a transportar turistas al Oeste con el propósito específico de la “caza deportiva” de búfalo.

A diferencia de los indios, que nunca amenazaron cazar búfalos hasta su extinción, o Bill Cody, quien fue restringido de sus esfuerzos de criarlos para alimentar a su equipo de construcción para los rieles de Kansas del Pacifico, los turistas orientales no tenían ningún interés de propiedad en la continua existencia de las especies, y no tuvieron que pagar ningún precio por la destrucción libertina que ellos elaboraron.

“Fiestas de cacerías masivas comenzaron a llegar al Oeste en tren, con miles de hombres empacando fusiles calibre .50, y dejando un rastro de la matanza de búfalos a su paso”, recuerda King. “Los cazadores comenzaron a matar búfalos por los cientos de miles”, dejando sus cuerpos destrozados hinchados y ulcerados.

Cuando las legislaturas de algunos estados intentaron promulgar medidas para conservar el búfalo, sus objeciones fueron anuladas por los federales. El más alto “propósito nacional” requierió una “guerra total” estrategia que incluyó la destrucción total del búfalo con el fin de romper la resistencia de los indios de las llanuras.

“Estos hombres han hecho más en los últimos dos años, y lo harán más en el próximo año, para resolver las cuestiones indígenas molestas, Lo que todo el ejército regular ha hecho en los últimos cuarenta años”, escribió el general Sheridan con satisfacción. “Están destruyendo la comisaría de los indios”. Y es un hecho bien conocido que un ejército al perder su base de suministros se coloca en una gran desventaja. Enviales la pólvora y plomo [los cazadores privados de búfalo] si así fuere; pero para una paz duradera, déjalos matar, descartizar y vender la piel hasta que se exterminen los búfalos. Después sus praderas se podrán cubrir con el ganado manchado”.

El ganado se convirtió en el sucesor de búfalos en las finales de 1860 y principios de 1870. Esa fue la época en que los antepasados de Cliven Bundy se asentaron en lo que se convertiría en el Estado de Nevada, y comenzaron a pastar el ganado en lo que más tarde se llamaría la Bunkerville Pastoreo de Adjudicación.

La familia Bundy hizo uso pacífico y productivo de que la adjudicación de más de 120 años, al mezclar su trabajo con la tierra creo su riqueza original. Por desgracia, la familia Bundy – al igual que los Indios Americanos – había estado viviendo en una reserva: Nunca se les permitió ejercer la propiedad de su “huerto” de apacentamiento, de la misma manera que a los indios no se les permitió tener un título claro de sus tierras. El terreno en el que la familia Bundy criaba ganado era “propiedad” del gobierno, y los Bundys estaban obligados a pagar el alquiler – en forma de derechos de pastoreo – por el “privilegio” de hacer uso productivo de la misma. El sistema de campos de pastoreo público ha sido descrito como “flirteo más visible y extenso de la nación con el socialismo “ – excepto, quizás, para el Sistema de Reserva de los Indios.

Los indígenas cuyas tierras fueron supuestamente protegidas por medio de tratados, invariablemente, descubrieron que la frase “a perpetuidad” significa “a la espera del descubrimiento de algo valioso en la tierra que es deseado por un distrito electoral políticamente favorecidos.” El producto deseado puede ser de oro – como el NezPerce aprendió después que su patria en el valle exuberante de Wallowa, habiendo quedado reducida a un pequeño, tracto estéril, les fue incautada por el general O.O. Howard. Podría ser tierra fértil en las riberas del Río Niobrara, como descubrieron los Poncas cuando fueron reubicadosa forzosamente a Oklahoma.

Se realizaron “ajustes” similares a prácticamente todas las bandas Indias o tribus que firmaron un tratado de buena fe con Washington – sólo para verse reducidos a la miseria cuando Washington retuvo anualidades y raciones prometidas, y luego expulsados de sus tierras cuando convenía a los intereses del Leviatán. El más alto y santo propósito del Manifiesto Destino fue anular los derechos de propiedad de los indígenas y cualquier obligación de los tratados que inhibirían duro de Washington para la expansión continental.

LA SEGUNDA PARTE CONTINUARÁ A PRÓXIMA SEMANA.

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