DEL EDITOR: Queridos lectores, encontré este interesante artículo, que surge de la pregunta para Cecil Adams, editor del blog Straight Dope, respecto de una notoria organización llamada la Comisión Trilateral. El artículo fue publicado por primera vez en 1987 en The Straight Dope.
Querido Cecil: Esto puede sonar no convencional, ¿pero qué hay de los hechos sobre la Comisión Trilateral? Toda mi vida he escuchado sobre esta organización “secreta” que supuestamente maneja el mundo. ¿Cuál es la verdadera historia?
— Alton F., San Antonio, Texas
Cecil responde:
Alton, me hieres. Deberías saber ahora que la única persona remotamente capaz de manejar el mundo es … bueno, la modestia lo impide, pero no creerías lo que se puede lograr con un computador personal estos días. (Lo siento por ese desliz en la bolsa, a propósito— definitivamente debo mantener esos blandos lejos de la salsa de tacos.)
Pero respecto de la Comisión Trilateral, o TLC, como se le llama. Para empezar, a menos que seas un tipo de pocos años, es una apuesta segura que hayas escuchado sobre la comisión en toda tu vida, ya que fue fundada en 1973. Segundo, como probablemente ya reconoces, una organización que todos ya conocen difícilmente califica como “secreta.” Están en la guía telefónica de Nueva York, y si les pides te enviarán un montón de documentos sobre la organización.
Tercero, mientras es tu derecho constitucional ser paranoico, al menos deberían intentar ser paranoico sobre algo relativamente actualizado. La teoría de la conspiración mundial de la TLC llegó a la cúspide a principios de los 80s, y ahora ha bajado bastante.
La Comisión Trilateral está basada en la quintaesencia noción norteamericana de que si pudiéramos reunirnos todos y hablar, podríamos resolver los problemas del mundo. Según David Rockefeller, presidente del banco Chase Manhattan, reunió a varios cientos de líderes de opinión de América del Norte, Europa Occidental, y Japón (de ahí el “tri-” de trilateral). Se reúnen anualmente para escuchar discursos, participar en seminarios e intercambiar cotilleo. Entremedio, la comisión elabora informes de fuerza de tarea en temas pertinentes y publica una revista.
El primer director ejecutivo de la TLC fue Zbigniew Brzezinski, y reconocidas figures como Walter Mondale, Caspar Weinberger, y Paul Volcker han sido miembros.
También estuvo una vez, principalmente porque la comisión necesitaba algo de representación del Sur, estaba el ex gobernador de Georgia, Jimmy Carter. La perspectiva de pasar horascon gente como Walter Mondale probablemente enviaría a la mayoría de nosotros gritando por la salida. Pero Carter era de un tipo impresionable quien encontraba a las reuniones y sus miembros profundamente fascinantes. Se acercó a muchos de estos últimos y nombró a más deuna docena en su gobierno, incluyendo a Cyrus Vance, Michael Blumenthal, y claro al imponente Brzezinski.
Todo esto fue notado con gran interés por los aficionados a la conspiración, pero lo que realmente mantuvo su relación fluida fue la revelación durante la campaña presidencial de 1980 no solamente fue que Carter era miembro de la comisión, sino que también lo eran dos de sus potenciales oponentes, John Anderson y George Bush. Santos Iluminados, gritaron, la elite de poder está conspirando para esclavizarnos! Lanzaron caca en Jimmy y sus amigos y congregaron al no miembro Ron Reagan.Pero luego Ron fue y registró a Bush y Weinberger, lo que dio nuevos vientos. Entre los verdaderos creyentes, opiniones sobre en qué está la Comisión Trilateral cae en dos categorías: la meramente dudosa y la totalmente loca.
La Sociedad John Birch y sus hermanos ven la comisión como la más reciente manifestación de la conspiración internacional que está intentando crear un estado totalitario y de un mundo, o al menos el Nuevo Orden Económico Mundial. (Antes del TLC era el Consejo de Relaciones Exteriores y la reunión anual de los líderes empresariales occidentales llamada la Conferencia Bilderberg.) La visión menos extrema es que mientras los Trilaterales pueden ser bien intencionados, la atmósfera de club tiende a crear un clima de opinión (ya sea socialista o fascista, dependiendo de si es que eres de la extrema izquierda o la extrema derecha) que es poco amigable los intereses reales de EE.UU. La controversia murió después de poco tiempo.
Reagan incluso tuvo una recepción para los miembros de la comisión en la Casa Blanca en 1984. Pero obviamente en algunos pocos rincones la llama anti-Trilateral sigue brillando.
