por Kurt Nimmo
Infowars.com
Una vez más enfatizando que no hay diferencia fundamental entre Obama y Romney cuando se trata de atacar a Irán, el Comité Americano Judío ha publicado las respuestas a un cuestionario enviado a los candidatos.
Desde la web de la Jewish Telegraphic Agency: “Estoy dispuesto a utilizar todos los elementos del poder estadounidense” para evitar que Irán obtenga un arma nuclear, dijo Obama en los cuestionarios dados a conocer el 18 de octubre por la AJC, “incluyendo un esfuerzo político para aislar aún más a Irán, un esfuerzo diplomático para mantener nuestra coalición, un esfuerzo económico que ha impuesto sanciones paralizantes, y un esfuerzo militar para estar preparados para cualquier contingencia”.
La respuesta de Romney fue casi idéntica: “Voy a presionar por sanciones más estrictas contra el régimen, actuando multilateralmente cuando podamos y unilateralmente cuando debamos, y no dejar lugar a dudas en la mente de los líderes del régimen que la opción militar sigue sobre la mesa”.
Romney intentó hacer puntos políticos al hacerse el lindo con Israel y el lobby israelí en Estados Unidos: “A diferencia del Presidente Obama, entiendo que alejar a EE.UU. de Israel no nos da más credibilidad en el mundo árabe, o nos acerca a la paz”, dijo. “En cambio, anima a los palestinos a resistir y esperar a Washington para entregar más concesiones israelíes”.
Romney dijo que planea crear “directores regionales”, que “poseerán una autoridad presupuestaria y política unificada”.
La respuesta de la JTA a este evento: “Con esos poderes concentrados en un individuo, es probable que grupos pro-israelíes vigilen de cerca y quieran influir a quien un gobierno de Romney nombraría en el cargo de Medio Oriente”.
De hecho, los neoconservadores pro-Israel ya dictan la política exterior sobre Medio Oriente de Romney. Quince de los 22 miembros del equipo de política exterior de Romney eran asesores políticos de Bush, y seis de ellos son ex miembros de PNAC, señala Joseph Sarkisian.
Los neoconservadores del Instituto de Empresa Americana, el Instituto Brookings y el Instituto Hudson dominan a los asesores de Romney. “El Comité de Asuntos Públicos Norteamericano-Israelí (AIPAC) tiene una buena opinión de estos consejeros políticos, que son todos fuertes partidarios del deseo de Israel de poner fin al programa nuclear de Irán con la fuerza si es necesario”, escribe Sarkisian.
“Al igual que en Irak, no hay ninguna prueba verificable de armas de destrucción masiva en Irán, sin embargo, una vez más, el mismo grupo de gente quiere usar los mismos métodos para iniciar una guerra similar en pos de los intereses de unos pocos, sin tener en cuenta las consecuencias” , concluye.
Los resultados de la encuesta son, por cierto, muy engañosos, pero si hemos de creer a los últimos resultados, Romney y Obama están enfrascados en un empate dieciséis días antes de la elección.
La fuente del establishment Forbes predice que si Obama es reelegido, Israel atacará a Irán en enero, una medida que, sin duda, contará con el apoyo de Estados Unidos.
A pesar de la camarilla de neoconservadores de Romney, el demócrata Chuck Schumer cree que Obama tiene más posibilidades de atacar Irán que su oponente. “Voy a decir algo sobre Irán, y lo he dicho a un par de simpatizantes de Romney que están de acuerdo, que si las sanciones fracasan, y la acción militar se justifica, es mucho más probable que un re-electo presidente Obama lance un tipo de acción militar, probablemente en coordinación con Israel, que Mitt Romney”, dijo Schumer a CNN en septiembre.
Después del lánguido desempeño de Obama durante el primer debate, su administración “filtró” un plan para atacar las instalaciones nucleares de Irán. El miembro del CFR y profesor visitante en el Carnegie Endowment for International Peace, David Rothkopf, escribió en Foreign Policy a principios de este mes que la Casa Blanca y los funcionarios israelíes “afirman que los dos lados tras bambalinas han acercado sus puntos de vista [sobre Irán] en los últimos días”.
Rothkopf citó a una “fuente cercana a las conversaciones”, como diciendo que un ataque quirúrgico destinado a las instalaciones de enriquecimiento de Irán “podría tomar sólo ‘un par de horas’” en el mejor de los casos y se llevará a cabo por vía aérea utilizando bombarderos y aviones teledirigidos.
A pesar del resultado de la elección, un ataque contra Irán – limitado, quirúrgico u otro- se producirá en los próximos meses, si no en semanas.
