miércoles, julio 17, 2024
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Otro escándalo que podría perjudicar a Obama

­por Joseph Farah
Between the Lines­
World Daily News

Algunas noticias parecen más ra­ras que la ficción.

¿Quién habría soñado una trama como ésta?

Varias agencias de aplicación de la ley del gobierno federal, incluyendo el FBI, el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Interior, la Drug Enforcement Administration y el Bureau de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, se unieron para urdir un plan para vender armas a los miembros de los carteles de droga mexicano, al menos uno que fue usado posteriormente para asesinar a un agente de la Patrulla de Frontera.

No puede ser, ¿cierto?

Espere un minuto. Se pone peor. Ahora parece que el dinero usado por los conocidos criminales en México fue dinero de “estímulo” federal.

Lo sé. Es una pesa d i l l a . E l g o b i e r n o se ha vuelto salvaje.

Es exactamente lo que se llama apropiadamente “Project Gunrunner”, de lo que todo esto parece tratarse, con un escándalo y una cobertura lo suficientemente grande para destruir a Barack Obama y al Fiscal General Eric Holder. Los miembros del Congreso han estado tratando de investigar, pero no tienen cooperación de Holder y el Departamento de Justicia.

Aparentemente, el plan de la administración de Obama era para el vice-director de la ATF para tomar la caída. Su nombre es Kenneth Melson – pero tiene otras ideas.

Melson dice que la primera vez que se enteró del “Project Gunrunner” – también llamado “Operación Rápido y Furioso” –fue después de la muerte del agente de la Patrulla de Frontera Brian Terry, muerto con una pistola vendida a las pandillas mexicanas por personal de aplicación de la ley de EE.UU.

Pero después de revisar los archivos del programa, Melson dijo que se “enfermó del estómago” por lo que encontró– el involucramiento directo del FBI, DEA, Seguridad Interior, etc. Mientras Melson está hablando con investigadores del congreso, el compañero de Obama, Holder está en una táctica obstruccionista. No dará al Rep. Darrel Issa, presidente del Comité de la Cámara de Supervisión y Reforma del Gobierno, el momento del día.

La administración Obama parece haber armado una sofisticada conspiración inter-agencias para dar dinero a las pandillas mexicanas para comprar armas de EE.UU. para matar a agentes de federales, pero no está para nada contenta con explicarse ante el pueblo norteamericano, la prensa o el Congreso. Inicialmente, Holder intentó mirar en menos la operación, como una acción menor de ATF para rastrear y detener el tráfico de armas entre fronteras. Pero esa historia está muerta después del testimonio secreto brindado por Melson el 4 de julio a los investigadores del congreso.

Melson quiso testificar antes, pero Holder lo detuvo. Holder presionó a Melson a renunciar a su empleo e irse. Pero no iba a tomar parte en eso. Se ha vuelto la peor pesadilla de Obama después de Jerome Corsi.

Intente imaginar esto: Holder, el FBI, Seguridad Interior, la DEA y ATF todos se reúnen para llevar a cabo una operación al menos parcialmente en otro país. ¿Es apenas concebible que Obama no hay sido informado de tal plan? Poco probable. Esto fue una operación con consecuencias internacionales. Si Obama no sabía, de quién es la culpa. Y luego tenemos la pregunta de qué motive realmente tan elaborado plan.

¿La explicación que obtenemos es realmente creíble?

¿O es más probable que la administración de Obama movida ideológicamente, que detesta el derecho constitucionalmente protegido de cada norteamericano para poseer y llevar armas de fuego, participó activamente en un programa político diabólico para poner armas de EE.UU. en las manos de los pandilleros mexicanos como parte de una ­falsa operación bandera que habría sido usada para hacerse de las armas de los civiles de EE.UU.? La vieja línea es que le cobertura es peor que el crimen. Quizás no en este caso.

¿Qué tendría tanto miedo de revelar Holder que mentiría al Congreso (un crimen en sí mismo) para ocultar? Lo más probable es que sea bastante malo, probablemente peor que mi escenario.

Para que no piense que estoy inventando esto, esto es lo que los investigadores de la ATF dijeron a los miembros del Congreso el mes pasado– que querían “intervenir y prohibir” grandes números de armas en la frontera, pero que se les ordenó mantenerse al margen y dejarlas que lleguen a manos de los carteles de droga.

“Permitir que muchas armas que conocemos sean destinadas a criminales, ése fue el plan”, dijo John Dodson, un agente de ATF, al panel. “Fue lo que se ordenó.” El agente Olindo James Casa dijo que “en varias ocasiones yo personalmente solicité prohibir o confiscar armas de fuego, pero se me ordenó alejarme y no confiscarlas.” ¿Ya ve por qué digo que esto es otro escándalo que podría destruir a Obama?

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