por Ethan A. Huff
Apenas pocos días antes de que se realizara una reciente Marcha contra Monsanto a nivel internacional el 12 de octubre, México, el lugar de nacimiento geográfico del maíz moderno, declare una prohibición regulatoria sobre toda la plantación de las variedades genéticamente modificadas (GM) de este cultivo básico. Un triunfo para la libertad alimentaria y la integridad agrícola, el anuncio fue hecho en una conferencia de prensa en Ciudad de México el 10 de octubre, donde las autoridades notificaron al público y la prensa que todas las plantaciones de maíz OGM, incluyendo las plantaciones comerciales piloto, serían suspendidas inmediatamente.
Aunque no es necesariamente permanente, el mandato llegó tras años de protesta contra los cultivos transgénicos, particularmente aquéllos que amenazan la existencia de cultivos básicos, como el maíz. Para México, el maíz es un cultivo alimenticio primario para el cual hay cientos, dictatorsi no miles, de variedades autóctonas que se cultivan actualmente. Si se permite el cultivo de las variedades GM de maíz junto con ellas a una escala considerable, toda la herencia agrícola de México podría extinguirse.
“La decisión fue tomada tras años de cabildeo por parte de activistas que notaron que México – el lugar de origen del maíz moderno y su cultivo – saben poco sobre cómo crear variedades de maíz resistentes a las enfermedades, dado que los mexicanos, en una u otra forma de tribu, lo han estado haciendo por milenios”, escribe Gustavo Arellano para OC Weekly.
A pesar de la moratoria en el cultivo de maíz GM en México que data de 1998, muchas variedades nativas de maíz todavía han salido positivas en las pruebas por bajos niveles de genes modificados, lo que muestra que las OGM no pueden ser contenidas y tienen la tendencia a contaminar otros cultivos. Debido a esto, una coalición de 53 grupos e individuos, entre ellos científicos y grupos defensores de los derechos humanos, presentaron una demanda el año pasado para suspender todas las pruebas de campo del maíz GM y otros experimentos que podrían estar causando esta contaminación.
Un juez mexicano, que estuvo de acuerdo con este argumento, falló más tarde que todas las pruebas del maíz GM en México debían terminar, citando riesgos ambientales específicos e inminentes. Un comunicado de prensa emitido recientemente por la ONG La Coperacha confirma esta decisión, notando que la ley Mexicana requiere justicia para proteger los intereses de las personas, en vez de los intereses de las grandes empresas, lo que en este caso significa empresas químicas multinacionales como Monsanto.
A pesar de esta prohibición, México seguirá importando maíz GMO
El fallo llega a tiempo, ya que muchas áreas de México han sido presionadas en los años recientes para aceptar no solamente pruebas de campo de maíz GM, sino también de plantaciones comerciales, a pesar de los riesgos que presentan para las variedades nativas de maíz. Sin embargo, desafortunadamente, el fallo no va tan lejos, según algunos, porque México seguirá importando maíz GM de otros países, como EE.UU., aproximadamente un tercio del maíz que México consume es importado.
“El fallo ha, lógicamente, causado alegría en México y el mundo anti-OGM, pero no llega tan lejos como uno cree”, agrega Arellano. “El juez en cuestión no prohibió la importación de maíz OGM hacia México – y en esta sociedad globalizada, los mexicanos tienen las mismas posibilidades de comer maíz de Minnesota como de comer elote de Puebla”.
Incluso así, la decisión ha atraído considerable atención por todo el mundo, ya que México es ahora el único país en Norteamérica en prohibir el cultivo de un OGM. Ni EE.UU. ni Canadá han realizado ninguna acción hasta ahora contra la creciente arremetida de la contaminación OGM en sus fronteras, a pesar del hecho de que la mayoría de otros países desarrollados en el mundo o han prohibido los OGM o les exigen que al menos tengan el etiquetado correcto.