domingo, noviembre 24, 2024
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Otro Roberto destacado va camino a Cooperstown

by Emily C. Ruíz

Hispanic Link News Service

NUEVA YORK – El ícono humanitario y leyenda del béisbol, Roberto Clemente, ha de haber estado sonriendo desde el cielo el 5 de enero.

Fue en esa fecha que se enteró Roberto Velázquez Alomar que formará equipo con dos más destacados puertorriqueños en Cooperstown, Nueva York, uniéndose a Clemente y a Orlando “Baby Bull” Cepeda, como los únicos puertorriqueños en ocupar un lugar en el Salón de la Fama Nacional del Béisbol.

Tal como el pionero Jackie Robinson quien lo precediera, Clemente ayudó a derrumbar las barreras de la segregación en el “pasatiempos estadounidense”, abriendo más el camino para la participación de los latinos en el juego. De hecho se sentiría orgulloso de Velázquez Alomar, quien será instalado en el Salón de la Fama en una ceremonia el 24 de julio, en el Centro Deportivo Clark, en la cuna del béisbol.

En una entrevista con Hispanic Link News Service, el ganador del todo estrella 12 veces y galardonado con el Guante de  Oro 10 veces, el segunda base expresó que, “Siempre sentí mucho orgullo por ser puertorriqueño y por hacer todo por Puerto Rico”. Despreciado por un jurado de redactores del béisbol en su primer año en calificar para el Salón en el 2010, dijo, “Esto significa mucho para mí, para mi familia”.

También será reconocido Velázquez Alomar como miembro de otra fraternidad  exclusiva este año. Tanto él, como Willie Mays y Clemente son los únicos tres jugadores en la historia en tener promedios de bateo de carrera más altos que .300, que hayan sido premiados con un mínimo de 10 Guantes de Oro, hayan jugado para un mínimo de dos ganadores de la Serie Mundial y hayan sido seleccionados a jugar en un mínimo de 10 juegos todo estrella. Además, está ampliando una tradición familiar.

Su padre, Sandy, y su hermano, Sandy Jr., también disfrutaron de carreras distinguidas como jugadores y entrenadores. Roberto le dijo a Hispanic Link que para la edad de siete años, él sabía que todo lo que quería era jugar béisbol. “Al pasar toda mi vida en los campos de juego, llegué a ver a muchos de los grandes jugadores. El ser ahora electo al Salón de la Fama con algunos de los mismos tipos a quienes vi jugar cuando era pequeño es un regalo especial”.

Nacido en Ponce y criado en Salinas, Velázquez Alomar entró en las grandes ligas en abril de 1985, como joven cara de niño de 20 años, con los Padres de San Diego. Jardinero veloz con bate correspondiente se estableció rápidamente como un estrella en auge. Para su tercera temporada, había logrado entrar en el equipo todo estrella de la Liga Nacional. Lo demás es historia. Siete organizaciones y casi 2.800 golpes después, Velázquez Alomar sin duda será considerado el mejor segunda base en calzar zapatillas. Rememorando los momentos importantes de su carrera, Velázquez Alomar le dijo a Hispanic Link que lo que destaca son los aros de campeonato de la Serie Mundial como parte del equipo de los Blue Jays de Toronto en 1992 y 1993 y el haber jugado su primer juego todo estrella en 1990.

“El jugar mi primer juego todo estrella con mi padre de entrenador y mi hermano como rival – yo estaba en la Liga Nacional y mi hermano en la Liga Americana – esos fueron momentos de mucho orgullo para mí”. Dentro de los logros, Velázquez Alomar no quedó ileso de las controversias durante su carrera profesional de 17 años. Un incidente de hace 15 años le dejó una mancha, para algunos. El 27 de septiembre, 1996, en Toronto, el árbitro John Hirschbeck y él entraron en una discusión ardiente sobre un tercer strike cantado. Cuando Hirschbeck sacó a Velázquez Alomar del juego, Velázquez le escupió en la cara, alegando que el árbitro había usado un término despectivo contra él. Se dice que dijo que el estrella era un “maricón” en lo que se alejaba de él.

Luego salieron al público disculpándose, dándose la mano en el plato. “Ahora somos grandes amigos”, expresa Velázquez Alomar, quien ha sugerido que la personalidad de Hirschbeck ha cambiado desde la muerte de su hijo de adrenoleucodistrofia (ALD por sus siglas en inglés). En 1997, Roberto donó $50.000 para la investigación de ALD. Hirschbeck ha respaldado la incorporación de Roberto en el Salón de la Fama.

Las Grandes Ligas del Béisbol establecieron un periodo de espera de cinco años después de la jubilación antes de poder nominar a un jugador al Salón. Algunos sugieren que fue aquel incidente el que obstaculizó la incorporación de Velázquez Alomar en el 2010, el primer año en el que calificaría.

El presidente de Latino Sports Ventures, Julio Pabón le dijo a Hispanic Link, “El hecho es que algunos redactores del tema de béisbol  optaron por castigar a Velázquez Alomar con no votar por él a raíz del incidente. Eso me parece ridículo”. La empresa multifacética de mercadeo se unió a la Asociación de Redactores  y Locutores de Deportes(LSWBA por sus siglas en inglés), para honrar a Velázquez Alomar con el galardón ­“Orgullo Puertorriqueño” en Nueva York el 3 de abril. Lo recaudado de la gala benéfica se destina a ayudar a la organización a alquilar autobuses para llevar a jóvenes desaventajados a presenciar la ceremonia de incorporación de Velázquez Alomar en Cooperstown. Para Velázquez Alomar será primera vez que vaya a Cooperstown, también.

Hoy se desempeña como empresario dedicado al desarrollo de una empresa de bates – KR3 – y ha vuelto a la organización en Toronto que ayudó a que se hiciera estrella, asumiendo el rol de representante especial. Al preguntarle qué significa para él ser el tercer puertorriqueño en ser incorporado al Salón de la Fama del Béisbol, responde, “Ésta es una victoria para todo el pueblo puertorriqueño. Yo siempre les digo que son parte de esto”.

(Emily C. Ruiz es escritora independiente ubicada en Nueva York y contribuye regularmente a Hispanic Link News Service. Comuníquese con ella a: e.cruiz@hotmail.com).

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