por Simon Black
Sovereign Man
En medio de todos los asados y fuegos artificiales hoy en la Tierra de los Libres, vale la pena hacer una pausa para recordar las palabras de Thomas Jefferson hace unos 237 años:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
“Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados;
“Que cuando una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad”.
Cosas poderosas.
En uno de los tratados más elocuentes de la historia, Jefferson establece que los seres humanos nacen libres. Y que creamos los gobiernos a fin de mantenernos libres.
Además, cada vez que los gobiernos se convierten en destructores de este esfuerzo, los seres humanos tienen el derecho a disolver el gobierno y crear uno nuevo.
Jefferson expone una larga lista de quejas contra el rey británico que han obligado a los colonos a sacarse las cadenas de la tiranía y formar un nuevo gobierno. En esta “larga lista de abusos” se encuentran:
– Ha creado una multitud de nuevos cargos, enviando a un enjambre de funcionarios a acosar nuestro pueblo y menguar su sustancia.
– Ha entorpecido la administración de justicia
– Está, en este momento, transportando grandes ejércitos de extranjeros mercenarios para completar la obra de muerte, desolación y tiranía
– Para suprimir nuestros estatutos, abolir nuestras leyes más valiosas y alterar en su esencia las formas de nuestros gobiernos
Como la versión moderna, disfuncional del gobierno de EE.UU. se ha convertido en poco más que la corte del rey Jorge III, se podrían usar exactamente los mismos argumentos que en la actualidad.
– Se han empleado una gran cantidad de oficinas, de la Agencia de Seguridad Nacional del Servicio Postal de los EE.UU., para espiar ilegalmente a sus ciudadanos.
– Han utilizado el poder y la intimidación de las autoridades fiscales para intimidar a los grupos políticos de la oposición.
– Han empleado una multiplicidad de organismos, desde la Agencia de Seguridad Nacional al Correo Postal de EE.UU., para espiar ilegalmente a sus ciudadanos
– Han usado el poder y la intimidación de las autoridades tributarias para acosar a los grupos de oposición política
– Han autorizado la detención militar y el asesinato con aviones no tripulados a sus propios ciudadanos.
– Han generado deuda en futuras generaciones, que no nacerán sino hasta dentro de décadas, y han malgastado la riqueza del país en una locura militar extranjera fraudulenta e inútil
– Han acabado con la principal función del libre mercado al darle autoridad monetaria a una pequeña elite bancaria
– Han aprobado tomos de nuevas leyes y regulaciones que penalizan todo, desde recolectar aguas lluvias hasta puestos de limonada de los niños.
Estoy seguro que se pueden agregar más a esta lista. Y me gustaría saber su opinión al respecto.
Por los estándares de Jefferson, parece que claro que el gobierno – la mayoría de los gobiernos– se han vuelto destructivos contra su propio objetivo más alto: salvaguardar la libertad del pueblo.
Hoy no debiera ser una celebración… debiera ser un funeral. Vale la pena hacer una pausa para recordar las palabras de Thomas Jefferson hace 237 años o almenos tomarse un tiempo para reflexionar seriamente, ¿cuándo será suficiente? ¿Cuándo sera el momento de actuar?