por José de la Isla
Hispanic Link News Service
MÉXICO, D.F. – “Esa es la marcha donde quieren que Calderón retire el ejército de la guerra contra los narcos”, dijo mi amigo por teléfono. “Quieren que el gobierno se retire. Están a favor de la abdicación y en contra de Felipe Calderón’, dijo, refiriéndose al presidente de México. Su comentario sugería que el público estadounidense está comiendo otro tipo de revuelto con el desayuno.
En realidad, 29 ciudadesmexicanas y 17 países por todo el mundo apoyaron la marcha. Actor estadounidense Edward James Olmos salió fotografiado con el dirigente, Javier Sicilia, a la cabeza de la march de 50 millas de largo, cuando partió de Cuernavaca rumbo a la Ciudad de México. El hijo de Sicilia es una de las 35 mil fatalidades de la “guerra” durante los últimos cuatro años.
El movimiento cívico ha atraído a presbíteros, artistas, las élites empresariales y sociales, la alta burguesía, las centellantes celebridades y algunos dirigentes de partidos políticos. Hasta el subcomandante Marcos, quien encabezara un lavantamiento indígena hace dos décadas, dirigió una marcha de apoyo en el estado de Chiapas.
Es posible que México no haya sido testigo de la presión pública como ésta desde la marcha silenciosa de 1927, en oposición al presidente Elías Calles después que se ejecutara al sacerdote Miguel Pro. Aquella marcha llevó a que México aboliera la pena de muerte. Integrantes del grupo literario, Colectivo Entrópico, recomendaron que el mejor lugar para ver cuántos grupos y cuántos ciudadanos de a pie participaron en la marcha era al frente del Palacio de Bellas Artes. El colectivo reúne a escritores, editores, dibujantes y expertos en la tecnología de la red para conversar, crear juegos de palabras, contar chistes de buen gusto, chismear e informar quién ofrece una lectura literaria y dónde.
C a m i n o a l m e t r o después de la sesión, le pregunté a Luis Alonso Gómez, corrector de textos independiente, lo que pen saba que lograría la marcha. Durante la hora que siguió, cual persona acostumbrada a corregir el estilo, explicó meticulosamente cómo do marchas previas, lideradaspor familiares de víctimas, habían conformado la mentalidad del público, que una unión cívica nacional emergente iba cambiando el país con la fuerza del pueblo.
En el pasado, dos familias han liderado marchas similares. Una hasta capturó a los malhechores y supervisó la promulgación de una nueva le y que protege a las familias amenazadas y extorsionadas. Un empresario destacado resondró al presidente y su gobierno exhortándoles a que cumplieran con su cometido o renunciaran.
En Cuernavaca, después que tres presuntos narcotraficantes secuestraran y asesinaran al hijo de Javier Sicilia y seis jóvenes másel mes pasado saliendo de un club, el poeta y periodista se valió de su fama, no sin ser criticado, para rogar por un enfoque que no sea militar para luchar contra el exceso de delincuencia.
Luis Alonso explicó que el problema que tiene el gobierno es haber utilizado las fuerzas militares. Lo que ha hecho el gobierno es dar golpes contra un abejal, tornando más peligrosas las abejas asesinas.
La revista, ¡Siempre! Ha reportado que un grupo de trabajo de las Naciones Unidas que estudia las desapariciones y detenciones forzadas concluyó que las fuerzas militares no tienen la capacitación para investigar ni siquiera para interactuar con civiles referente a los 3.000 casos de secuestro por los que se supone son responsables la delincuencia organizada y los carteles de narcotráfico. Con la participación militar, las medidas gubernamentales se dan con un tremendo costo en términos de los derechos humanos. La queja fundamental es que al dar rienda suelta a la fuerza militar, los funcionarios electos y nombrados se volvieron cada vez menos interesados en responder al público. De lo contrario, se hicieron más comprometidos con los patrocinadores políticos e intereses de partido, enfocándose en las elecciones futuras – mas no en la solución de problemas públicos.
Las fuerzas estatales y locales policíacas y judiciales están cada vez más desdeñadas por la ineptitud del papel que juegan al intentar seguir procedimientos profesionales y hacer justicia. Una corrupción generalizada ha puesto en compromiso la confi anza que tiene el público en su gobierno. Por ende el tema es “paz y justicia” – una paz pública mediante la aplicación de la ley con competencia.
Es posible que éste sea el mayor desafío hasta el momento contra las prácticas corruptas de políticas públicas que incialmente crearon el abejal, dice Luis Alonso.
Él tendría que saber. Es un editor, más bien en español, corrector, alguien que puede alterar toda una narrativa con el giro de una frase, y abrir una nueva comprensión.
(José de la Isla, columnista de distribución nacional con los servicios de noticias Hispanic Link y Scripps Howard, ha sido reconocido durante dos años consecutivos por New America Media. El título de su próximo libro a publicarse es: “Our Man on the Ground”. Sus libros previos incluyen, “DAY NIGHT LIFE DEATH HOPE” (2009) y “The Rise of Hispanic Political Power” (2003), disponibles en joseisla2@yahoo.com).